30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)

Día 68

Narra Martinus

Estoy dos días que han pasado a sido una eternidad para mi, no puedo esperar volver a verla. También quiero salir ya de aquí, estos dos tortolos son demasiado cursis y activos en ciertos aspectos. Mamá ni papá han venido por aquí, no se si no me encuentran o si ya entendieron  que me cansé de ellos y estoy buscando mi propia felicidad.

Esta es la última comida en Noruega con mis amigos, con personas que realmente me entienden y quieren mi felicidad. Me siento mal por no poder despedirme de Marcus pero se que lo veré en un futuro no muy lejano. Alexander me regaló un celular porque realmente necesito uno, de esa manera podré estar en contacto con ellos y tal vez con Marcus.

(...)

Lukas y Alexander me estan llevando al aeropuerto, se que ellos están felices por mi aunque lloren por mi partida. Lukas siempre fue un exagerado y al parecer Alexander también lo es.

-Hermano te voy a extrañar- Lukas me dio un fuerte abrazo porque era el momento de decirnos adios.

-Yo igual Martinus pero espero que la pases bien, ya sabes a que me refiero- Alexander alzó sus cejas con una risa maliciosa, sabía a que se refería.

-Son unos tontos pero que haría sin ustedes- me despedí de ellos por última vez porque ya era hora de marcharme. -Gracias por todo de verdad, los amo- eso fue muy sentimental y ya íbamos a llorar así que les mandé un beso a cada uno para hacerlos reír y funcionó.

Afortunadamente mi asiento era junto a la ventana. Una chica estaba sentada junto a mi, era muy bonita a decir verdad y a su lado iba su novio. Me hacían imaginarme a mi y ella en un futuro viajando, disfrutando de la vida.
El vuelo no fue nada bueno, dos horas sentado sin hacer nada no es para mi pero no importa de aquí tomaré un taxi para ir a casa. El señor fue muy amable pero decidí no hablar con él, pensaba en que le diré cuando la vea.
Era un poco tarde pero no importaba, quiero verla ya. Después de media hora llegamos, no tenía tanto dinero y tenía miedo de escuchar cuanto tenía que pagarle.

-¿Tú eres Marcus?- preguntó el taxista.

-No señor, yo soy Martinus su hermano.

-Lo mismo es. Mi hija es una gran admiradora de ustedes ¿podrías darme un autógrafo y una foto?- vaya suerte la mía.

-Claro señor- le firmé una hoja, nos tomamos fotos y también un vídeo.

-Tranquilo que no te cobraré- dijo pensando que yo me negraria pero como no tenía dinero acepte.

Estaba en frente de su casa, todo era como lo recordaba. No sabía si tocar a su puerta o esperar, había esperado tanto que ya no podía más. Era casi las ocho de la noche y no estaba seguro si sus padres estarían con ella.
Esperé a que apaguen todas las luces para subir por su ventana como la otra vez.
Fui a dejar mis cosas en mi antigua casa, no había nada así que debería dormir en es suelo. Las luces funcionaban y el agua igual era lo único saque necesitaba para vivir. Después buscaría como ganar dinero para vivir permanentemente aquí.
Las luces se apagaron, esa era mi señal.
Pude subir hasta su ventana sin problemas y trate de abrirla, por suerte no tenía el seguro. Entre en silencio para no despertarla, se veía tan frágil durmiendo. No la recordaba tan bella sólo quería verla y lo estaba haciendo ahora, me arrodille hasta quedar frente a ella. Aprecie cada centímetro, era la chica más hermosa que había conocido. Mis lágrimas empezaron a caer porque noté que ella había estado llorando. No imagino cuanto sufrió y aún tengo miedo de no poder quedarme junto a ella. No quería prometer algo que no podría cumplir.
Tome valor y la toqué suavemente para poder despertarla hasta que empezó a abrir sus ojos lentamente.

-Jacob vete de aquí, no estoy de humor para aguantarte- dijo algo dormida y se giró al otro lado.
Pude sentir un dolor en mi pecho ¿quién es Jacob? Estoy muy confundido, deje a mi familia por ti y al parecer tú ya me olvidaste. Estaba dispuesto a empezar desde cero... estaba antes de escuchar eso. Parece que al final de todo mamá tenía razón y lo único que hacen las personas es lastimarte.