El Principio

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Bueno creepygeliers...éste es mi primer Fanfic de Diabolik Lovers...espero que lo disfrutéis...y que no tengáis ganas de asesinarme cuando lo léais :v

Narra Yui

Llovía.Me encontraba frente a las enormes puertas de áquella grande mansión, intimidada. Con un crujido de película de terror, las puertas se entreabrieron, dejando ver un interior sombrío y lúgubre. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Según mi padre iba a vivir con un viejo amigo suyo,y,claro está,él no me iba a mentir. Pero en cuanto entré al recibidor,tuve ganas de echarlo todo por tierra e irme corriendo.
Dejé mi maleta a un lado y recorrí el inóspito lugar con la mirada. El alivio (el cual duró poco, ya veréis por qué) se vio reflejado en mi rostro al ver a un chico pelirrojo tumbado en lo que parecía ser un sofá pegado al ventanal. Suspiré y me dirigí hacia él.
-Disculpa...-le llamé. No reaccionó en lo más minímo- Oye...
Me arrodillé a su lado y le toqué la mano. Estaba frío como un témpano de hielo. Ahogué un grito. <<Dios mío...>>. Como por acto reflejo, apoyé la oreja en su pecho. No oía pulsaciones.
-¡¡DIOS MÍO, TENGO QUE LLAMAR A LA AMBULANCIA!!! -vociferé.
Para gran terror mío, el chico abrió los ojos y me arrebató el móvil. Pegué un grito.
-P-pero...si tú...n-no te latía el corazón...-abrí mucho los ojos.
Su mirada se tornó maligna, burlona. Me levanté,dispuesta a echar a correr, pero, cogiéndome de la cintura,hizo que cayera en el sofá, debajo de él.
-P-pero ¿qué haces?
Cerré fuertemente los ojos al notar su lengua fría por mi cuello.
-¿No es obvio? Voy a tomarte...
-¡Ayato!-nombró una fuerte voz.
Ambos giramos la cabeza hacia la persona. A nuestro lado se hallaba un tipo alto y extremadamente elegante, de cabello negro y ojos rojo vino.
-Ya te he dicho que continues ese tipo de acciones en tú cuarto -Prosiguió. Hasta su forma de hablar era elegante y formal.
Aprovechando su descuido, me zafé del chico de mirada verde reptil llamado Ayato, poniéndome en pie.
-Y-yo...disculpe...-le hablé.
Su mirada molesta se clavó en mí.
-Y tú,¿quién eres?
-Soy...Yui Komori. Tengo 17 años y..m-mi padre me dijo que viviría aquí por un tiempo ya que él está haciendo un viaje y no me puede llevar con él...
-¿Tu sabes algo sobre ésto,Ayato?
-¿Yo? ¿Cómo iba a saberlo? Si se presentó aquí de la nada...
-¡No te pude explicar nada porque me atacaste! -le corté yo, irritada.
Chasqueó la lengua y giró la cabeza, indignado. <<Egocéntrico...>>
-Bueno...pasemos mejor al salón, ahí nos lo podrás explicar todo.
Asentí. Se encaminó por un pasillo de forma rápida. Miré a Ayato y corrí tras el chico. Subimos unas escaleras. Contuve un grito de exclamación al ver semejante salón, lleno de sillones y sofás caros y paredes sobrias.
-Toma asiento,por favor -hizo un ademán con la mano.
-Sí...-me senté en un sillón de dos plazas.
-Bueno,¿por dónde íbamos?
-Pues...
-Nfu,nfu~ con que mi nariz no me estaba engañando,¡hay una rica niña humana aquí!
Giré la cabeza. En lo alto de las escaleras, a la izquierda, había un chico pelirrojo de mirada lasciva. Demasiado lasciva. En un abrir y cerrar de ojos, ya no se encontraba ahí. Estaba a mi lado.
¿Cómo era posible? ¡Ni si quiera lo había visto venir! Se acercó a mi con sus intenciones escritas en los ojos verdes que poseía.
Pasó sus dientes por mi oreja. En seguida me aparté con una exclamación.
-¡Pero qué...!
Apareció Ayato en un sofá,a dos metros del mío.
-Quita tus colmillos de ella, ¡Oree-sama la vio primero!
¿Acaba de llamarse a sí mismo, "el grandioso yo"?
-Nfu,Nfu~Hay que compartir, Ayato-kun...
-Es verdad -apoyó una voz desconocida muy cerca mía-. Te ves tan dulce...déjame probarte.
Giré la cabeza para ver, a menos de un palmo de distancia, a un chico con unos grandes ojos lilas, surcados de ojeras, con un peluche en el regazo.
-¿Verdad que es linda, Teddy? -le susurró al peluche.
-¡Raito,Kanato,ya basta! -declaró el chico del pelo negro-. ¿No os parece un comportamiento poco cortés el que estáis teniendo? ¡Es una dama a la que acabáis de conocer! -los regañó.
Yo me levanté del sofá, decidida, pero muerta del miedo por dentro.
-¡Perdonadme,ésto debe de ser una confusión! -cogí mi maleta e hice ademán de irme.
-¿No sería muy descortés por tu parte si te vas ahora? -dijo-. Estamos intentando solucionar esto...
No me daban buena vibra, pero aún así me quedé quieta donde estaba.
-El gran Ore-sama es ahora tu dueño,chichinasi -sonrió burlón.
-Agh, es pátetico que te sigas llamando a ti mismo "Ore-sama", inútil...
La voz estaba en el aire, pero, por más que giraba la cabeza en todas direcciones,no veía al propietario de semejante tono irritado y frío,enojado.
-Subaru -hizo un ruido de exasperación-, sé que eres tú, ¡muéstrate!
Como por arte de magia, el chico que se hacía llamar Subaru apareció apoyado en la pared, con el ceño tan fruncido que parecía un bache en el camino.
Solté un gritito de asombro. ¿De dónde había salido?
-¿Y tú quién eres? -me preguntó.
-¿D-de dónde has salido?
-¡MI PREGUNTA PRIMERO!
Y,a continuación, dio tal puñetazo a la pared que ésta se agrietó, y cayeron trozos de la misma al suelo. Me quedé estupefacta.

-Ya está bien, estáis asustandola -pronunció el de pelo negro-. Shu, ¿sabes algo de lo que está pasando? -preguntó.
En el sofá rojo de atrás apareció un chico rubio con auriculares puestos. Habló sin siquiera abrir los ojos.
-¿Hummm? Sí..."Esa Persona" dijo que iba a venir una chica de la iglesia. Que la tratemos con respeto y gentileza.
-Entiendo...-lo miraba con aborrecimiento- Entonces no hay ninguna confusión. Es hora de las presentaciones, entonces...yo soy...
Se oyeron fuertes pisadas por el pasillo, seguido de una voz femenina cantando de forma angelical. Estaba cantando "Trumpets". Oh,no. Se me había olvidado...me había olvidado de ella. Todos miramos las puertas, a la espera de verla aparecer. Y apareció.


Sé que éste capítulo es una mierda, pero no os preocupéis, el segundo es mucho mejor ;3


&quot;Diabolik Lovers: Las dos Evas&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora