Clay repartía periódicos en su bicicleta todos los días. Era la misma rutina de siempre, sacarlos de la canasta y lanzarlos.
Pasó demasiado rápido por una de las casas. Lanza el periódico, pero un quejido se escuchó. Estaba seguro que había golpeado a alguien. Intenta mermar la velocidad para disculparse de inmediato, al no poder hacerlo a tiempo cae al asfalto.
Algo aturdido abre sus ojos, topandose con una chica de rizos frente a el. Le sonreía con gracia.
— ¿Te encuentras bien?. —pregunta extendiendo su mano hacia el chico.
— Eh... s-si, estoy bien, ¿tu estas bien?, b-bueno te he golpeado con el periódico. Oh Dios, soy tan torpe. Discúlpame.
Ella suelta una risa con gracia. Finalmente Clay toma su mano y se levanta.
—Vaya golpe te haz dado —lleva su otra mano a la mejilla del chico— Te lastimaste.
Sin poder evitarlo el castaño se sonroja, aquel rostro pálido había tomado color por el tacto de la chica.
—Voy a curarte, ¿bien? Prometo que no tardaré mucho y podrás seguir con tu trabajo. —asiente con la cabeza ante sus palabras.
Deja que lo guíe hasta su casa, en donde lo hace esperar en la sala mientras iba por el botiquín de primeros auxilios.
Por primera vez una chica lo había llevado a su casa, y era una chica bonita. Aunque no contaba demasiado, se había golpeado y solamente era por eso.
— Qué torpe, Clay —se susurra.
— Demasiado torpe, niño casco.
Ella ríe y deja el botiquín sobre la mesa. Se sienta junto al chico y se pone manos a la obra.
— Mi nombre es ____, por cierto. —comenta mientras continúa con el labor.
— S-soy Clay Jensen. —se presenta.
Observa más a aquella chica. Era casi tan pálida como el, su cabello rizado caía como cascada sobre sus hombros. Tenia un aspecto muy dulce.
— ¿Seguro que no te lastimaste más?.
— Sí, estoy seguro. —responde.
— Iba a gritarte por haberme golpeado pero tuve piedad de ti al momento en que caíste. —dice entre risas allí recordar el momento.
— Me imagino, no es una bonita manera de empezar la mañana —ahora el también ríe junto a ella.
— Por primera vez despierto temprano en las vacaciones y me golpean con un periódico.
— Oye, lo siento. —dice avergonzado.
— No te preocupes, Clay.
Finalmente ella finaliza poniendo una bandita en la herida.
— Estaba pensando... Me caíste bien, ¿Sabes? Y-y... —sin poder decir algo más saca las entradas para el concierto de Alex.
— Oh.
—Te golpeé con un periódico y entonces... quiero, ¿compensarlo?.
—¿No tenias otra excusa?— pregunta con burla —Eres muy dulce, Clay.
— ¿V-vamos a ir?.
—Claro, tengo ganas de conocerte mejor.
—Perfecto— susurra alegre —Paso a buscarte, ¿o... Nos vemos ahí?.
—Ven a buscarme.
— Y-yo no tengo vehículo, puedo pasar con un taxi.
—En tu bicicleta esta bien. No te preocupes.
Esa chica era encantadora. Cualquiera se hubiera negado rotundamente. Pero ella le pareció diferente, muy diferente.
—Quiero que vengas aquí una hora antes, iremos por el parque y hablaremos mas— comenta ella mientras lo acompaña a la entrada.
—Estoy ansioso, será mi primer cita-
Detiene sus palabras. Oh Dios, otra vez se le fue la lengua.
—No quise decir eso, porque no es una cita, no creo que lo sea, ¿o lo es? Olvida lo que dije. Soy torpe, y- sólo olvídalo. Nos vemos.
—Es una cita.
Sus azules ojos se abren de par en par. Entonces era una cita.
La chica se acerca más a la puerta Hasta quedar de frente a el. Sus miradas de frente, a escasos centímetros uno del otro.
Ella con sus suaves manos acaricia la blanquecina piel del muchacho. En un impulso con valor, ____ lo besa.
Su piel había tomado nuevamente color en su rostro.
Una chica que había conocido hace una hora lo había besado. Estaba confundido, pero a la vez inmensamente feliz.
¿En que mundo paralelo una chica bonita besaría a un nerd sin vida social?. Esa pregunta se planteaba a cada momento.
—Nos vemos esta noche.
—S-si, nos vemos.
Se sonrien.
—Cuídate.
