“Buenos días:
Muchas veces me pregunto si alguien, en algún lugar, me ama. Y todas aquellas veces, la respuesta aflora de forma insegura, primero convirtiéndose en un dolor ciego, sólo para luego nacer con sólo dos letras: no. Y luego, me pregunto si él alguna vez se ha preguntado si alguien, por más remoto que fuera, lo amaba o sentía algo al verlo. Y la posibilidad de que tan sólo una vez, una persona, fuese quien fuese, hubiera sentido algo al verme a mí, nacía, puesto a que es hora de admitir que estoy irremediablemente cautivada por él. Y él ni siquiera lo sabe. Y el no confesárselo se siente como mentir, porque si alguien me amara, me gustaría que me lo digiera.
No me gustaría que esa persona se guardara todo lo que siente sobre mí. Me gustaría saber que alguien, sea quien sea, ha dedicado minutos a pensar en mí. Me gustaría saber si alguien se ha saltado un latido por mí, o si alguien desea conocerme, tanto como yo deseo conocerlo a él. Pero, más que nada, me gustaría saber si me escribe, porque hasta ahora, en este amor que siento sólo encuentro letras mágicas.
Y prometo que unos de estos días voy a leer todo lo que escribí, y me voy a preguntar si se trata de él. Y probablemente sea así. Y posiblemente ya no.
Que tengas un lindo día.
Seguiré escribiéndote.
Con cariño, problemas existenciales
O sólo problemas
O simplemente dudas.
Una chica ordinaria.”
