Pequeños pedazos de cielo

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—Siwon, creo que estoy teniendo un ataque al corazón —Kyuhyun murmuró, colocando su mano sobre su pecho.

—Tu pequeño corazón está bien, cielo, solo cálmate —Siwon dijo, apretándole el muslo suavemente.

—¿¡Cómo puedes estar tan calmado!? ¡Van a nacer hoy! —Gritó, casi azotando la cabeza contra la ventana del automóvil.

—¿Quién dijo que estoy calmado? Solo Dios está ayudándome a manejar, eso me mantiene más o menos tranquilo... —suspiró.

—Es nuestro último viaje solos... —Kyuhyun empezó, hablando suavemente—, la próxima vez que vengamos aquí tendremos dos pequeños ahí atrás.

—Así es —Siwon sonrió, mirando por el espejo retrovisor a los asientos traseros—. Muchas gracias por todo, Kyu.

—Guárdalo para después, Wonnie, me estoy muriendo en estos momentos —dijo, enviándole una sonrisa con la cual esperaba que entendiera que también estaba agradecido antes de recargar la cabeza en el asiento y cerrando los ojos.

Siwon continuó manejando, concentrándose en el camino lo mejor que podía, el que estuviera lloviendo se sentía como una prueba para ver si realmente era merecedor de tener dos pequeños ángeles con él sin fallar; era una vida nueva y tenía que estar a la altura de ello.

Tras un par de horas de manejar bajo la lluvia, Siwon se estacionó frente al hospital central de Daegu donde sacó la sombrilla y corrió a tratar de tapar a Kyuhyun que parecía seguir estand demasiado nervioso como para funcionar correctamente.

Entrando, caminaron hasta la estación de las enfermeras donde preguntaron por el nombre de la mujer a lo que ella respondió que aguardaran; un momento después un hombre apareció para recibirles.

—Soy el esposo de Yura, quiero agradecerles por adoptarlos —dijo mientras empezaba a guiarlos hacia la habitación—. Sé que un bebé es una bendición para todos, pero... buscamos otras cosas.

«Sé que soy una mala persona, pero estoy feliz de tenerlos en lugar de ellos.» Kyuhyun suspiró.

—Somos nosotros quienes estamos en deuda, tenerlos será lo mejor que pudiesen haber hecho por nosotros —Siwon sonrió.

El hombre asintió con una sonrisa antes de abrir la puerta para ellos y dejarles pasar.

—Ah, estoy muy agradecida de verlos de nuevo —la mujer, ahora vestida con una bata de hospital, se encontraba recostada parcialmente sobre la cama, soportando parte de su peso con sus codos, luciendo sudada y un tanto roja de la cara.

—Gracias al cielo yo no tengo que pasar por eso... —Kyuhyun murmuró.

—El doctor dijo que entraré en labor de parto en dos horas —dijo, respirando profundamente.

—Aquí estaremos. —Siwon sonrió de nuevo, tomando la mano de Kyuhyun y apretándola levemente.

Continuaron hablando durante ese periodo, ayudándole lo más que podían a calmar el dolor que las contracciones le causaban, tratando de acallar la sarta de groserías que soltaba cuando este era demasiado intenso. Pronto los doctores informaron que estaba lista y que le llevarían a la sala de partos, su esposo los siguió, dejando a Kyuhyun y Siwon ahí, esperando.

—Me voy a morir —Kyuhyun se quejó de nuevo.

—Te dije que estás bien, solo tienes que calmarte... Kyuhyun, me estás poniendo más de nervios tú que la situación —Siwon le abrazó, acariciándole la cabeza levemente.

—Disculpa pero todo fue tú idea así que es tu culpa. ¡Yo estoy más nervioso que tú! —Dijo, recargando la cabeza en su hombro y suspirando levemente.

Una familia recién formada [Wonkyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora