17. exclusión

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— ¡Pero mira que sorpresa!

Tras exclamar aquello mi novio, él me suelta con rapidez, yéndose prácticamente corriendo hacia donde se encuentra Sky, la muchacha que abre enormemente sus brazos y ambos juntan sus cuerpos, fundiéndose en un nostálgico abrazo que me hace replantear el hecho de si él ya no siente nada por ella... o sí.

— Pero tú sigues igual, eh. — ella acaricia con ambas manos la espalda de Daryl, mientras que él se encuentra apretando su cintura, con una sonrisa de oreja a oreja en sus labios.

— ¿Que haces aquí? — pregunta él, separándose apenas de ella, aún con sus manos en la cintura. Yo simplemente escondo a mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta, viendo todo, ajena a la situación de ambos.

— Ya sabes, me gustó cuando ambos vinimos a pasar las vísperas navideñas aquí y he alquilado una de las cabañas con mi novio. — ah... ¿tiene novio? Vaya. — Lo que no sabía es que Jess trabajaba para la agencia mobiliaria.

— Bueno, también fue una sorpresa para mí. Yo también he venido a pasar las vísperas aquí, como todos los años, ya sabes. — mi novio le guiña su ojo izquierdo, mirándola atentamente. — ¿Donde está tu chico?

— Se ha quedado en la cabaña. Hemos llegado hoy por la mañana, y realmente se sentía cansado por el viaje.

— Si, me imagino. Nashville no queda aquí a la vuelta, ¿sabes? — ambos se ríen al mismo tiempo.

— Iremos a pasar la navidad y el año nuevo a Senoia también. Nos pareció bien con mi padre ir allí, ya sabes. Pasar las fiestas con mis abuelos y tíos... tú los conoces, sabes que tienen gran sentido del humor.

— Debo admitir que los echo de menos. Me parece genial que vuelvas allí, ya te extrañan bastantes personas.

— ¿Y tú te incluyes?

No quiero escuchar la respuesta, y dado a que parece que a ninguno de los dos les intereso, simplemente comienzo a caminar, alejándome, yendo hacia una tienda de ropa para poner de excusa el hecho de mirar la vidriera.

Jamás pensé que iba a volver Sky. Ni mucho menos que la veríamos aquí, en Athens, en nuestras pequeñas vacaciones.

Me duele ver la manera en la cual Daryl la observa y le habla. Porque se nota que lo suyo realmente fue algo profundo, y por más que no hayan llegado a ser novios y estuvieron a punto de hacerlo, parece como que hayan vividos grandes cosas, que él también vivió conmigo. Por ejemplo, conocer a su familia.

Ella a mi lado, es una diosa griega. No lo voy a ocultar. Sky siempre me pareció una muchacha preciosa, con todas las cosas que cualquiera quisiera tener. No solo por sus tatuajes, sino que por su cuerpo, su cabello y la forma de vestir que tiene. ¿Como voy a pretender que Daryl no se haya enamorado de ella? Si es... perfecta.

Dak, tú también lo serías si siguieras nuestros pasos. ¿Viste las piernas que tiene? ¿Su cuerpo? Esa puedes ser tú el día de mañana si me haces caso a mí, y a Mía.

Me gustaría poder seguir tu consejo, Ana. Pero me cuesta. Porque sé que digas lo que digas, no seré nunca perfecta. Ni para él, ni para nadie.

Tal vez tengas razón. Pero lo serías para Mía y para mí.

¿Tiene algún tipo de sentido ser perfecta para dos personas que se encuentran en mi mente? Dos personas que en realidad son como yo, literalmente dicho. Somos trillizas, y aunque ellas estén en mi mente, cuando me encuentro sin comer o en el retrete expulsando todo lo que me hace mal, ellas se encuentran allí a mi lado, dándome el apoyo que necesito, entendiéndome a la perfección, algo que dudo que Daryl pueda llegar a hacerlo.

Survive Together +18 © (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora