“Buenos días:
A veces pienso que si él me conociera, le gustaría. Si tan sólo llegara a lo dulce de mí, o a lo más honesto y real que mi alma oculta bajo mi apariencia, quizás así él me amaría. A veces pienso que si lo conociera, me gustaría más. Si tan sólo llegara a lo dulce de él, o a lo más honesto y real que oculta bajo su apariencia, quizás así me destruiría.
Lo amo, amigo mío. Lo amo. No me importa que la multitud humana exagere el amor, y mucho menos me importa el hecho de que, al parecer, me uní a aquella multitud. Si negando lo que siento, no disminuye, quizás exagerándolo, se vaya por fin. Quizás así pueda ver que no es la gran cosa, incluso cuando hay veces que siento que es lo único que sucede en mi alrededor.
Escribo, amigo mío. Escribo lo que pienso, que a veces sale en forma de poesía. Escribo lo que quiero, y me lo guardo. Escribo sobre él. Escribo para los que se fueron. Y siempre me pregunto si ellos lo leerán, si alguien alguna vez lo abrió y pensó: “Vaya, esta chica está sufriendo”.
Lo que escribo es mío. Siempre fue así, pero, a veces, me gusta compartirlo.
Que tengas un lindo día.
Seguiré escribiéndote.
Con cariño, problemas existenciales
O sólo problemas
O simplemente dudas.
Una chica ordinaria.”