Epílogo.

1.7K 242 452
                                    

Habían pasado 3 años desde lo ocurrido y Stuart se encontraba recargado en el cuerpo de su actual pareja: Christopher.

Ambos observaban con fascinación a los pequeños que corrían de un lado a otro. Se encontraban en la fiesta de cumpleaños número seis de Annie Reynols, la cual, había invitado a todos sus amigos del preescolar.

El oficial tomó asiento al lado de Stuart, sonriéndole.

—Hola, Stuart. —saludó. — ¿Cómo has estado?

El mencionado le devolvió la sonrisa. Se había vuelto muy unido a Reynols y a su familia. Se podría decir, que era como el tío favorito de sus 3 hijos: Annie, Sylvia y Michael.

—He estado bien, gracias por preguntar. —se reacomodó en su lugar. — ¿Cómo ha estado Grace? —cuestionó, pues la esposa de su antiguo oficial, había caído en una anemia leve, pero aun así, le importaba su bienestar.

—Los doctores dijeron que ya está mucho mejor. —afirmó, mirando a la mencionada. —Esta recuperada casi del todo.

—Me alegro.

Conversaron de temas diversos, mientras Stuart de vez en cuando se levantaba para ir a conocer a los amigos de la menor de los hijos de Reynols. El peli-azul amaba convivir con Annie. Él y Christopher habían pensado en más de una ocasión adoptar a un pequeño.

Ambos tenían experiencia conviviendo con pequeños, pues Chris era médico en la zona de pediatría y adoraba a los niños tanto como él. No había duda alguna que serían una gran familia.

...

El menor se separó lentamente de aquel beso, sonriéndole a su novio.

—Entonces, ¿Estás seguro, Stuart? Sabes que cuidar a un niño es una responsabilidad.

—Por supuesto que estoy seguro. —le sonrió, besándole los nudillos. —Verás que seremos felices. Nos casaremos en unos meses y la verdad...quisiera tener una familia contigo.

Christopher sonrió y unió una vez más sus labios en un corto beso, hasta que su teléfono sonó. El peli-azul lo miró atender la llamada y le sonrió cuando colgó.

—Tengo que irme. —afirmó.

—Entiendo, no te preocupes. —dijo con sinceridad. —Te veo cuando termines tu turno. Te amo. —concluyó, apunto de entrar a su hogar.

—También te amo.

El chico de piel pálida le dedicó una última sonrisa, para luego, ingresar a su hogar. Encendió las luces y se aproximó a la cocina, dejando sus llaves sobre la mesa e ir a servirse un vaso de agua, bebiendo el contenido después.

Miró el reloj que colgaba en una de las paredes. Daban las 11:00 pm y suspiró, usualmente el día se le pasaba mucho más rápido cuando se quedaba conversando con la familia de Reynols en compañía de su novio.

Extrañamente, no tenía sueño. Guardó un par de rebanadas de pastel en el refrigerador y subió las escaleras directo a su habitación. Encendió la televisión y se recostó en la cama, suspirando.

Era invierno, así que las tormentas no eran extrañas en aquella época del año. Después de todo, agradeció estar en casa cuanto comenzó a llover.

"Ve con cuidado", escribió y envío a su novio.

Miró la televisión, aburriéndose de la programación. Bostezó y comenzó a cerrar poco a poco los ojos.

...

Despertó gracias a un estruendoso trueno.

Miró la televisión aun encendida, observando que eran exactamente las 12:30 am. Suspiró de alivio al percatarse que la televisión no había durado encendida demasiado tiempo.

$ting. 『2Doc/TERMINADA』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora