Survive Together +18 © (Daryl Dixon)

37. merlí bergeron

— En verdad es que no puedo creerlo. ¿Tú no eres consciente, no, Dakota?

No son las palabras ni de Derek, ni tampoco de Aaron.

Más bien, son las palabras de Eric, quien ahora mismo se encuentra furioso observándome, caminando de un lado hacia el otro, mientras que Daryl, parado en un rincón y cabizbajo, lo mira de reojo, respirando aceleradamente.

— Esto va a tener sus consecuencias. — ahora si. Quien habla, es Aaron.

— ¿Ahora se preocupan por mi? ¿Cuando antes ni siquiera lo hacían, simplemente porque están ocupados con su otra hija?

— No empieces con estupideces, Dakota. No ahora. — habla nuevamente Aaron.

— Respondiendo a tu pregunta, pues si, Aaron. — dice Derek, quien se encuentra sentado en la silla de su escritorio. — Tendrá sus consecuencias, tal como también las ha tenido Maggie, quien fue cómplice y la ha ayudado a escapar. — mis ojos van directo hacia mi tutor, quien serio, también me observa. — ¿Sabes lo frustrante que ha sido para ella tener que saber que ahora se le han extendido dos semanas más, cuando en realidad debía irse este fin de semana?

Joder.

Joder.

No.

No puede estar pasando esto.

— Acepto mis consecuencias. Me da igual que se me extienda mi maldita condena aquí.

— Maldita sea, Dakota. — dice Eric riéndose con ironía. — No seas hipócrita. Hablas como si esto fuese la cárcel.

— Pero no es justo que ella tenga que soportar consecuencias cuando he sido yo quien las provocó.

— ¿Acaso le haz puesto un arma en la cabeza a Maggie, Dakota? — pregunta Derek, con un dedo que acaricia a su mentón.

— No, pero...

— Entonces no le ha sido tan difícil el hecho de ayudarte.

— Ya, pero...

— Las consecuencias son para ambas. Te gusten o no te gusten, es con lo que debes lidiar ahora mismo.

— ¿Ninguno de los tres se detuvieron a pensar en el estado que Dakota se encuentra? No lo sé, al menos preguntarle cómo está ella, ¿no?

Joder, Daryl.

Te estás metiendo en un jodido lío ahora mismo.

Mis padres lo miran sin siquiera decir ni una sola palabra a mi novio, quien haciendo un movimiento con sus hombros, les mira con arrogancia.

Antes de que alguno pueda llegar a responder, incluso Derek, quien podría continuar hablando, la puerta del despacho se abre de repente, para que de tal forma se haga presente un hombre de una estatura no muy alta, de unos cincuenta y tantos años, algo canoso, con el cabello corto y un maletín que sostiene en su mano derecha.

— ¿Que? — pregunta poniendo sin pedirle permiso a Derek el maletín en el escritorio, mirándonos a todos con su ceño levemente fruncido. — ¿Acaso llego en mal momento?

— ¿Y tú quien eres? — pregunto cruzándome de brazos, alzando mi cabeza para verle.

— Pudiste haber tocado la puerta antes de entrar, ¿no crees? — dice Derek, llevando su espalda hacia la silla, pasando una mano por su rostro que se encuentra cansado.

— Si, como sea. — el tipo apoya su cuerpo contra el filo de la mesa de escritorio, cruzado de brazos, observándome casi sin expresión alguna en su rostro. — Así que tú eres la famosa Dakota Smith.