19| Atraves de otros ojos

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Henry›

Conocí a Jason cuando tenía siete años. La primera vez que lo ví fue en nuestro primer día de clases en la primaría y de inmediato supe que seriamos buenos amigos. Jason solía ser el chico risueño y medio timido que se ganaba a todo el mundo con solo pestañear, tenía esa aura de chico encantador que volvía locas a las maestras. Recuerdo que constantemente solían llamarlo "lindo" y "dulce", pero casí todas coincidian en que era "adorable" y si he de ser sincero, también lo creía.

A Jason y a mi no nos tomo demasiado tiempo convertirtnos en mejores amigos, aunque a los siete años es mucho más fácil agradarle a las personas ¿no? Como sea, él y yo nos hicimos inseparables lo que me llevó a conocer a Andrew Cooper, el hermano mayor de Jason.

Andrew era el hermano mayor que todo chico quisiera tener, era amable, agradable, divertido, protector y sobre todo, era cariñoso. Sabía que Jason lo amaba con locura pues se la pasaba hablando de él todo el tiempo.

"¿Sabias que Andrew hizo esto y aquello?" Ellos era muy unidos y ya que yo consideraba (y considero) a Jason como mi hermano, no me fue difícil apegarme a Andrew también. Supongo que mis días favoritos eran los sábados, porque no había escuela y porque Andrew nos llevaba a jugar futbol, de hecho fue ahí fonde desarrolle el amor por ese deporte.

Todo era perfecto y Jason era feliz, hasta que Andrew murió en un accidente. Supongo que la mayoría de personas no notó lo mucho que eso afecto a Jason, no creo que sus padres se hayan dado cuenta...pero yo si. Parecía que por fuera Jason seguía siendo la misma persona, pero en sus ojos podía notar la tristeza y la melancolia que lo enbargaban. A veces lo descubría llorando en los baños de la escuela o lo veía quedarse viendo a la nada, perdido en sus pensamientos...se que debí haber hecho algo para consolarlo; pero tenía miedo de sacar el tema y terminar haciendo que Jason se desmoronara, así que prefería simplemente observarlo.

Los días pasaron, al igual que los meses y los años y Jason volvió a ser "el mismo". Sonreía, era encantador y podía hacer amigos con solo pestañear, como cuando era niño, como antes de que Andrew muriera. Pero yo lo sabía mejor, el fingía, por dentro seguía estando triste y temía que algún día simplemente no pudiera seguir manteniendo su fachada de chico popular.

Entonces las cosas empezaron a cambiar, en nuestro último año de escuela sucedió algo que nunca creía posible. Jason estaba feliz... Como realmente feliz, podía notarlo en el brillo de sus ojos o en la sinceridad en sus sonrisas. Me sorprendió mucho darme cuenta de ello, pero me sorprendió más darme cuenta de quien era el causante de esas sonrisas: se trataba nada más y nada menos que de Billy Tucker, ese rubio odioso...

Según yo, Jason y Billy no se llevaban bien y de pronto un día se volvieron amigos así como así y Jason volvió a ser el mismo de antes. Eso desperto mi curiosidad y decidí mantener un ojo sobre ellos, claro que por fuera aparaentaba que no me importaba en lo más mínimo.

Empece a notar pequeñas cosas, mirada complices, sonrisas coquetas y roces "accidentales", no sabía que pensar ¿Acaso había lago más que una simple amistad entre Jason y Billy? Yo no lo sabía y no me atrevía a preguntar directamente, tenía miedo de que Jason se cerrara conmigo, así que preferí seguir observando.

Y si existía algo más que amistad entre esos dos, solo esperaba que Billy no lastimara a mi amigo, porque no creía poder soportar verlo encerrarse tras su fachada de nuevo.

‹Scarlett›

Siempre estuve en contra de las personas populares, no porque me sintiera una marginada y tuviera envidía de ellos. Era más bien porque sabía (por experiencia propia) que la mayoría suelen ser falsos. Así que cuando Billy Tucker empezó a estudiar en nuestra escuela fue como un soplo de aire fresco. Billy se convirtió de inmediato en alguien popular, sobre todo cuando se hizo parte del equipo de futbol. Al principio creí que seria igual que todos los integrantes del equipo, engreído e idiota, ¡pero no lo era! Y eso lo demostro cuando prefirió hacerse amigo de Max Archer, el pequeño chico castaño que era la burla de toda la escuela.

La suerte del capitán (Suerte #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora