Novena carta:

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“Buenos días:

No sé si tú eres consciente del hecho de que, hasta ahora, evité el tema del amor. Yo, ciertamente, no lo era. Hay pocas ocasiones, como ésta, en la que apremio a mi mente por olvidar ciertas cosas, por hacer todo el trabajo en silencio, porque realmente éste es un tema que no quisiera tratar, un tema que creo haber estado evitando involuntariamente.

Y no hablaré de esto porque realmente quiero. Es una cuestión de dejar ir, porque a menudo me sucede que expresar un sentimiento es liberarse del mismo. Y yo quiero liberarme del amor que siento, así que esto es lo mejor que puedo hacer.

A pesar de que el sentimiento que me invade cada vez que lo veo, me aturde una manera casi adictiva, no podría decirte si es amor. Quizás estoy utilizando palabras muy mágicas, pero esa es la consecuencia de sentir lo que se escribe. Pero voy a contarte, como pueda, cómo es la situación.

No creo que sea amor porque mi idea del amor es muy diferente a lo que siento. Para mí, el amor es algo que está siempre. Y lo que sea que yo siento por él, a veces está y a veces no. A veces, el sentimiento es tan profundo que no puedo dejar de pensar en él, y otras veces soy capaz de pasar días sin recordarlo ni una sola vez. Aunque debo admitir algo que jamás admitiría en voz alta, cada vez que lo veo un sentimiento se apodera de mí, y siento como si algo fuera diferente, como si hubiera una llama adentro mío.

Y nunca fue mi intención mirarlo y que aquella llama se apoderara de mí, que se expandiera y que ya no hubiera vuelta atrás. Te estoy contando esto porque justo cuando pensé en el amor, lo vi, y la llama se salió de control, y quizás esto sea el agua que por fin la apagará.

No quiero ser cruel con lo que sea que estoy sintiendo, porque en verdad me agrada la mayoría del tiempo, en especial cuando lo observo y cuando, en las noches, un mundo de posibilidades nace en mi cabeza. Admito que la esperanza convierte de todo esto en una experiencia agradable, pero eso sólo provoca que la realidad golpee duro.

Sé que él no siente lo mismo, y estoy intentando estar bien con ello. Él ni siquiera me conoce, y yo tampoco lo conozco, pero aun así me gusta. Tal vez si yo fuera un poco menos cuidadosa y respetuosa con mis propios sentimientos, me permitiría decir que lo amo, pero en lugar de eso, sólo siento correcto admitir que me gusta.

Y sé que esto te suena mucho a amor, amigo mío. Probablemente creas que sí estoy en el estado de negación, pero soy lo suficientemente sincera como para admitirte que la mayoría del tiempo, no se siente como la gran cosa.

Que tengas un lindo día.

Seguiré escribiéndote.

Con cariño, problemas existenciales

O sólo problemas

O simplemente dudas.

Una chica ordinaria.”

Cartas de una chica ordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora