1. The modern age

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Debo tener buenas notas y en lo posible promocionar materias, debo terminar la carrera con éxito y conseguir un buen trabajo. La norma dice eso.

Me vestí y rumbo a la universidad sonó "Tire Swing" de Kimya Dawson. Rogué no cruzarme a nadie del curso de ingreso.
Al terminar la clase, me dirigí rápidamente a la salida, otra vez, queriendo no cruzarme con nadie, porque en esos momentos mi ansiedad subía al máximo. Casi a la mitad del sendero en medio del campus escucho pasos fuertes, como cuando alguien corre, y sí, era Adam pareciendo que no me vio en años.

-Hey, pensé que llegarías temprano.-me tomó por la espalda.

-Sí, yo también pensé que llegaría temprano.-dije.

-Tengo una propuesta, ¿tienes tiempo para conversar un poco?

-Creo que sí...- miré la hora.

Fuimos a NY Coffee, que por suerte quedaba cerca de mi casa. Pedimos café y esperé que Adam hablara.

-Bueno, ¿recuerdas haberme mandado tus datos por si llegaba a ir a algun estudio esta semana?

-Sí, estuve pensando en eso ayer.

-Un estudio, aquí en New York me dijo que te llamará para una entrevista mañana. - dijo Adam y tomó un sorbo de su café.

-¿Es en serio Adam? Ojalá esto sea lo que busco, o en lo posible soportable. Necesito el dinero para poder irme de casa. -le confesé, apenada. Adam era mi mejor amigo desde secundaria. Siempre supo lo incómoda que me sentía en casa, más desde que Albert, mi medio hermano, abandonó la casa, pero hacía un tiempo que había dejado de mencionar algo sobre el tema: mi padre había vuelto a beber y yo debía irme lo antes posible de esa casa.

-¿Piensas dejar tu casa? ¿Por qué? ¿Ya se lo has dicho a Charly? -dijo exaltado.

-Quiero mudarme simplemente, cerca de la universidad, y todo depende del trabajo que consiga. Charly aún no lo sabe, ha vuelto a beber, ya sabes, desde que mamá lo dejó tiene temporadas, creí que habia terminado pero me equivoqué.

-Espero que puedas solucionarlo. Sunny, lo que necesites, sabes que puedes pedírmelo, puedes quedarte en mi departamento, no hay problema. No quiero que te encierres.

-Lo intentaré, gracias Adam. Tengo que irme ya, gracias por lo del estudio también, mándame un mensaje con el nombre del productor por si las dudas de que me pregunten o me llame él. -dije, agarrando mi bolso y levantándome.

-¿No quieres que te acompañe? -lo escuché decir de fondo.

-Estaré bien. -respondí sin voltear.

Me inquietaba el estudio que supuestamente llamaría. Hasta ahora hice de ayudante 3 meses soportando que estando a solas el productor mismo quisiera invitarme a salir. Y que los asistentes hicieran "bromas" machistas poniendo en duda mi conocimiento sobre las consolas de sonido y la acústica. Muchas veces volví llorando, y no quisiera que esta vez sea así también.

Mi celular vibró mientras buscaba las llaves en el bolso. Cuandó entré a la sala, mi papá dormía en el sillón, y la botella de whisky y un vaso con una medida a medio tomar reposaban en la mesa ratona. Todas las luces estaban apagadas excepto la de la televisión, que iluminaba solo la sala.
Subí a mi cuarto y leí:
Mensaje nuevo: Adam
"Habla por Raphael Gordon del estudio Transporterraum NY"
No quise cenar, me dormí pensando que mañana podría ser un día de suerte.

Me desperté muchas veces: a las 9:30, a las 10 y a las 11 comienzo a sentir mi celular vibrar en la mesa de luz.
Miré, dormida, y era un número privado. Cuando estuve a punto de ignorarlo recordé: Raphael Gordon.
Salté de la cama con el celular en la mano vibrando y corrí al baño a mojarme la cara, podría ser él.
Atendí
-Hola, buenos días, hablo del estudio Transporterraum NY de parte de Raphael Gordon. ¿Es usted Sun Pravda? -habló una voz femenina.

Walk on the wild side (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora