La suerte del capitán (Suerte #2)

13| El primer paso

Lo prometido es deuda, aquí esta el segundo capítulo para esta semana.

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Suspiró mientras esperaba que el agua en la tetera hirviera. Recostó la cadera contra la encimera y cerró los ojos, necesitaba un momento para serenarse y pensar de manera racional. ¿pero como iba a hacerlo? Billy estaba en su habitación tomando una ducha y probablemete se vestiría con la ropa que le había prestado...y la sola idea de imaginar a Billy usando su ropa le producía cosas que no podía explicarse, pero se sentía muy bien.

Cuando escucho el sonido burbujeante del agua tomo una tasa y vertió un sobre de chocolate en polvo y luego la lleno de agua. Preparar chocolate caliente para un amigo era algo normal ¿cierto? Sabía que si, pero por alguna razón temía que su rubio amigo notara lo nervioso que le ponía hacer algo tan sencillo como eso. Quizá era porque no era un simple gesto, era la necesidad de cuidar y mimar a Billy, una necesidad que recién estaba descubriendo.

Termino de prepara la taza de chocolate y luego se dirigió hacia su habitación. Al menos podía estar tranquilo sabiendo que sus padres no estaban, lo sabía porque en el garage no se encontraban sus autos. Tal vez debería preocuparle en dónde estaban exactamente, pero en ese momento solo tenía cabeza para una persona:

Billy Tucker.

Al entrar a su habitación suspiró un poco aliviado. El rubio aún no salía de la ducha. Jason aprovechó para alimentar al pequeño Amadeus y arreglar un poco la habitación, aunque en realidad no es que estuviera demasiado desordenada, solo necesitaba algo con lo que entretenerse.

—Dios, casí me quedaba dormido bajo el agua caliente.

Jason giró al escuhar la voz de Billy y por poco cae sentado sobre su trasero. El chico lucía simplemente... Precioso. La ropa le quedaba holgada, lo que provocaba que luciera más pequeño de lo que realmente era y la forma revuelta de su cabello que le daba un aire sensual que Jason trato de ignorar, y fallo terriblemente.

—¿Huele a chocolate? — preguntó Billy olfateando el aire.

—Em...si— Jason tomo la taza y se acercó para dársela— Te preparé un poco, ya sabes para que entres en calor y eso.

—Aww, gracias Cooper. — Billy no perdió tiempo en darle un sorbo a la bebida para luego relamerse los labios. —Justo como me gusta.

"Esto me esta matando" Pensó Jason sin poder apartar los ojos de esos labios. Necesitaba una distracción y la necesitaba ¡Ya! Así que se encamino hacia la ventana y le hecho un vistazo. La lluvía seguía caendo copiosamente y los continuos relampagos y truenos daban a entender que no pararía pronto.

—Oye, se que te dije que luego te llevaría a tu casa...— empezó el capitán sin apartar la vista de la ventana. —Pero debo confesarte que no soy bueno conduciendo bajo la lluvía y menos de noche. Quizá prefieras quedarte aquí hoy y mañana me encargo de llevarte sano y salvo hasta la puerta de tu casa ¿Qué dices?

—Pues si no te molesta que invada tu habitación, no tengo ningun problema en quedarme.

—¿Bromeas? Ya sabes que mi casa es tu casa. — por fin se alejó de la ventana y encaro a Billy quien permanecía en el centro de la habitación. — Pero tendremos que compartir la cama, espero que eso no te moleste.