35| La Graduación

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Jason no podía dejar de consultar la hora cada cinco segundos. La ansiedad estaba volviéndolo loco y con cada minuto que pasaba, sentía que sus oportunidades se reducian cada vez más. Sacó de nuevo el teléfono de su bolsillo, eran las diez con cinco minutos.

El director los había ordenado en sus respectivas sillas y en orden alfabético. Y ahí, sentado en su lugar, de frente al escenario, Jason no podía dejar de girar a ver por sobre su hombro esperando que Billy ya estuviera sentado en su lugar...pero el no estaba y le angustiaba la idea de que no llegara nunca.

—El vendrá...—Jason saltó sobre su asiento cuando escucho la voz de Daemon cerca de él.

—Es cierto, el vendrá, ya veras. — Max también estaba ahí y Jason prefirió ignorar el hecho de que al apellidarse Archer, Max debía estar en las primeras filas y no junto a Daemon, pero mejor ni pensar en ello. —Le envié un mensaje preguntándole si vendría y dijo que si.

Jason asintió, pero no estaba convencido de que Max tuviera razón. Se mordisqueó el labio. Estaba estresado por los últimos acontecimientos en su vida: el hecho de haberse ido de casa junto a su madre, la petición de divorcio de su madre y el hecho de haber faltado al último día de clases por buscar un apartamento en el cual poder vivir juntos. Y si a eso le sumaba la ausencia de Billy, sus nervios estaban a nada de estallar.

Jason se acomodo el birrete sobre la cabeza y al hacerlo rozo sin querer su ojo derecho. Aunque ya no estaba hinchada, aun le dolía la zona y su madre tuvo que ponerle una buena capa de maquillaje para cubrir el enorme moretón que le quedo.

Al pensar en su madre, Jason giró la vista hacia el área donde se sentaban los padres y familiares de los graduandos. Amanda estaba sentada en la primera fila con el teléfono en mano para tomar tantas fotografias como le fuera posible y eso hizó sentir un poco más calmado al castaño, porque almenos tenía a su madre apoyandolo.

—¡ya llegó! — medio gritó, medio susurró Scarlett quien estaba una fila por detrás de ellos. —Mira Jason, Billy esta aquí.

Y por supiesto que Jason se giró para comprobar las palabras de la pelirroja y en efecto, Billy acababa de tomar su lugar mientras se ajustaba la toga y colocaba el birrete sobre su cabeza. Entonces Billy levantó la cabeza y sus ojos se encontraron. Aquellos hermosos ojos verdes que a pesar de  lucir un poco angustiados y cansados lograron traspasar el alma de Jason, acelerando su corazón y llenando de mariposas su estomago. Como extrañaba aquellas sensaciones.

—¡Bienvenidos a esta ceremonía de graduación!— la voz estridente del Director provocó que la conexión se rompiera y Jason tuvo que acomodarse de nuevo en su lugar. —Me complace preceder este evento en el cual vamos a celebrar en honor a estos jóvenes, quienes se esforzaron por llegar hasta el final. Jóvenes que...

El discurso del Director fue extenso, pero Jason recordaba poco de aquellas palabaras, pues su mente estaba centrada en una sola cosa, en lo que había planeado. En el siguiente paso a seguir para por fin completar su objetivo de arreglar las cosas con Billy. Y si, podía aceptar que se moría de nervios.

El Director le cedió el micrófono al alumno destacado de aquella generación y ese alunmo no era nadie más que Maxwellth Archer, quien había obtenido un promedio casí perfecto. Max subio al escenario y les obsequio un lindo y emotivo discurso que hizo llorar a más de uno y Jason no sabía si se lo había imaginado o realmente paso, pero creyó ver a Daemon secandose unas cuantas lágrimas. Y por supuesto que cuando Max conclulló con sus palabras, todos se pusieron de pie y le dieron una ovación ensordecedora, incluso aquellos que alguna vez se burlaron de ese pequeño chico que era más valiente que nadie.

—¡Ese es nuestro Max!— ese gritó porsupuesto fue de Aron quien se había parado sobre su asiento para hacerse escuchar.

Luego vino la parte en la que llamaban por orden de lista a cada alumno para hacerle entrega de su diploma. Cuando lo llamaron, Jason camino tranquilamente hacia el escenario, pero por dentro estaba que se moría de los nervios. Recibió su diploma y espero pacientemente mientras su madre le tomaba fotografias a diestra y siniestra para luego volver a su asiento.

La suerte del capitán (Suerte #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora