(PEDIDO)
Ser novia de Montgomery, podía ser una mierda a veces, celoso, impulsivo... Totalmente diferente a cuando lo conocí, o nuestros primeros meses como pareja.
Me arrepentía a veces, era estar en un constante conjunto de problemas. Regaños, humillación, celos, e incluso hasta golpes. Pero siempre se disculpaba, no podía decirle no.
Lo amo, aun lo amo, y debo admitirlo. Jamás podría dejar de hacerlo, a pesar de todo.
—¿Me estas escuchando?. —toma mi mentón sin cuidado alguno— ____.
—Claro que te escucho, Monty.
—Cómo decía, nos vemos hoy en la fiesta, paso por ti a las diez.
Era miércoles, ¿una fiesta en día de semana?.
—No puedo. Tengo que estudiar para un exámen. —digo algo temerosa por su reacción.
—¿Y? No importa, ¿o no quieres pasar tiempo conmigo? ¿hay alguien más?.
Saca cualquier idea al instante, no me tiene confianza, lo sé. Pero me esfuerzo lo mejor para hacerlo feliz, y olvidarme de sus tratos.
—No es eso. —niego.
—Entonces te veo hoy a las diez. —dice mientras toma mis labios con fuerza— Y recuerda. Eres mía. Dilo.
—Soy tuya... —Me esfuerzo por sonreir convincentemente.
Bajo de su auto, arranca apenas cierro la puerta, ni bien llegué a la acera.
Al entrar, mi madre me sonríe como siempre, pero sabía que esta vez no era de verdad, esta molesta, no aprueba a Montgomery.
—¿Sigues con ese patán? —Clay, mi hermano menor, se lleva una fulminante mirada— Sólo pregunto.
—No lo llames así, Clay.
El rueda los ojos, viéndose gracioso.
Luego de un largo día con mi novio, quien no me permitía estar muy alejada de el y de sus amigos populares, Clay era mi alivio. Me alegraba todo.
—Ven aquí, arcilla —lo abrazo, y espero que el lo haga fuerte y junte todas mis piezas rotas— te quiero.
—Y yo a ti, tabla.
[...]
La noche llegó. Como siempre mi madre y yo discutimos por la fiesta, pero papá me dejó ir. No quería ir, pero Montgomery podria enoajrse, y me ahorraré problemas.
—Esos shorts son muy cortos, ¿por que te los pusiste?.
—Me gustan.
—Quieres ligar en la fiesta, ¿no? A mi no me engañas.
—No, Montgomery, ¿como piensas eso? Jamás lo haría. —el bufa enojado, muy enojado.
—Ven aquí.
Toma mi rostro entre sus manos y me besa. Con tal suavidad que me sorprende.
—No te alejaras de mi, ¿bien?. En ningún momento.
Llegamos a la fiesta. Lo único que hicimos fue estar sentados en el sofá, mientras el ni dejaba de beber, y bromear con sus amigos. Era aburrido, y no podía dejar de pensar en el exámen.
Aquello se aleja rápido de mi cabeza. Bryce y los demás chicos se levantan y se encaminan al patio trasero.
—Te veo aburrida. —se acerca más a mi y me abraza— ¿Nos divertimos un poco, amor?.
