Escribe 100 veces en la pizarra: "No debo mentir"

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Izuku despertaba lenta y  tranquilamente de su siesta de la tarde, había tenido un sueño bastante loco, con ángeles, rubios psicópatas, llamadas a la pizzería y pensamientos homosexuales, soltó una pequeña risa, en definitiva podía escribir una historia y tal vez luego venderla.

—¿Te diviertes, Deku?— Una voz con un tono de molestia terminó de despertarlo.

Izuku se incorporó de golpe y casi se rompe el cuello al girar la cabeza bruscamente en direccion de la voz que le hablaba, encontrándose de lleno  con una cara con un profundo ceño fruncido, se hubiese desmayado nuevamente de no ser por el fuerte jalón en sus mejillas que lo obligó a mantenerse despierto.

—¡Basta, basta, me duele! — Grito el pobre chico dando manotazos al aire, en un vano intento de liberarse —¿Quien rayos eres tú?— La mente del pobre sujeto estaba por colapsar, el clavo final en el ataúd de su cordura fue la suave brisa producida por el movimiento de las alas del contrario.

Katsuki no se había tomado la molestia de retraer las alas, meterlas y sacarlas era un fastidio, si Deku intentaba desmayarse de nuevo, lo golpearia con ellas de ser necesario.

—Te lo dije cuando llegué ¿No es así?— Tal como dijo en su presentación, Katsuki no pensaba repetir nada.

—¿Entonces es cierto? ¿De verdad viniste a protegerme? ¿Pero por qué? ¿De quién? ¿Como sé que no eres un demonio disfrazado? ¿Vas a reparar mi puerta?— Un fuerte golpe de ala le hizo callar, la pobre víctima sólo pudo verlo con miedo, si éste tipo realmente era un ángel, en definitiva no quería conocer a los demonios.

—¡Desde siempre has sido un cretino fastidioso cierra la bocota por un momento!— Su plan a prueba de tontos tenía un hueco que pasó por alto, no pensó en qué le diría a Deku cuando llegara, debía pensar algo y debía hacerlo pronto— Este es un programa experimental, estaré contigo durante aproximadamente 6 meses, dependiendo de su eficiencia se decidirá si aplicarlo o no en todo el mundo— Una mentira bastante mala y a medias, el sabía mejor que nadie que no existía personal para una tarea de ese tamaño.

—La humanidad debe andar muy mal para forzarlos a hacer algo    como esto— los ojos de Deku lucían tristes y Katsuki se sintió mal por su mentira.

Los angeles tenían prohibido decir mentiras pero esta era una situación de emergencia, casos asi habían ocurrido en el pasado, angeles demasiado  comunicativos le revelaban su futuro a humanos que terminaban por volverse demasiado soberbios, altivos y desdeñosos, corrompiendo sus almas, quitándoles el privilegio de ascender al cielo, un alma salvada era mas importante que el temor a un castigo.

Ambos chicos se quedaron callados por un momento, silencio que Izuku hizo pedazos con una simple pregunta.

—Entonces... ¿Me concederás deseos o algo así?— A Izuku empezába a entusiasmarlo la idea.

—¡Soy tu ángel de la guarda, no un puto padrino mágico!— Katsuki estuvo a punto de sacar la espada de fuego que había traído de contrabando, bendito sea San Pedro y su mala visión.

—¡Esta bien, está bien, no te enfades, era una broma!— Nota mental: No mas intentos de ser gracioso — Ehmm ¿Cual es tu nombre?— Izuku protegió su cabeza al ver el ceño del ángel fruncirse nuevamente.

— Bakugo Katsuki— Fueron las simples palabras del ángel.

Izuku se había conseguido un inquilino problemático.

Angelito de mi guarda ¿Mi dulce compañía?  [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora