Angelito de mi guarda ¿Mi dulce compañía? [Finalizada]

Ese maldito soplón

(El lemon estará en el que sigue)

Itsuka Kendo, una dulce joven, ángel en entrenamiento, se encontraba haciendo una revisión de último minuto, las vacaciones de Aizawa están próximas a terminar y quería asegurarse de que todo estuviera en perfecto estado para cuando regresara, no era su obligación asearlo, pero de cualquier forma lo hacía con gusto, era una joven diligente y centrada, apreciada por todos sus compañeros.

Durante su caminata tenía que pasar obligatoriamente por la oficina de la trompeta de Gabriel, también conocida como "La chismosa", un antiguo artículo sacro poco apreciado entre los seres habitantes del cielo, puesto que una de sus funciónes era sonar incansable cada vez que uno de ellos estuviera a punto de cometer una acción reprobable.

Kendo decidió que entraría a revisar que el lugar estuviera cuando menos limpio, terrible fue su decepción al encontrar una pila de basura en la oficina, restos de comida chatarra, un hedor insoportable, la trompeta se hayaba desconectada y en su lugar Monoma había conectado su computadora personal, en el inmenso monitor se podía apreciar que aquel joven estaba jugando un juego online.

-¡Ah, maldito campero!-Grito Monoma cuando Jesucristo le volo la cabeza a su personaje, del otro lado de la línea se podía oír al buen Jesús celebrando su triunfo y al fondo podía escucharse a un preocupado Buda pidiéndole que bajara la voz o molestaría a los vecinos.

Furiosa, Kendo se le acercó por detrás a su compañero y terminó por darle un fuerte golpe que lo hizo perder la conciencia al instante, por la cantidad de basura y el mal olor, Kendo podía deducir que Monoma había estado ahí desde que Aizawa inicio sus vacaciones, fastidiada tiro a Monoma en el pasillo y se dispuso a limpiar, pero antes conecto la trompeta, no pasaron ni dos segundos cuando está comenzó a sonar al punto de parecer que se estaba sacudiendo descontrolada, sumado a ello, la impresora conectada a la trompeta comenzó a imprimir por su cuenta cientos de papeles, todos ellos con pecados cometidos por la misma persona: Bakugou Katsuki.

Horrizada, comenzó a leer los papeles.

Mentiras

Destrucción de propiedad privada.

Acoso.

Hostilidad innecesaria con el príncipe del inframundo, entre otros.

Pero el que activo todas sus alarmas fue el último.

"Próximo al apareamiento sin usar protección"

El horror se dibujó en su rostro, el sexo entre Ángeles y humanos era un tabú, ya que podían engendrar de nuevo a los Nefilim una raza de humanos gigantes y la causa principal del diluvio universal.

Tenía que detenerlos, pero ¿cómo? los Ángeles que estaban en el cielo no podían intervenir en asuntos humanos, si tenía que ir ella misma tardaría un par de horas tan solo en obtener el permiso, una segunda alarma comenzó a sonar, la trompeta desplegó su propio protocolo y envío a los únicos que podían actuar en ese momento, los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Ashido Mina, el jinete de la conquista.

Himiko Toga, el jinete de la muerte.

Hatsume Mei, el jinete de la guerra.

Tamaki Amajiki, el jinete del hambre.

Con sus majestuosos caballos a todo galope el cuarteto de jóvenes se dirigieron a la tierra, aterrizando prontamente en el jardín de la residencia Midoriya, solo 'para darse cuenta de que habían llegado allí sin hacer primero un plan.

-Bien chicos... ¿Y ahora que?-Pregunto Tamaki a las señoritas frente a él.

-Yo digo que derribemos la puerta y los apuñalemos a ambos-Dijo Toga.