Pokemón au

Mejores amigos del universo

Misty sintió como si se le estrujara el corazón, sabia que este era un tema delicado para Ash.
El silencio se creó sin nada por decir, hasta que ella terminó por romperlo.

- ¿Qué piensas hacer? – preguntó con la seriedad requerida para la situación.

-yo... realmente no lo sé- dijo y notó el extraño clima nostálgico que estaba creando además de la preocupación que le estaba causando a la joven con ojos color mar, así que decidió alivianar un poco las cosas (aunque para él no fueran livianas)- Pero ya veré que hago- continuó más animado- Sabes he tenido un sueño rarísimo asociado a todo esto-

El drástico cambio de ánimo desorientó a la pelirroja, quien rápidamente captó las intenciones del azabache y le siguió la corriente.

-Cuéntamelo-dijo con entusiasmo hasta cierto punto forzado- y luego haré de psicóloga y trataremos de averiguar por qué lo soñaste- continuó sintiéndose volver a la época de su infancia en la que jugaban juntos, pero aun así recordando lo delicada de la situación y dejándolo un poco de lado para hacer sonreír a su viejo amigo Ash.

- Está bien- respondió del mismo modo que Misty y prosiguió- yo tenía diez años, vivía con mi madre en al parecer el mundo pokemon...

El joven de ojos chocolate conto todo lo que recordaba de aquel sueño que había tenido tan solo la noche anterior, (y a decir verdad no era poco) dejando deslumbrada a su única espectadora.

-Wow Ash, es increíble, deberías escribir eso antes de que se te olvide- dijo maravillada cuando él concluyó, haciendo que el susodicho se apenara y sonriera débilmente rascando su nuca.

-Gracias, supongo-

-Bueno ahora es mi turno- exclamó e hiso una expresión exagerada de concentración (demasiadas equis en una frase)- veamos... el mundo está claramente influenciado por las cartas, al igual que tu edad, las personas son tus familiares, amigos cercanos, algunos conocidos y a juzgar por las fotos escolares en tu escritorio algunos viejos amigos olvidados también- sonrió con un dejo de tristeza ya que se refería a sí misma, aunque solo se separaron hace tres años durante ese tiempo no habían tenido contacto alguno -lo que no termino de entender es por qué no aparece tu padre en el sueño- finalizó con aire pensativo.

-Es que realmente no lo recuerdo- susurró con aire nostálgico, lo suficientemente alto para que la muchacha lo escuchara y se le ensombreciera el corazón -por otro lado- agregó en su tono normal - ¿por qué dejamos de tener contacto estos últimos años? -

-El secundario, lo lejos que quedan nuestras casas, la falta de medios para comunicarnos, etc.-respondió suspirando- Pero ninguna cosa es excusa, ¿no éramos los mejores amigos del universo? -rio levemente mientras recordaba sus primeros años de primaria.

-Tienes razón, pero bueno, no importa que hayamos perdido el contacto por este tiempo ya que los dos estamos aquí y ahora, lo importante es no perder el contacto después. ¿Me darías tu número? -

-Eh... claro- dijo tomando el celular de su bolsillo- es (número ficticio).

-Ok, y... ya está-dijo al finalizar de cargar el número y enviar un mensaje para que ella también tuviera el suyo- Oye Mis. -llamó la atención de la pelirroja que miraba la pantalla de su aparato- te extrañé- soltó al mismo tiempo en que la envolvía entre sus brazos con un fuerte abrazo.

Los tres años de ausencia habían caído de pronto sobre el azabache quien trataba de desvanecerlos con su acto el cual Misty devolvió gustosa.

-Yo también te extrañé-

Quedaron así por un rato, y no es que a la de ojos marinos le incomodara, al contrario, pero le parecía que había sido ya mucho tiempo para un abrazo y lo deshizo.