Montgomery de la Cruz

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— ¿No vas a venir? —me pregunta él, mientras envuelve mi cintura con su brazo.

— No, diviértete tú. Yo prefiero quedarme en casa hoy.

— ¿Segura? —me mira con esos hermosos ojos.

— No pongas esa cara de cachorro abandonado —digo entre risas, planto un beso en sus labios.

— Bien, supongo que hoy tendré que hacer algo diferente —Montgomery suspira.

— Llámame, ¿si? —mi atleta favorito asiente con la cabeza.

         Me atrae a él con sus brazos, e impregna sus labios contra los míos. Algo que me estremece, pero a la vez que me encanta.

— Nos vemos, bebé —me dice él mientras yo entraba a casa.

— Adiós. Llámame, ¿bien? No lo olvides.

— No me olvidare —ríe— Descuida.

      Montgomery me frustrada cuando iba a fiestas, me preocupaba mucho cuando tomaba de más. Siempre le aconseje que venga a mi casa luego, su casa quedaba muy lejos, y era mejor mientras menos manejaba ebrio, o ni siquiera tenía que hacerlo.

      Lo veo alejarse, a paso lento, y con las manos en sus bolsillos. Suspiro de tan solo verlo.

— Déja de preocuparte —dice mi hermana— Preocúpate porque no se vaya con la primer perra que encuentre.

— ¡Cállate, idiota! —exclamo enojada. Me saca de quicio sus comentarios.

— Hey, no quiero que peleen —dice mi padre llegando al comedor— ¿Cómo está Montgomery?.

— Está bien, hoy su equipo ganó, y fue el mejor. Créeme.

— Ese muchacho tiene talento.

— Es asombroso —susurro.

      Las horas pasaron, no había hecho nada mas que hablar con Jessica, ella también iría a la fiesta con Alex.

    Hice tarea para el lunes, dibujé, escuché música, vi una película. Y me bañé, me vesti con algo cómodo y lindo, mi familia y yo saldríamos a cenar.

    De repente mi teléfono empieza a sonar, mis ilusiones de que fuera Monty desaparecieron tan rápido.  Era Jess.

¿Hola?.

— _____, sabes que no quiero que te sientas mal. Odio que estés así, pero necesito decirte esto.

— Maldición, me asustas. ¿Qué pasa?.

— Es Montgomery... Él... salió hace un rato con Sheri, entraron al auto de el.

— ¿Q-Que?.

— Lo siento, si quieres ven. Yo te daré mi apoyo, y golpeamos a esa perra.

     Corto la llamada, me coloco una chaqueta de cuero y salgo apresurada, sin despedirme de alguien.

     Podía sentir mi respiración agitada y mis ojos llorosos, era raro. ¿A que más podrían haberse ido al auto de Montgomery? Una porrista buena y mi novio.

      Bajo del auto de mi padre, y busco a Jessica, ella y Alex se acercan corriendo.

— ¿¡Todavía están ahí?!.

— S-Si —responde Alex— Oye, tranquilizate.

     Corro al estacionamiento del bar, y veo su auto ahí. Me acerco a la puerta trasera, la abro.

      Las ganas de llorar se hicieron más fuertes. El estaba sobre ella, besandola, mientras que Sheri reía. Toda su "felicidad" se esfumó al verme ahí.

— ¡Tú! —con furia lo señalo— ¡Sal del puto auto!.

     Lo tomo de la camisa y lo obligo a salir, estaba ebrio pero no tanto.

— Relájate, cariño. Relájate.

— Hijo de perra —susurro cerrando la puerta, Sheri no había tenido la valentía de salir.

     Montgomery parece asustado, yo enojada no era algo bueno.

— ¡Maldito hijo de perra!  —sin poder controlarme lo empujo y con mi mano lo golpeo, pero él se cubre.

— Cariño, ¡no! —exclama intentando tomar mi mano, pero lo aparto, no quería me toque.

     Sollozo en voz baja, la traición era lo peor que alguien podía experimentar.  Y ahora podía sentirlo.

— ¡Esa perra! ¿¡Es la porrista, verdad? —le doy una bofetada.

— ¡Por el amor de dios! —exclama cubriendo su rostro otra vez.

— ¿¡Qué demonios te sucede?! ¿¡Lo haz estado haciendo todo este tiempo?! ¡Haz estado con esa perra! ¡Con esa maldita perra!.

      Puedo ver una pizca de arrepentimiento en su mirada, pero todo estaba hecho.

— ¿Cómo pudiste hacerme esto?.

— Cariño, yo... —susurra.

— Eres como una persona completamente diferente.

— Lo siento. No se que decir, cariño... Yo... —dice a la vez que suspira— Lo siento.

    Cubro mi rostro al sentir todas las lágrimas empapar mis mejillas.

— ¿Eso es lo que quieres? —me animo a preguntar, aún temiendo la respuesta.

     Él solo respondió con un silencio, el silencio que pudo decirme más de mil palabras. 

     Fue una sensación horrible.







Es lo único que se me ocurrió para sad xdxd espero que les haya gustado.

One-Shots 13 reasons why?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora