Disclaimer.- los personajes no me pertenecen si no a su legítimo creador y autor Hiro Mashima a quien nunca me cansare de agradecerle que haya creado a estos increíbles personajes y que sobre todo nos permita usarlos para nuestras ideas.
Disfruten la lectura...
Epilogo.- Bajo un paraguas.
El día era tremendamente brillante, el sol era de un color ámbar hermoso y emanaba solo el calor necesario para un cálido día, el aire traía un dulce aroma a caramelo y panques recién hechos, junto con la promesa de una gran comida, el pequeño jardín se encontraba lleno de globos y figuritas de colores, y no era para menos, una fiesta infantil tenía que ser así, después de todo, no todos los días les hacían una fiesta especial a los niños, porque después de todo, los amigos siempre son para que duren para siempre, o por lo menos esa era la idea de los padres.
-¡HOLA!- Grito la recién llegada a todo pulmón, en unisonó junto a su padre, ambos siempre enérgicos y llenos de vida como de costumbre, por su parte la madre solo suspiraba algo apenada, la niña se soltó de su padre y corrió a donde los demás pequeños.
-Nashi creció bastante en estos meses- Tras ellos venia llegando Yukino con una sonrisa maternal en su rostro, Lucy volteo con rapidez hasta encontrarse con su amiga maga celestial, la pequeña Nashi Dragneel les sonrió a ambas, era una niña alegre y vivaracha como su padre de 7 años, de cabello rosa, ojos chocolate y físicamente se parecía a su madre, Lucy, pero tenía el mismo carácter de Natsu, aunque a veces era una pequeña tierna y madura, característica de ella.
-los demás también- Lucy miro a todos los demás, sus pequeños, la próxima generación, el futuro recaería en sus pequeñas manitas, o bueno, ya no tan pequeñas, hasta el fondo de la sala se encontraba su marido peleando por la compañía de Nashi con un niño de unos 8 años, de cabellos azules y ojos negros, el pequeño y muy caballeroso Gerald, hijo de Erza y Jellal, había quedado encantado por la pequeña Dragneel desde que la conoció, por lo cual era el peor enemigo declarado de el Slayers de fuego, mientras Erza y Jellal, que había sido aceptado por el consejo cuando se unió al gremio Sabertooth 11 años atrás, solo veían con cansancio a su otro hijo caminar de un lado a otro.
Su primogénito, de 10 años era un muchachito bastante apuesto, de cabellos escarlata, y ojos castaños, vestido siempre con un traje de combate, Leonard era sin duda un niño encantador, junto a él estaba Yuko, de 9 años, el serio hijo de Yukino y Rogue, de cabellos blancos y ojos claros, quien siempre como única compañía tenía a su linda acosadora personal Gramil, la hija pelinegra de Gajeel y Levy de 5 años, quienes ya se habían resignado a que en definitiva Juvia era su tía de la pequeña, a diferencia de su gemela, el varonil Lucio (por petición de Levy) tenía todo el carácter de su padre, aunque el dragón de hierro lo negara.
-Todos son muy curiosos- Rufus llegaba junto a los demás con la curiosa hija de Wendy sobre su espalda, la niña de 3 años de cabellos azules oscuro siempre disfrutaba de dormir encima de los extraños, algo un poco preocupante pero bueno, solo tenía 3 años.
-¡MALDITA MOCOSA, TE MATARE EN CUANTO TE ATRAPE!- La poderosa voz de Minerva retumbo entre las paredes de todo el edificio, ese grito ya no era muy... extraño escucharlo, ya que Minerva realmente no soportaba a la pequeña lucecita traviesa del gremio.
-Valla paquete que te vas a echar- Natsu tembló ante los gritos de la morena, mirando con duda a un joven de cabellos pelirrojos anaranjados, de ojos miel y tez bronceada, el encantador y sumiso caballero del reino, al cual habían conocido en los juegos mágicos de hace 2 años, quien estaba comprometido con la malhumorada morena.
-Es dulce si la conoces- contesto él, Alan Mailer, con una gotita de sudor frio escuchando todo el desastre que su amada prometida causaba buscando a esa escurridiza lucecita, y si no se equivocaba, también a la gota de lluvia que siempre le seguía.
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Bajo un paraguas StingxJuvia
FanfictionJuvia por fin se a dado cuenta de que Gray no siente nada por ella, y sumergida en la soledad, un brillante sol aparece ante ella con una encantadora sonrisa, haciéndola olvidar a su amado, pero las cosas se pondrán de cabeza cuando el pelinegro en...