"Cotidiano" fin de semana

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-Mamá ya llegamos!- anunció la azabache mientras entraban.

-Si, podría dibujarme las flores? No logro identificarlas. Oh claro si consigue el nombre mejor, creo que el color combinaria con el vestido...- dijo Delia apareciendo por la puerta de la cocina. Forzando una sonrisa los saludó y señaló al teléfono en su oreja -Bueno, creo que hemos avanzado mucho por hoy. Acaban de llegar mis hijos así que mejor continuamos luego. No, gracias a usted, adios- finalizó la llamada. El volver a verla le hizo recordar a Ash lo descubierto el día anterior y su animo volvió a decaer. -Por fin- suspiro Delia ajena a la situación-

Mi clienta está muy emocionada por su boda y quiere que todo sea perfecto, pero soy solo una florista no puedo controlar el clima!- exclamó un poco exausta.

Luego de lo cual abrazo a sus dos hijos mientras el mayor sonreía con un dejo de tristeza.

-Pasa algo?- pregunto la unica castaña de la casa al ver a Ash luego de deshacer el abrazo- Te veo un poco decaido.

-Ehh no, es solo el cansancio- respondió, trarando de evadir el tema agregó- Sabes el señor Ciprés  es ahora nuestro profesor de biología- sonrió lo más que pudo.

-Ciprés, Ciprés... - pensó en vos alta- Ohh, el padre de tu compañera, Serena?- recordó un poco asombrada a lo que su hijo respondió con una sonrisa. -Y tú, Dawn? Cómo fue tu día.

Antes de que pudiera responder el teléfono volvió a sonar, Delia pidió perdón con la mirada antes de contestar la llamada.

-Yo... iré a regar las flores- propuso el azabache pensativo dirigiéndose al patio tracero.

Dicho patio era un lugar amplio y colorido por todas las distintas flores que se encontraban alli, plantadas prolijamente en hileras ordenadas por tamaño y color.

Ash tomo la regadera y comenzó a mojar los delicados tallos verdes de las plantas sumido en sus pensamientos.

-Por qué mamá tendría esas cartas? Tendría pensado mostrarmelas algun día?  Como hago para hablar con ella sobre el tema?

Estaba tan concentrado que no notó que lo llamaban hasta que una pequeña roca impactó en su cabeza.

-Auch- se quejó sobandose el lugar del impacto- De donde ha salido eso?!

Comenzó a buscar con la mirada por todas partes hasta que escuchó una irritante risita que reconoció de inmediato. Elevó la mirada hacia el arbol del vecino y alli la encontró, como de costumbre.

-Iris- suspiró pesadamente el azabache.

La joven de cabello y ojos castaño obscuro colgaba de cabeza en una de las ramas, luego de reírse bajó con admirable agilidad y destreza hasta posarse sobre el suelo.

-Te molestas solo por una simple piedrita? Que infantil- con irritante voz trató de povocarlo. Le encantaba hacerlo enojar.

-No estoy de humor- respondió Ash (regando otra hilera de flores), para decepción de Iris quien no se rendiria tan facil.

-Que amargado- continuó tratando de provocarlo desde el otro lado de la serca que separaba la casas.

Tras un rato de intentar molestarlo se dio por vencida.

-Iris- llamó la anciana saliendo de su casa.

-Que sucede abu- respondió la joven a su madre adoptiva.

-Tenemos visitas.

Seguido de ella venía un joven alto, rubio y de ojos vedes.

-Buenas tardes Iris- saludó cordialmente.

-Hola Cilan- devolvio el saludo con desamo al no haber logrado divertirse de Ash.

La anciana e Iris, desde que esta era pequeña, solían ir a comer al restaurante de Cilan y sus hermanos, cuando el rubio de los tres se enteró de la cituacion decidió vicitarles para ayudarles con cosas como la comida y todo lo que pudiera; después de todo era difícil para una mujer mayor como Isabelle criar sola a una pequeña niña tan enérgica como Iris; y así lo hizo por años, aún en la actualidad con Iris ya de quince años lo sigue haciendo.

-Buenas tardes Ash- saludó igual de cordial a quien acababa de ver.

Ash le devolvió el saludo asintiendo con la cabeza -Ya acabé de regar- anunció para si -Será mejor que entre. Adiós- saludó antes de entrar a la casa. Seguía tan ensimismado que parecía que le habían robado el alma.

-Está un poco raro no?- observó el rubio.

-Y que lo digas. Ve tu a saber que le pasa - respondió Iris con desgano y fingido desinterés mientras se dirigía a su casa.

Al entrar, el azabache se topó con su madre, que sonrió dulcemente en agradecimiento por su servicio, lo que hizo que a nuestro protagonista se le humedecieran los ojos, apresurando el paso hacia su habitación y encerrándose allí.

Luego de haber dado vuelta el asunto en su cabeza y haber imaginado todas las situaciones que pudo, todo apuntaba a que su madre le había ocultado las cartas por más de cuatro años, pero no quería aceptarlo.
Sabia que su padre había sido un borracho golpeador pero eso había pasado hace doce años y parecía haber cambiado por lo que ponía en las cartas. Además les guste o no era su padre y merecía saber de él.

-Ash debes prepararte, hoy hay cena familiar en lo del abuelo- le recordó su hermana desde el otro lado de la puerta con un tono apagado en la voz. Ella sabía por lo que su hermano estaba pasando, pero no sabía como ayudarlo.

Verlo así le rompía el alma, aunque siempre peleaban, ambos sabian que en realidad se querían mucho, pero el orgullo de hermanos no se lo permitía expresar abiertamente; juntos habian pasado muchas cosas, aunque ella no conoció a su padre porque era bebé cuando se separaron afrontaron juntos el agujero que este hombre dejó, el  llanto de su devastada madre al no saber que hacer, la ausencia de esta por los múltiples trabajos que tenía, en cada problema sabian que podian confiar en el otro.

Ash se arregló mínimamente y bajó a la sala donde su madre y hermana lo esperaban para salir.
Realmente no quería ver a sus parientes y tener que fingir estar feliz.

Los tres subieron al auto y como muchos de los fines de semana se dirigieron a la casa-laboratorio de su abuelo Samuel Oak donde también se encontrarian con David, hermano de Delia, su esposa Samanta y su hijo, primo de Dawn y Ash, Gary. Ademas de a David y Delia, Samuel tuvo con su difunta esposa Sabrina a Caroline, la hija del medio, ella junto con Norman tuvieron a Traicy, May y Max, pero al vivir lejos venían de vez en cuando.   (Si quieren que les ponga el arbol familiar para orientarse avisen)

El tan conocido camino al lugar de reunión volvió a pasar ante los ojos de Ash a través de la ventanilla. A los minutos de haber salido ya habían llegado, bajaron del auto y subieron las empinadas escaleras que surcaban la colina sobre la cual se alzaba el edificio.

Entraron y fueron recibidos como de costumbre, todo prometía un fin de semana "comun", todos estaban allí, los mismos de siempre. Pero repentinamente los marrones ojos del azabache se encontraron con una extraña, una chica vestida con el uniforme de la escuela de su primo, Gary, de ojos esmeralda y cabello rojizo recojido en una ajustada y prolija trenza.

Al verlo, la joven se incorporó.

-Ash?- susurró mientras lo examinaba -Ash!- exclamó mientras corria a abrazarlo.

-M-Misty?.

Lamento la tardanza espero que les guste el capítulo. Es muy difícil tipear desde el celular, así que si ven algun error avisen.
Gracias por leer. =D

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