Survive Together +18 © (Daryl Dixon)

38. reencuentro

Tres semanas después...

Aunque mi tiempo se haya extendido aquí, como en un abrir y cerrar de ojos, algo que es sumamente increíble, logré que el tan esperado momento de mi partida llegara.

Mis padres fueron los únicos a los cuales pude ver, aunque sus visitas hayan sido en vano, dado a que todo lo que pasó entre nosotros desde el momento que se enteraron de mi embarazo, así como también desde aquel momento donde yo me entere de su nueva hija, las cosas han estado demasiado mal.

Si ellos venían, yo simplemente les saludaba, y respondía a cada cosa que me preguntaban, solo que con frialdad y pocas palabras. Claramente, un día venía Aaron, otro día venía Eric. Nunca podían los dos, y la razón obvia era aquella nueva niña que ahora mismo es mi reemplazante.

Quien se ha mostrado un tanto normal y cariñoso como siempre lo fue y lo sigue siendo, fue Eric. Aaron, tal como yo, se mostró frío, y eso en lo absoluto me ha molestado, porque sinceramente, me daba totalmente igual.

Con Daryl, de la única forma en la que podía comunicarme, era gracias al móvil de Trish. Obviamente que siempre con ella presente, dado a que si me venían con su aparato tecnológico en las manos, no solo iba a tener yo problemas, sino que ella también.

— ¿Ya tienes todo listo?

La voz de Maggie Greene hace que yo me sobresalte en mi lugar, justo en el momento que termino de cerrar mi maleta.

Dándome la vuelta, observo como se encuentra sentada en el borde de su cama, mirándome con una leve sonrisa en sus labios.

— Creo que si. Supongo que si me olvido algo, será una buena excusa para volver a vernos, ¿no? — ella no responde. Simplemente baja su mirada, encogiéndose apenas de hombros. — Maggie...

— Ya, Dak. No quiero discutir ahora.

— ¿Te piensas que yo si? — suspirando, camino hacia donde ella se encuentra, sentándome a su lado en el borde de la cama. — Vamos, Maggie. Tú te irás mañana.

— Ya, Dak. El enojo se me ha pasado, pero... si estoy así ahora, es por otro motivo.

— ¿Y cual es ese motivo entonces? — pregunto, mirándola con atención.

— Aquí he echo nuevos amigos. Tú y Trish principalmente. Fuera... temo a que ya no me quieran como antes. Y además, por lo que sé, mi padre no tuvo mejor idea que cambiarme de escuela cuando faltan pocos meses para egresarme.

— ¿Tienes idea del lugar al cual irás? Es decir, el establecimiento.

— No. No me ha querido decir nada. Según él, es todo sorpresa. Y realmente no sé de qué, porque para mi eso no es nada agradable.

He tenido la oportunidad de conocer hace unos días a Hershel y Beth, su hermana menor. A decir verdad, son buenas personas. El padre de Maggie es amable, e incluso me ha dado consejos de todo lo que ahora mismo sucede en mi vida, y en algunas cosas, me ha echo cambiar de opinión.

Recuerdo que en un momento, antes de marcharse y justo cuando nos estábamos despidiendo, tras abrazarme, él al oído me dijo que yo era una de las mejores personas del refugio, a pesar de lo que he echo aquella noche en la cual escape y que por mi culpa y la de mi plan, Maggie tuvo que extender su estadía aquí.