Cuarta carta:

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“Buenos días:

He estado reflexionando mucho sobre el motivo por el que estamos aquí, por el motivo que nos impulsa a respirar, por el motivo que nos da esperanza y nos mantiene continuando en este camino, y por el sentido de la vida.

He pasado varios años de mi vida preguntándome por el sentido de la vida, y sé que debería dejar de hacerlo, porque el sentido de la vida es inexistente. O al menos, no existe lo que yo llamaría sentido. Yo diría que la vida no tiene sentido, porque, para mí, realmente nunca lo tuvo. Jamás. Ni siquiera en el siglo dieciocho, o antes de que los seres humanos fueran como son ahora, me refiero a evolutivamente. Yo creo que, en sí, la vida siempre fue la misma. Creo que sólo estamos aquí porque alguien, hace muchos años, siguió adelante, por inercia, quizás. Y también creo que todo lo material que tenemos es sólo otro factor que parece intentar darle sentido a la vida, aunque yo diría que es más como otro factor que nos motiva a seguir adelante.

Aunque, claro, todo esto es mi retorcida opinión. Tú debes tener otra opinión, completamente opuesta a la mía, y realmente quiero que sepas que estoy interesada en saberla, sin embargo, ambos sabemos que, lamentablemente, no podrá ser. Al menos por el momento.

Que tengas un lindo día.

Seguiré escribiéndote.

Con cariño, problemas existenciales

O sólo problemas

O simplemente dudas.

Una chica ordinaria.”

Cartas de una chica ordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora