- No me arrepiento -

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Siempre he pensado en momentos de mi vida que podría cambiar alguna que otra cosa, momentos vergonzosos, momentos descuidados que tuve, momentos incómodos o momentos tristes que ahora pienso y son absurdas.

Todos han estado pensando en el pasado, y todos en el futuro. No hay algo que sea totalmente imposible, el destino no es algo que puedas elegir o algo que ya estaba planeado, y si lo fuera, tu podrías cambiarlo perfectamente.

Uno de los temas más pensados en la humanidad, excepto la economía, es el ''amor''. Obviamente hay personas que creen que el hilo rojo existe o el amor a primera vista. Pero no es algo que te lo esperas, ya que llega sin darte cuenta siquiera.

Nada es destinado para mi, ya que podría haber elegido otro instituto y no te habría conocido, podría haber odiado el básquet y no nos hubiéramos conocido. O quizá no nos habríamos topado si Daiki no te hubiera descubierto, quizá podrías haber dejado el básquet porque aún no habías descubierto lo que podías hacer con un simple balón.

Pero nada de eso sucedió, y eso es algo que hemos elegido todos, las horas pasan y hacemos elecciones sin notarlo, puedes decidir si pensar en cosas o estar haciendo algo productivo, decides si estar comiendo más o menos, decides si dormir cuatro horas o más. Pero esas cosas ya pasan a ser algo diario, algo que ya estamos acostumbrados.

Cuando una relación comienza, sea amistosa o romántica, no te esperas lo que puede pasar, ya que no conoces a la otra persona. Quizá esa persona sea extrovertida y pasaréis horas hablando porque él inicia las conversaciones una y otra vez, o quizá compartís gustos que al final podéis hablar aún más. Quién sabe, hay muchas posibilidades en el mundo.

Nuestra relación había comenzado como todas, conociéndonos poco a poco hasta ser amigos sin darnos cuenta, no nos habíamos pedido permiso para ser amigos, ni nos importó cuando íbamos juntos hasta casa sin darnos cuenta de que ya era una costumbre.

Los días pasaban y nuestra relación iba creciendo, sin ser algo que afectase la familia, ni los amigos ni ninguna cosa, ya que ser amigos no daña a nadie, ¿verdad?

Eso pensábamos, ya que la separación siempre es dura. Mi cambio hizo que todos cambiaran y tu comenzaras a alejarte de nosotros, o más bien dicho, nosotros de ti. Pero tu eras quien sufría, y nosotros los quien te hacía sufrir, otra costumbre que se hizo presente sin darnos cuenta.

La costumbre de irnos juntos, hablar y relacionarnos se quedó en el pasado, y la opción de hacer nuevas amistades se hizo presente. Algo que no nos importó a ninguno de nosotros dos, ya que ya nos habíamos olvidado del otro, o al menos yo.

Pero no sabía que en el fondo yo también sufría junto a ti, ya que no sabía lo que realmente estaba sucediendo a mi alrededor. Todos me temían, todos sabían que no podían contradecirme. Se ve que soy feliz por fuera, pero nadie supo que realmente me escondía tras una cara que no era la mía.

Sé que lo notaste, sé que en las veces que hemos tenido que reunirnos todos querías hablarme. Por eso te evité, una elección que ahora mismo me arrepiento de haberlo hecho en mi pasado.

Al final decidiste dejarlo, algo que no supe que me dolió en secreto. De nuevo sentí emociones entrar en un agujero negro, para esconderse de nuevo de la sociedad.

Y también de nuevo, tuve que enfrentarme a ti. No sabes el alivio que sentí cuando volví, cuando te vi de nuevo como siempre. Te vi con tu típica sonrisa al verme de nuevo delante de ti, como si fuera la primera vez que me ves, como si hubiéramos estado separados durante años sin contacto.

Las palabras en esos momentos sobraban, ya que no los necesitábamos. En ese momento lo importante era el partido, el cual perdí, contra ti y tu equipo.

En los vestidores no sabía que hacer, si volver como siempre o ir al tuyo para poder disculparme de mis idioteces durante ese último año. Elegí la primera, sin saber que tu elegiste la segunda.

Viniste a hablar conmigo, a solas. Y no fue algo muy bueno para mí, ya que sentía de nuevo esas sensaciones al ver tus ojos clavados en los míos, sentía mi corazón latir mas rápido de lo normal al respirar tu aroma de vainilla. 

No me aguanté, y te sorprendiste al notar que mis labios estaban sobre los tuyos. Y yo me sorprendí al ver que no me rechazaste, si no que me seguiste. La felicidad en ese momento era la única palabra que definía mi vida, y era algo nuevo.

Ahora cada vez que estoy a tu lado, la felicidad ya no es algo único. Sentía felicidad, agradecimiento y suerte al verte a mi lado, sonriendo como si nada en el pasado te afectó.

No se que hubiera pasado si no me hubiera impulsado en besarte en ese momento que estábamos solos, quizá este momento no existiría y seguiría en mi vida aburrida.

Y posiblemente me arrepentiría de haberte dejado irte, de haberte dejado alejarte de mí, ya que me dijiste que querías irte de Japón por varias razones, si no fuera porque al final me declaré, posiblemente ahora mismo ya no estarías junto a mi.

No me arrepiento de haberte besado ese día, ni mucho menos haberme enamorado de ti, Tetsuya.

One shots - AkakuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora