Pokemón au

Tracey

Pov Tracey

Desperté como todas las mañanas, era un día regular, bastante cálido pese a la época. Al levantarme de mi cama me dirigí a la cocina y recordé que esta semana estaba solo, todos se habían ido a visitar al resto de la familia y yo aprovecharía la ocasión para concentrarme y estudiar para los exámenes finales de Zootecnia, si todo iba bien ese mismo año me graduaría.

Desayuné como de costumbre solo ya que solía ser el primero en despertar, pero esta vez nadie me despediría al salir de casa, ni interrumpiría mis estudios cada cinco minutos, ni me prepararía la cena.

Luego de desayunar me peiné y arreglé, hoy estudiaría en casa de unos compañeros.

Subí a mi bicicleta y recibí una llamada.

-Hola ¿Yamato? - respondí el llamado de mi compañero.

-Hola Tracey, veras... mi familia acaba de llegar sin aviso y... no creo que sea buena idea reunirnos aquí, sería imposible estudiar con mis sobrinos corriendo por todos lados, además tengo que atender a mi familia...

-No te preocupes, mi familia se fue esta semana y podríamos reunirnos en mi casa.

-Ah, gracias, al parecer hoy no podré ir pero avisaré a Tomohisa e Isumi el cambio de planes.

-Ok, nos vemos la próxima.

-Adiós.

Al parecer no iría a ninguna parte, me apresuré a entrar y acomodar el desorden que honestamente no era mucho y recibí otra llamada.

-Hola Tracey- hablo antes que pudiera decir algo.

-Isumi, ¿pasa algo?- respondí al notarla preocupada.

-No tengo a quien dejarle a Aimi, me preguntaba si habría algún problema en llevarla.

-Para nada.

-Genial, estoy en camino, adiós- y corto la llamada rápidamente.

Otra vez me puse a ordenar la casa teniendo especial cuidado de no olvidarme ningún objeto pequeño o peligroso para un bebé de meses.

Lo único que faltaba ahora era que llamara Tomohisa para decirme que traería a su perro y que debía correr todas las macetas que mi madre tanto cuidaba. Pero afortunadamente nunca pasó.

Los invitados llegaron en menos de quince minutos y su jornada de estudio comenzó, Aimi estaba dormida así que su presencia casi no se notó, hasta un par de horas más tarde cuando despertó y su madre fue a calmarla.

-Bueno, si pausamos a debo contestar una llamada- anunció Tomohisa antes de salir de la habitación hacia el comedor.

-Tracey, ¿podrías indicarme dónde está el baño?- la acompañe hasta la puerta de la pieza y señalé una puerta al final del pasillo- ok, sostenla hasta que vuelva-continuó entregándome a la criatura que aún lloraba.

Y ahí estaba yo, con Aimi en brazos sin saber qué hacer. Aimi... su madre era algunos años mayor que yo, tuvo que suspender sus estudios por un tiempo con la repentina llegada de la niña, quien no era "deseada", mejor dicho planeada, a su vida.

De alguna forma me veía reflejado un poco en esta pequeña criatura. Caroline tenía diez y ocho años cuando nací, y evidentemente no fui planeado; por mi culpa mis padres se vieron "forzados" a casarse, se generaron tenciones entre sus familias y tristeza por doquier. Aunque se esforzaron por hacerme sentir querido se sintió mucho la escasa edad y experiencia de mi madre al igual que la de mi padre y aún puedo conservar recuerdos de mi niñez temprana en la que la familia aún tenía muchos desacuerdos. Aunque todo eso ya se haya solucionado a veces me pregunto qué hubiese pasado si nunca hubiera nacido... pero prefiero no pensar en esas cosas, de hecho suelo esquivar esos pensamientos que no me llevan a nada, pero Aimi los atraía a mi mente como un imán, aunque Isumi es más adulta y está más preparada que mi madre, esperó que Aimi no padezca su infancia.

-¿Todo en orden?- preguntó Isumi entrando, sacándome de mis pensamientos.

-Ah... sí... Isumi... ¿cómo lo estás pasando con... todo esto?- me atreví a preguntar.

-¿Con mi princesa?- respondió tomando a su hija que aún lloraba- de maravilla- exclamó.

-¿y tu familia cómo reacciono?- continué con curiosidad cosa que a juzgar por su expresión le extrañó.

-...en realidad el primero en enterarse fue mi pareja, nos enteramos el mismo día que me propuso matrimonio, no aguantábamos la emoción y el nerviosismo no tardó en hacerse presente- continuaba orgullosa mientras la miraba atento, se notaba que le encantaba contar esa historia, ya que me contó mucho más de lo que preguntaba- Él siempre me había mencionado que quería tener hijos, la que no estaba segura era yo, pero todo resultó mejor de lo que planeaba. El resto de la familia también recibió las noticias de mi matrimonio e hija con los brazos abiertos, sobre todo mi madre quien nos reclamaba a mí y a mis hermanos mayores que nos estábamos poniendo grandes y que todavía no le dábamos nietos... Creo que me fui por las ramas- se rió apenada- ¿Por qué preguntas?

-yo... eh...

Afortunadamente en ese momento Tomohisa volvió.

-¡¡¡¿SABEN LO QUE ES PELEARSE CON UNA OPERADORA PARA QUE TE CAMBIE DE LÍNEA EL TELÉFONO?!!!- exclamó indignado- treinta minutos de llamada-continuó indignado al borde de las lágrimas- todo ¿para qué? Para que solo me dijera llame el martes.

Ambos lo miramos entretenidos con su desgracia y exageración hasta que él se percató y volvió a un humor más normal.

-Ajham... Deberíamos seguir estudiando, no quiero encima desaprobar este examen.

Isumi y yo cruzamos mirada y reímos un poco antes de retomar el estudio.

Así pasó gran parte del día hasta que decidimos que ya era suficiente estudio y los invitados volvieron a sus casas.

-Ese es mío- se levantó Isumi al escuchar un bocinazo- Adiós, Tracey, lamento los inconvenientes- se despidió de su único compañero presente y se fue con su bebé en brazos, quien le dedicó una tierna sonrisa.

~Aimi, espero que sigas siendo igual de alegre cuando crezcas, y no te dejes vencer por el mundo, no importa lo que ellos piensen importa lo que crees de ti misma, tienes unos maravillosos padres que te adoran, no lo olvides, no te ensombrezcas como el infantil Tracey que no pudo ver más allá de sus narices y se centró solamente en lo desgraciada de su situación sin notar el gran amor que lo rodeaba.

Perdón por la tardanza, no hay excusas...

comenten please   (=_=)