“Buenos días:
Siempre me consideré de esas personas que quieren ayudar a todos, de esas personas que están cuando sus amigos las necesitan. Sé que creer que soy así, no significa que realmente lo sea. Pero, diablos, duele darse cuenta de que, por mucho que ayudes a alguien, ese alguien no hará lo mismo contigo. Yo siempre di por hecho que las cosas debían ser mutuas. Pero, amigo mío, no puedes obligar a nadie a devolverte el favor, porque después de todo tú les hiciste un favor, y los favores no se reprochan.
Hubo muchas veces en las que quise contarle a alguien cómo me sentía, en las que me pregunté lo que sería llorar sobre su hombro y que me abrazaran fuerte. Pero yo no soy del tipo de persona que es abrazada, sino que soy de las que abrazan. Cuando alguien se rompe, y recurre a mí, lo ayudo. Cuando yo me rompo, no recurro a nadie. Aunque hubo un par de veces en las que me permití recurrir a alguien, y la decepción de no obtener la ayuda que esperaba fue dolorosa.
Así que comprendí que hay que dar sin pedir nada a cambio. Y entendí, por alguna razón que desconozco, que puedo guardarme todo. No es sano, lo sé, pero no puedo ir derrochando sinceridad por ahí. Al menos no mientras me rodee de tanta falsedad. Al menos no mientras pueda arreglarme yo sola, mediante palabras de aliento y melodías.
Amigo mío, yo me arreglo sola o no me arreglo en lo absoluto. Dependo de mí o no dependo de nadie en lo absoluto. Suelo llorar por lo que los demás, sin saber, me hacen, y luego comprendo que sólo vale la pena llorar por lo que yo me hago a mí misma. No pretendo culpar a nadie por mis problemas, porque, al final, la culpa está en mí. La culpa de lo que me sucede es mía. Y lo que es mío, no puede ser de nadie más. Si me rompo es porque me ilusioné, y aun así la culpa seguiría siendo mía por no saber que el mundo no ilusiona y cumple. Aquellas cosas que nos alegran como cuando nos ilusionamos, llegan sin ilusión previa, y se siente la felicidad como si hubieras estado esperando por ella durante millones de suspiros.
Que tengas un lindo día.
Seguiré escribiéndote.
Con cariño, problemas existenciales
O sólo problemas
O simplemente dudas.
Una chica ordinaria.”