Mini-maratón 1/4.
🌚🌚🌚🌚.Stu tomaba un refresco de manzana, al mismo tiempo que el oficial Reynols le abría un empaque de gomitas.
—Aquí tienes. —dijo dándole el dulce.
—Gracias. —le sonrió, apuntó de comer.
—Stuart. —el mencionado lo miró. — ¿Tienes hambre?
—... —asintió algo inseguro. —S-sí.
—Rachel me ha dicho que estos últimos días has mejorado en tu comportamiento.
—Sí, Rachel me da nuevos carritos y música genial si me porto bien.
—También me dijo que los médicos te revisaron, ¿Es cierto?
—No me gusta. —lo mira. —Me sacan sangre y me ponen... exámenes. —hace una mueca. —Dicen que en todos los exámenes salgo mal, no estoy en la escuela. —afirma. —Tal vez alguien debería decírselos.
—... —se quedó en silencio unos segundos. Para Stuart eran exámenes sin gracia, pero para el resto, aquello revelaba su salud mental. —Escuché que ya no devuelves la comida, parece que las heridas externas e internas de tu estómago sanaron.
— ¡Sí! El daño que me causaron las mancuernas ya no está. —le sonríe, emocionado. —Pero la comida de aquí apesta.
— ¿Todo lo que te dan aquí apesta?
—Todo.
—Oh, es una lástima. —murmuró fingiendo tristeza.
Stuart miró con atención la bolsa de plástico que el oficial puso sobre la mesa.
— ¿Qué es?
— ¿Te gustan las hamburguesas? —cuestionó al mismo tiempo que sacaba aquel alimento acompañado de papas fritas.
— ¿¡Aún existen!? ¡Ha pasado mucho tiempo desde que probé comida decente!
Reynols soltó una risa y observó como el chico de piel pálida comenzaba a comer como si no hubiese un mañana.
—Hey, ve despacio. —tomó una servilleta y limpió la ketchup que resbalaba por la comisura de sus labios. —Tenías hambre, ¿Eh? —preguntó de forma burlona.
— ¡Esto esta delicioso! Veré si Rachel me consigue una pizza para la próxima sesión.
—... —se recargó en la silla de metal. Sobó el puente de su nariz, estaría apunto de perder el ambiente tan agradable que se había formado. — ¿Murdoc no te alimentaba?
El menor se detuvo al instante.
Reynols se sentía mal, de alguna forma. Había ganado parte de la confianza del menor y no quería perderla, sin embargo, tenía que preguntar. Tenía que saber todo acerca de lo que sucedió en la colorida casa que el menor mencionó. Era su trabajo.
—... esta bueno. —murmuró, señalando la comida, para luego, volver comer otro bocado.
—Stuart.
El mencionado sabía lo que significaba. Cada que el oficial lo llamaba, tenía que hablar. No le gustaba eso. No quería recordar nada.
“Si terminas de contarle, dejará todo el tema atrás”, pensó el peli-azul.
Stuart tosió un par de veces, aquello sabía horrible.
— ¿Qué mierda te pasa? —escuchó decir.
Tembló un poco, tenía frío y estar en el suelo del baño no le ayudaba a nada.
—N-no me gusta...
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$ting. 『2Doc/TERMINADA』
أدب الهواة『Si tu fueras humano... si tú fueras lo que asumí que eras, no habrías hecho esto』 Inspirada en la canción $ting - The Neighbourhood.