Recuerdos -Parte 1-

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ADVERTENCIA

NO LEER EN PÚBLICO.
contiene palabras altisonantes y escenas sexuales.

Cuando vives con dos hombres puedes esperar muchas cosas al llegar a casa.
Cuando uno de ellos es Osamu Dazai ninguna de las que esperas suele ser buena.
Cuando tu hijo es Atsushi la cosa suele mejorar.
Sin embargo, hoy sería un día completamente diferente a lo esperado.

Pintaba para ser una buena tarde, hoy Osamu y Chuuya habían pasado el día juntos, así que al llegar no habría algún desastre causado por Dazai y eso ya era un gran alivio para Nakahara.
Incluso pasaron a hacer las compras y eligieron un pastel para su querido retoño (de ya quince años).
Hablando de cualquier tema llegaron a su casa, abrieron y con pastel en mano subieron a la habitación de su tan preciado hijo adoptivo : Atsushi.

Nada los abría preparado para lo que encontraron, el pastel cayó de las manos del pelirrojo y por primera vez Dazai se mantuvo callado. Y esque ellos habrían esperado encontrar antes un alien en esa habitación que encontrar al pequeño Atsushi semi desnudo, con el rostro sonrojado, sudado, jadeando, las manos arriba siendo sostenidas por su vecino mientras le besaba el cuello. Y dicho vecino semi desnudo también. Ambos en la cama. Al verse descubiertos los dos menores de separaron, Atsushi se pegó a la pared y Akutagawa calló de la cama mientras miraban con gran terror a los mayores.

Cuando el shock inicial pasó Chuuya los miro a ambos fijamente y Dazai sonrió, esa sonrisa que nunca auguraba nada bueno.

- Hola Ryunosuke, que bueno que nos visitas, ya que estás aquí, bajemos a la sala y platiquemos- luego se agacho, levantó el pastel y se lo dió a Chuuya- tu también baja Atsushi, no te preocupes por la ropa, el único con quien debería darte pena es quien te dejó así.

Dicho esto, el pelirrojo y el castaño se encaminaron a la sala. Mientras los otros dos, sin más alternativa los seguían como quien va a un juicio de la inquisición.
Ya en la sala, todos sentados, dos con sonrisas algo siniestras y otros dos con más miedo y nerviosismo del que habían sentido en su vida la charla inició.

-bueno, supongo que tú, Akutagawa, has recibido la plática ¿verdad? - preguntó Chuuya.

-S.sí señor Nakahara.

-¿Señor Nakahara? Déjame adivinar, todas tus pláticas sobre sexualidad han sido sobre sexo heterosexual, más nunca te hablaron del sexo homosexual-  la cara de los menores se sonrojo al instante- si la hubieras recibido, no le dirías a mi esposo "Nakahara" sino "Dazai"

-Ti.tiene razón señor- murmuro un sonrojado Akutagawa.

-En cuanto a ti,  Atsushi, estoy seguro has notado algunas cosas, pero nunca hemos hablado de ello formalmente. Pero no te preocupes, hoy es el día.- el albino realmente estaba deseando la tierra se abriese y lo tragara.

-Bien, lo primero que deben saber es que uno de ustedes va a dar y el otro a recibir- Chuuya se atragantó al instante,  no había sido buena idea probar vivo para calmarse.

-Idiota, ¿quisieras no hablarlo así?

-Entonces ¿cómo? Acabo de encontrar a mi hijo en preliminares, muy posiblemente él iba a ser penetrado y tu quieres que yo les diga " cuando mamá gato y papá gato se aman... "

-N.no, pero

-Pero nada, si iban a hacerlo al menos que sepan. Dame algo de vino, para lo que viene lo voy a necesitar -en cuanto Chuuya le dio la copa Dazai se la tomó de un trago, más rápido que agua y continuó- el sexo no es todo bonito, felicidad y orgasmos, mucho menos la primera vez, esa suele ir acompañada de mucho dolor.

-Si lo sabré yo- renegó Chuuya- Atsushi, al menos busca que tu pareja ni sea un bruto.

- ¿A que te refieres, perchero?

- ¿Te recuerdo nuestra primeta vez?
Ninguno sabía nada, pero como viste maldito porno querías hacerlo igual. - Para este momento Atsushi estaba rogando por un desastre natural. Y Akutagawa por morir de un infarto.

- ¡Tu eras muy flexible!  ¿Cómo iba a saber que no podrías poner tus piernas en mis hombros?

-El maldito esguince duró una semana. Podrías haber sido más delicado, ni siquera compraste lubricante.

-Ese era el siguiente punto chicos, ¿Tienen lubricante? -Akutagawa estaba haciéndose lo más pequeño posible en el sofá, Atsushi estaba por llorar- si no contestan es que no.

-¡bastardo!  ¡Ibas a penetrar a mi bebé sin lubricante! -ahora Akutagawa también quería llorar.

-¡No íbamos a hacerlo!  No planeábamos pasar de donde estábamos- gritó desesperado Atsushi, ya no quería escuchar más y definitivamente no terminar sin novio por sus padres.

Para @Marcev27

Espero poder terminarlo hoy, pero si no al menos te dejo la primera parte.
Esto ha sido tan difícil de escribir que tengo como tres historias predecesoras a esta y ninguna me gustó jajaja

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