Fin de año

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Fin de año, vacaciones, navidad, año nuevo... diciembre era un mes muy prometedor.

El blanco y helado paisaje parecía no importarle a los jóvenes estudiantes que alegremente se despedían de la preparatoria hasta el año próximo.

-Al parecer nosotros tampoco nos veremos hasta el año próximo- dijo Clemont un poco desanimado- estaré en un curso de informática en la ciudad de mi tío hasta el año que viene.

-Yo tampoco estaré- añadió Serena- mi papá sacó unas vacaciones en el caribe...

El azabache estaba un poco decepcionado, pero aun así sonrió.

-Espero que lo disfruten, los voy a extrañar- les dio un corto abrazo.

-Seguiremos en contacto- se apuró a decir la de cabellos color miel haciendo una seña de que lo llamaría.

Luego de despedirse los tres amigos tomaron rumbos distintos.

Ash normalmente estaría acompañado por su pequeña hermana pero hoy estaba solo, lo que le dio tiempo para pensar.

Cuantas cosas habían pasado en aquel año, recordó las cartas descubiertas por error, el rostro alegre de su padre... wow, al fin tenía padre, parecía tan irreal. Ese año había tenido muchos momentos felices, vinieron a su memoria las sonrisas de su padre, de su hermana, de sus amigos pero finalmente interrumpiendo todos los demás pensamientos el recuerdo de los ojos color mar lo apuñalaron en el pecho, era verdad... ella también había vuelto después de tanto tiempo, y eso lo hacía muy feliz.

Sin darse cuenta estaba en su casa otra vez, pasaría mucho tiempo allí esas vacaciones, tras que sus amigos se irían y las cenas familiares se cancelarían por un tiempo debido a lo mismo. Por un momento dudó si debía entrar, pero el frío finalmente lo convenció.

-Ya estoy en casa- dijo un poco desanimado dirigiéndose a su habitación para enterrar su mochila en el infinito desorden de su armario y no volverla a ver por un largo tiempo.

-Bienvenido- exclamó Delia al pie de la escalera esperando que su hijo bajara para ofrecerle unos muffins recién horneados- ¿Y Dawn?- preguntó extrañada al notar su ausencia.

-Fue con unos amigos a la casa de Kenny.

Los dos participantes de la conversación se sorprendieron de escuchar el nombre dicho con tanta tranquilidad, pero se lo atribuyeron a la altura del año.

El protagonista se recostó en el sofá dispuesto a no hacer ni pensar en nada pero los ojos de mar seguían allí amenazando con eliminar cualquier otro pensamiento.

De pronto se le ocurrió escribirle, encendió su celular y...

-¡¿Cincuenta mensajes nuevos?!- su exclamación hizo sobresaltar a su madre.

Así era, cincuenta mensajes nuevos de nada más ni nada menos que... Serena.

Pero no tenía ganas de responderle todavía.

-Hey Mis

Escribió y esperó varios minutos antes de recibir respuesta.

-Hola Ash.

-¿Necesitas algo?

'Verte' resonó en su mente

-¿Tengo que necesitar algo para hablarte?

-...

-La verdad quería preguntarte si harías algo estas vacaciones.

-Supongo que no

-Genial

-Osea no porque no vayas a hacer nada si no porque yo tampoco y... podríamos hacer algo juntos.

-Suena bien, la semana que viene?

-¿Mañana estas libre?

A Misty se le dibujó una sonrisa en el rostro ¿tan desesperado estas por verme? Estuvo tentada a escribir, pero decidió guardárselo para si misma.

Luego de un par de mensajes más ya estaba todo organizado.

Finalmente no serán tan malas vacaciones se dijo a si mismo el azabache sonriendo involuntariamente.

-Muy bien, ahora a responderle a Serena- soltó un profundo suspiro al ver que ahora tenía doscientos mensajes de su compañera.

Él la apreciaba mucho, pero... a veces... era un poco pesada.

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La de ojos celestes estaba muy desanimada, no volvería a ver a Ash en meses.

-¿Por qué tengo que ir yo también?- se quejó por enésima vez

- Porque es un viaje familiar y eres parte de esta familia- respondió su madre con tono de fastidio.

-Serán unas pésimas vacaciones- dijo para si y tomó su celular.

-Hola Ash, no te veré en mucho tiempo, espero que no me extrañes demasiado, cuídate y disfruta, en todo caso tienes mi número. Aunque en el avión no voy a tener señal, pero no será mucho tiempo.

Siguió escribiendo y escribiendo hasta que su compañero respondió

-ok, gracias Serena, lo se y lo tendré en cuenta.

Serena quedó un poco indignada ¿solo eso?, decidió no pensarlo tanto.

-Ya caerás Ash- dijo con seguridad pero luego suspiró con desanimo- o quizás no.

Ella estaba segura que enloquecería si no podía (como había hecho los años anteriores) verlo al menos una vez por semana.

¿Por qué tenía que ser tan complicado? Se preguntaba molesta, ella no era fea, ni mala persona o con defectos muy importantes, desde su punto de vista tenía todos los atributos de una buena novia, y no lo pensaba solo ella, durante ese año había rechazado ya a un par de chicos, pero Ash, parecía no notarlo.

No por eso iba a rendirse, si algo bien sabían los que la conocían era que cuando ella se proponía algo no había nada que la derribase, así logró llegar tan lejos en el concurso de costura y modelaje (aunque acabara con la muñeca esguinzada).

Diciembre, que mes prometedor.

Muchas cosas pueden pasar... tanto buenas como malas, depende de quien las mire.

Una época muy especial para que el caprichoso destino haga de las suyas, sus maneras a veces son extrañas pero no por eso ineficaces.

¿Qué será de Serena?¿Que le tiene preparado el destino? ¿Acaso la odia como ella cree? ¿O simplemente es una curva en el camino de la vida?

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