- Un invierno contigo -

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La nieve bajaba y lo veía desde la ventana de su salón, vacío. Sus padres se habían ido de vacaciones de invierno y aún no habían vuelto, su abuela se había ido al cementerio a visitar a su abuelo, dejándolo solo en el hogar.

Esas navidades iban a ser llenadas de soledad, sabía que debía dejar a sus padres sus momentos y no podía decirle a su abuela que no fuera, cada año lo hacían y él no tenía nadie con quien estar.

Bufó cansado, el libro que estaba leyendo le distraía del cansancio, pero a la vez sentía la necesidad de dejarlo y desplomarse en la cama, dormirse y dejar pasar ese día tan feliz para todos.

Suspiró de nuevo, ahora con una leve pesadez, dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá, cerrando los ojos buscando algún tipo de paraíso fuera de la realidad, escuchando de fondo el tic tac del reloj. Iba a ser pronto las 12 de la noche y llegaría Navidad, donde todos abren sus regalos y celebran cantando villancicos.

Tic Tac

Tic Tac

Se cansó, levantándose para irse a su habitación, oyó el timbre sonar. Se sorprendió al escucharlo, era 24 de Diciembre, todos deberían estar con su familia, ¿acaso sus padres o su abuela volvieron?.

Al abrir la puerta, se encontró con cierto pelirrojo. Se quedó petrificado delante de la puerta, este mostraba una amable sonrisa y una caja entre sus manos.

—Feliz Nochebuena, Tetsuya. —La voz de Akashi resonó en la mente de Kuroko como si fuera eco, quizá después de todo, no estaba acostumbrado a estar solo en unas fechas tan especiales.

Se lanzó en brazos del pelirrojo, este se asustó al ver tal acción, cogiendo con agilidad la caja que casi se iba a caer. Kuroko lo abrazaba con fuerza por el cuello, dejando caer pequeños suspiros en el cuello del más alto por unos centímetros.

Kuroko se sintió aliviado una vez notando las manos del pelirrojo envolverle la cintura, después de todo, para comprobar que no era una ilusión.

—¡Son las 12!¡Son las 12! —sonó el reloj, arruinando ese momento. O no.

El peliceleste soltó poco a poco el cuello del pelirrojo, ambos sonreían aunque costara saber si el más pequeño lo hacía o no.

—Feliz Navidad, Tetsuya. 

Ambos comenzaron a comer la tarta de Navidad que había traído Akashi, una sencilla y suficiente para ambos.

Y Kuroko puede asegurar, o quizá son sus ilusiones, de que es el pastel más delicioso que ha probado jamás.

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¡Feliz Navidad!

Gracias por apoyarme durante este 2018, ha sido un año lleno de experiencias y emociones, espero que tengamos un 2019 sano y vivo :3

No tiene sentido lo que acabo de decir)?

Gracias por leer >u<

¡Bai bai!

One shots - AkakuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora