Pokemón au

Planes

Pov Ash

Ya había pasado un tiempo en el que estuve meditando que hacer, quería solucionar este tema y no perder más tiempo del que había perdido, pero cuanto más le daba vueltas al asunto más difícil de solucionar me parecía.

-¿En qué piensas?-me sacaron de mis pensamientos.

-Oh, en nada Misty.

Ella me miró con los ojos entre cerrados, como tratando de hacerme hablar.

-Sí, claro- respondió con sarcasmo- Estás así desde hace más de una semana, tu madre se está preocupada, hasta Dawn me pidió que averiguara que te pasa, aunque sospecho que ella ya lo sabe...-añadió lo último en voz baja- Estoy segura que se trata de lo de tu padre-sentenció- y por eso te traje a mi casa. Está bien que te sientas mal, por un tiempo, pero ya es hora de pensar cómo resolverlo y actuar. Ahora que tienes toda la libertad de expresarte sin correr el riesgo de que tu madre te escuche puedes hablarme

Yo estaba un poco confundido por el repentino sermón así que tardé unos segundos en reaccionar.

-Es que... Es complicado.

-Siempre es complicado, pero para eso estamos los que te queremos Ash- me sonrió con dulzura- y estoy segura de que lo estuviste pensando, así que... -hizo un ademán de que prosiguiera.

-Las cartas tenían una dirección escrita- dije luego de meditarlo un poco- pero no sabía de qué era o si Simón aún estaba allí y en todo caso no podía ir y decir "hola soy tu hijo que te ignoró por cinco años, pero todo fue un malentendido"- finalicé con frustración - también tenía una tía paterna pero no tengo idea de dónde se encuentra y tampoco recuerdo a otros familiares. Mi madre se encargó muy bien de cortar lazos con la otra familia.

Misty me miraba casi con compasión mientras hablaba y cuando finalicé me abrazó.

-Ya tenemos mucho por dónde empezar- trató de animarme mientras deshacía el abrazo y me miraba fijamente a los ojos.

Sus ojos realmente son muy hermosos...

-Misty ya volvimos- anunció una voz desde la entrada de la casa.

Los dos nos levantamos ya que estábamos sentados sobre los límites de la piscina.

Pov normal

-No podrás creer lo que pasó en la entrevista de la revi...-se interrumpió al ver al invitado- Misty no me habías dicho que teníamos visitas, tu debes ser Ash, cuanto has cambiado desde la última vez que nos vimos- hablaba sin notar el clima de la conversación que acababa de interrumpir –por si no lo recuerdas soy Daisy y ellas son Violet y Lily. Es un gusto volverte a ver ¿has comido? Porque voy a preparar una receta que hacia mi madre y es exquisita- dijo todo rápido y sin pausas, ni bien terminó se dirigió a la cocina, dejando a todos en un silencio preguntándose que acababa de suceder.

-Creo que será mejor que vallamos a otro lado- habló finalmente Misty un poco avergonzada de su hermana y su comportamiento tan atropellado.

La pelirroja se quería morir o matar a alguien, ¿cómo podían interrumpir así siempre? Estaba a punto de salir de la habitación cuando nota que Violet la mira con aprobación mientras que Lily le guiña un ojo.

-E-es esta puerta- indicó afectada por la acción de las antes mencionadas, al llegar al lugar - pasa - indicó finalmente abriendo la puerta.

La habitación, a diferencia de la de Ash era bastante espaciosa; tenía una ventana amplia, cortinas blancas, paredes celestes grisáceas, piso de madera obscura, a tono con el escritorio, una alfombra en medio y la cama, de frazadas con diseño marino.

-Bueno- soltó un suspiro la pelirroja mientras se sentaba sobe la alfombra y calmaba sus emociones- ¿no crees que sería bueno empezar por ir a la dirección de las cartas?- continuó, mirando al azabache mientras este se sentaba a su lado- No tienes nada que perder.

-...-

Ash estaba pensativo, aquella era la solución más lógica, pero todavía había algo...

Algo que no lo dejaba aceptar del todo aquel plan.

Qué era aquello...

Quizá

Miedo.

Miedo a enfrentar la situación, miedo a que por su propia culpa hubiese perdido la oportunidad de tener un padre y miedo a la reacción de su madre, ya que sabía que en algún momento debía decirle lo que había pasado.

-Vamos Ash, ¿realmente vas a dejar pasar más tiempo por tu indecisión?-Misty no podía comprender cómo, teniendo la posibilidad de tener un padre estuviera tan indeciso y desperdiciara tanto tiempo.

Quizá había sido un poco cruel, o simplemente había tocado un punto delicado para Ash, pero a este se le ensombreció la mirada.

-L-lo siento no...

-Tienes razón- la interrumpió, ya se había decidido- Iré, pero necesito que me acompañes, no tengo el valor de ir solo- agregó lo último en voz baja -¿Pero qué debería decir?- se veía confundido.

La de ojos marinos lo miro en silencio durante un rato mientras pensaba.

-... ¿Y si le dices que lo estuviste meditando durante todos estos años?

-...-

-O estabas buscando el valor...

-...-

-O algo te impedía ir a verlo- proponía, mientras el azabache rechazaba con su silencio cada opción.

-No creo que sea una buena solución mentir.

-Pero tú mismo lo dijiste, ignorarlo durante cinco años y que después sea todo un malentendido?

-Mmm... no veo una mejor opción, va a tener que aceptar la realidad, no sé cómo reaccionará, ni siquiera lo conozco realmente- dijo haciendo que sus pensamientos y sentimientos se trasluzcan- por eso necesito que estés ahí, por si algo sale mal.

Misty estaba un poco sorprendida, nunca había visto a Ash de ese modo, tan inseguro.

-Ahí estaré- mostró toda la firmeza posible en sus palabras, como queriendo transmitírsela- ¿Cuando quieres que vayamos?

-Mañana, por la tarde,- concretó, no quería darse tiempo para volver a acobardarse.

-Ya este la comida!!- se escuchó un grito desde la cocina, finalmente Daisy no interrumpía nada y, al contrario, ayudaba un poco a romper el denso clima serio que se generaba cada vez que se hablaba de Simón Ketchum.

Dado que la conversación ya había acabado, los dos amigos simplemente se dispusieron a ir hacia el comedor, antes de llegar ella pone su mano en el hombro de él llamando su atención y cuando la capta sonríe con fuerza.

-Anímate, todo se resolverá, todo va a estar bien.

De alguna forma este acto hiso que las preocupaciones del adolecente se alivianaran, no se esfumaron, pero al menos, dejaron de estar tan presentes.

-Eso espero- sonrió con toda la sinceridad que sus sentimientos le permitían.

Y así quedaron nuestros protagonistas, esperando un mañana que prometía cambiar sus vidas, o al menos la del azabache, pero quien sabe que tan importante sea esto para la vida de Misty...

HE AQUÍ EL NUEVO CAPÍTULO 

Me nominaron así que... 

Como no me gustó tanto lo que debía hacer porque era muy aburrido decidí que sería mejor responder 20 preguntas que ustedes me hagan.

Cuando las tenga subiré un apartado para la nominación.

(no daré números telefónicos ni datos de familiares amigos etc.)