17. Little girl

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-Y bueno en fin, eso es todo. Fue una historia muy larga lo sé... Pero por eso es que no quiero estar en nada serio. -me dice Nick, con un tono gracioso y anecdótico, pero un lado apenado un poco escondido.

-Nick... ¿sufriste todo eso? Qué mal toparse con personas tan malas. -dije intentando buscar un consuelo adecuado pero realmente no lo habia.

Terminamos mi té y él su submarino gigante y nos fuimos caminando de la cafetería que estaba a varias cuadras de nuestras casas.

-¿Sabes... Julian ha estado rarísimo estos días. Me preocupa. -dije casi por impulso, porque no quería insistir en el tema como la noche del bar, pero estaba un poco desesperanzada.

-¿Aún sigue así?

-Si, parece distraído todo el tiempo. Aunque no debería quejarme, últimamente está siempre conmigo... -intenté reflexionar sobre mis propias quejas.

-¿Ya están en serio? -abrió grandes esos ojos azules que tanto lo caracterizaban.

-No... bueno no lo sé. No hablamos de formalizar nada, pero algo somos. Es distinto a como era antes, lo siento más... cercano.

-Eso es bueno entonces... suele ser poco atento, aunque, bueno no siempre. Es un tipo un poco raro.

Decidió acompañarme hasta mi casa y luego ir a ver a Fabrizzio un rato, no sin antes despedirnos.

-Bueno supongo que tengo que regular un poco mi ansiedad, es complicado...

-¿Y qué hay de tu hermano?

-¿Albert? ¿Qué? -digo exaltada.

-¿Ya lo sabe?

-Bueno... no había pensado en hablarlo hasta estar segura de que funcionaría. Aún no estoy segura de que lo sepa alguien, mira si algo ocurre... -bajé la mirada, un poco triste.

-¡No te tires abajo! Jules suele ser distraído, tenle paciencia. Es probable que no se sienta normal, sé que le cuestan un poco los sentimientos. -me miró dándome seguridad. -Me llamas si necesitas algo, ¿ok?

-Gracias Nick, a veces le pones el freno que yo no puedo a mi propia mente. Creo que debo relajarme un poco. Te llamaré.

Cada uno de los días pasó igual que el anterior. No hubo nada extraño. Julian y yo nos veíamos seguido, lo estaba conociendo mucho en todos estos días. Me hacía feliz sentir que estaba interesado en mí, me hacía sentir bien que hacía tanto tiempo no la pasaba bien al lado de alguien.  Aunque, siempre estaba aterrada cuando comenzaba a querer a una persona, esta vez, no era la excepción. A pesar de sentirme bien con él, tenía mis dudas. Nick tenia razón, Julian era raro.

Luego de haber estado limpiando la casa y haber tirado el cementerio de botellas vacías que Charlie dejaba, desperté de una larga siesta, y tenía un mensaje de mi hermano, invitándome al departamento para merendar unos waffles. Hace poco tiempo me pidió la receta, Albert amaba mis waffles, siempre menciona que saben como los de mamá.
Pensé en que Julian estaría ahí, y pensé lo incómodo que sería. Siempre evitábamos estar entre gente, no era nada fácil fingir.

-¿Cómo has estado? ¿La universidad?

-Bien... estoy tomándomelo con calma, pero bien. -respondí incómoda al recordar que evitaba ir por la molesta presencia de Adam.

-¿Adam? No lo he visto por casa. Mándale un saludo cuando lo veas. -dice y apoya un plato con un waffle entero delante de mí.

Para mi sorpresa, Julian no había aparecido aún. Se oía todo muy silencioso, podría estar durmiendo probablemente, pero no estaba segura.

Walk on the wild side (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora