Cumpleaños de Ash

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Las vacaciones acabaron con más rapidez de la que al castaño le hubiera gustado.

Así como la nieve Misty tuvo que marcharse, el gimnasio que hace mucho había dejado de sentirse como su hogar había sido reparado del pequeño incendio.

Diversas excusas pasaron por su mente a la hora de marcharse, no quería separarse de la calidez de esa familia, pero no tuvo caso. Lo mismo pasó con el castaño de ojos chocolate pero a este si se le ocurrió algo que podría funcionar.

-Misty- llamó su atención mientras esta se alejaba- no olvides que el mes próximo es mi cumpleaños.

-Eso nunca, bobito- rió a lo lejos.

-Pero podrías quedarte a dormir ese fin de semana.

La pelirroja se detuvo por un momento sorprendida por la invitación- ¡Claro!

Delia ahí presente se sintió invisible, invitar a personas a dormir sin consultarle... pero lo dejó pasar, Misty era siempre bienvenida.

La vuelta a clases había sido bastante escandalosa, Serena lleno de regalos de cosas que había juntado en sus vacaciones a su crush y al rubio... bueno, algunos suvenires. Durante los recreos se la pasó preguntando cosas al castaño quien ya comenzaba a perder la paciencia. Las diversas materias que cursaba eran ahora mucho más difíciles y para colmo de alguna manera extraña había acabado envuelto en un conflicto ajeno recibiendo un castigo de parte de los directivos. De seguro que ese sería un gran año, repetía con ironía en su mente mientras barría las hojas de la cancha. Su único consuelo eran los pocos mensajes que de vez en cuando cruzaba con su mejor amiga quien también estaba sumamente ocupada.

Así pasaron los días eternos, nuestro protagonista se sorprendía de la terrible maldad del tiempo, los buenos momentos parecían esfumarse a la misma velocidad que un suspiro, mientras que durante la espera un día duraba cien años.

Serena emocionada por el cumpleaños de su amor platónico tuvo la brillante idea de llegar unas horas antes a la fiesta que este estaba organizando ese mismo sábado.

El timbre de la casa sonó, la pelirroja se cuestionó si debía atender, Delia había salido a hacer compras de último minuto, Dawn se encontraba en la casa de sus tíos dando los últimos retoques al pastel y Ash, él seguramente siguiera durmiendo.

-Hola...- saludó la de cabellos miel pero su voz se fue apagando mientras veía quien la recibía.

- Oh, lo siento, la madre de Ash está por llegar- pareció ser adivina, ni bien termino de pronunciar aquellas palabras la susodicha estacionó frente a la casa.

La auto invitada se decepcionó mucho, no solo no pudo ver a su compañero si no que tuvo que quedarse hablando con la pelirroja que no le caía nada bien.

Los invitados eventualmente fueron llegando, Ash los recibió a todos con algo de emoción, Gary, Iris, Clemont, etc. se la pasó charlando divertido mientras la música sonaba de fondo con todas los invitados, los platillos preparados por su familia eran deliciosos, la noche no era tan fría como se esperaba, todo era perfecto, solo faltaba algo...

-Hey!

Sorprendió a su amiga que estaba de espaldas tomando una bebida.

-Ah, Ash- trato de disimular su sorpresa- bonita fiesta- lo elogió.

- Casi perfecta- se vanaglorió con arrogancia- excepto por...-extendió su mano- me concedería esta pieza madame?

Ella rió dejando su bebida sobre la mesa más cercana y acompañó a su repentino compañero de baile.

Ahora si todo era perfecto, al menos para él. A unos metros de distancia Serena observaba con frustración, así pasaron los minutos, sintiendo que su corazón se quebraba cada vez más hasta que se percató de la presencia de otro joven a su lado que miraba en la misma dirección que ella.

-Se ven tan felices...- suspiro- deberías darte por vencida.

Ella lo miró con confusión antes de que el volteara a verla por primera vez.

-Soy Gary, mucho gusto- extendió su mano como saludo, el cual tardó un par de segundos en ser contestado.

-S-Serena.

-No tenemos esperanza- volvió a suspirar-se ve en sus ojos lo muy enamorados que están, solo lograrás salir lastimada... como yo.

La adolecente volteó indignada y se alejó, se sentía molesta, pero tenía razón y eso la enojaba todavía más pero todavía no se rendiría, en un arrebato de coraje se decidió, caminó con paso firme hacia las personas que bailaban, más específicamente a cierta pareja.

-Ash- lo tomó del brazo- tenemos que hablar- se notó fragilidad en la vos que intentaba ser firme.

-Okey...- fue arrastrado mientras él veía con confusión a su ahora abandonada pareja de baile.

Se detuvieron en un lugar apartado- Ash, hay algo que quiero decirte desde hace mucho tiempo- juntó valor sintiendo que aquella sería la estupidez más grande cometida en su vida pero ya no había vuelta atrás- siempre... siempre fuiste tan bueno conmigo y... la verdad es que- se hizo un nudo en su garganta- me gustas mucho desde que éramos niños, estoy enamorada de ti.

El moreno estaba perplejo no sabía cómo reaccionar.

-Lo siento Serena, eres muy buena persona y amiga pero no siento lo mismo- se sintió mal por rechazarla.

-¡¿Que tiene ella que yo no?!- estalló en llanto, el protagonista ahora estaba confundido.

-¿A qué te refieres?

-¡A Misty!- alzó la voz con impaciencia y siguió llorando.

-E-ella, yo... no...

-Es tan obvio, ¿en qué estaba pensando?- se marchó corriendo.

-Serena espera

Trató de detenerla pero era demasiado tarde.

-¿Qué le pasó?- preguntó Dawn quien acababa de cruzar a la chica destrozada.

-Yo... no lo sé...- se quedó viendo al suelo pensativo- Dawn, ¿Qué es estar enamorado?

Su hermana no pudo ocultar la sorpresa de esa pregunta repentina.

-¡Ash Ketchum! No puedo creerlo, se supone que los hermanos mayores responden esa pregunta a los hermanos menores, pero... considerando nuestros grados de inteligencia...- rió burlona.

-Ah! Ya cállate- la empujó suavemente pera que dejara la broma.

- No, hablando seriamente- hizo una pausa y lo miró a los ojos- cuando estás enamorado de alguien quieres pasar todo el tiempo del mundo a su lado... te hace feliz su sola presencia y sientes que sin esa persona el mundo se acaba- un brillo apareció en sus ojos.

El mayor la miró con desconfianza, ya hablarían de eso luego, pero ahora... dirigió la vista hacia la chica de cabello llamativo, a quien había abandonado en la pista de baile. Tal vez tenía razón su compañera de clases, tal vez si estaba enamorado.

Un mar de sentimientos lo invadieron. Sus pies lo guiaron como si tuvieran vida propia hasta la chica de ojos oceánicos.

-¿Todo bien?

-Si- solo pudo responder con una gran sonrisa.

Se sentía mal por su amiga pero no podía borrar la sonrisa de su rostro, ahora todo encajaba, todo tenía sentido.

-¿Bailamos?- volvió a extender su mano y retomaron lo interrumpido.

Así estuvieron toda la velada, por una vez el tiempo había sido bondadoso y se detuvo para que la pareja disfrutara de aquel momento mágico.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2020 ⏰

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