No estaba deprimido...no, era algo todavía más complicado que eso. Tenía una crísis existencial y no sabía que rayos hacer para dejar de sentirse como si estuviera perdido y cualquier decisión que tomara fuera un error. Ultimamente se sentía a la deriva, buscando por un faro a la distancia que le dijera cual era el camino a seguir. Pero no había nada a lo que acirse.
Para empezar, estaba ese asunto en su casa...Jason Cooper e siempre había sido un chico que se sentía agusto con sus padres, sabía que como la mayoría, su familia no era perfecta pero si lo suficientemente buena. Sin embargo eso estaba cambiando de una manera desagradeble. El matrimonio de sus pades no estaba pasando por el mejor momento y era estresante tener que estar parado en medio del "fuego cruzado"; en las últimas semanas los había escuchado discutir varias veces y por lo general esas discusiones terminaban en gritos que le ponían los nervios de punta.
Jason era testigo de la hostilidad y la tensión que crecian como enredaderas en el ambiente. Ya nisiquiera podia tener una cena tranquila sin que sus padres terminaran lanzandose esos comentarios pasivo-agresivos que, para Jason, eran peor que los reclamos directos.
Para no ir demasido lejos, esa misma mañana había sido testigo de como su mamá le lanzaba un na taza de café a su padre. Jason se había quedado estático en su lugar, sin saber que hacer o decir.
—¿Ves lo que me haces hacer?— Había gritado la mujer en dirección a su esposo. —Me haces quedar mal frente a mi hijo.
—Pues ya va siendo hora de que Jason se de cuenta de la mujer que tiene por madre...
Nadie en su sano juicio querría presenciar una pelea entre sus padres y por eso Jason había tomado sus cosas y había huido mientras sus padres iniciaban una nueva discusión. Y desde entonces Jason no podía concentrarse del todo, con su mente confusa y llenada de preguntas y pensamientos pesimistas...¿Acaso sus padres iban a divorciarse? ¿Acaso eso era mejor que tenerlos discutiendo día y noche?
—¡Cooper!
Ese gritó lo hizo salir de sus pensamientos de golpe y aún cuando trato de reaccionar a tiempo le fue imposible. Recibió un fuerte impacto en la frente, un montón de puntitos blancos inhundaron su visión y terminó cayendo contra el suelo.
—Mierda...—gimió masajeándose la frente. A lo lejos escucho el sonido de un silbato y el murmullo de varias personas.
—¿Qué demonios te pasa Cooper?— alguien se arrodillo a su lado y le toco ligeramente la frente —Joder, no era mi intención darte ese balonazo.
La visión de Jason pudó enfocarse y entonces distinguió aquel cabello rubio y esos ojos verdes que lo veían con una mezcla de preocupación y diversión. Era Billy Tucker.
—Eso dolió—se quejó el capitán tratando de sentarse.
—Mi culpa no es, te estuve gritando para avisarte que iba a lanzarte un pase —Billy frunció el ceño— Pero tú parecias estar en la luna, así que te lo merecias.
Fue entonce que Jason empezó a ver a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en el campo de futbol, en medio de un entrenamineto. Maldijó mentalmente y se pusó de pie con ayuda de Billy. El entrenador Bradford se acercó a ellos, seguido de todos sus compañeros de equipo.
—¿Qué pasa contigo?— dijo el hombre con su usual cara de fastidio— Te necesito centrado en el entrenamiento.
—Lo siento entrenador, solo me distraje un momento y...
ESTÁS LEYENDO
La suerte del capitán (Suerte #2)
Teen FictionActual portada hecha por @UmbraBlack Anterior Portada hecha por @CristtinaRosaless Jason Cooper no esta teniendo un buen momento. siempre tuvo una familia estable, siempre fue el chico confiado que amaba el futbol y soñaba con ir a la universidad pa...