Walk on the wild side (Julian Casablancas)

11. Weird

Entre todos mis pensamientos, puedo rescatar muy pocos que me hacen feliz. Últimamente he visto cosas extrañas en todos a mi alrededor. Pero quien me preocupaba era mi papá. Últimamente lo veía salir a donde fuera con una navaja, y el arma que tenía escondida en la parte más alta de un mueble de la sala, ya no estaba. ¿Qué será de él?

Despierto luego de varios sueños extraños, uno de ellos donde Adam me besaba. Desperté asustada y agitada y con las colchas revueltas. Me dirijo hacia el lavabo para lavarme la cara. Siento el agua refrescándome y alzo la vista al espejo. Así logro divisar un rayón de labial rojo intenso. Levanto la cara, goteando agua de la punta de mi repingada nariz y el mentón. ¿Qué hace esto aquí? No me pinté los labios estos días. Y yo no tenía ese color de labial. Aumentando mis sospechas, teniendo en cuenta los ruidos extraños en el pasillo, que supuse, era mi padre alcoholizado otra vez. Detrás de una crema que yo usaba para peinar mi cabello, hay una tarjeta sutilmente colocada. La tomo inmediatamente y leo "Nirvana Club" y un logo con unas cerezas bien rojas. Debajo se encontraba la dirección, y logré descifrar que se trataba de el lado no tan agradable de la ciudad. A esto le seguía un nombre con letra femenina y manuscrita: "Sasy Wix". Un club con ese nombre, con esa ubicación, una tarjeta con un nombre tan poco verídico... Todo era extraño. Tal vez mi padre concurría a ese club nocturno, y ésa era una camarera... bueno, solo son suposiciones. Pero el nivel de rareza aumenta cuando se le suma que anda armado en la calle.
Guardo aquella tarjeta en mi bolsillo, para consultarle a los chicos si alguien conoce tal club y me marcho de allí, llena de preguntas.

Ha pasado un tiempo desde que Julian me propuso comenzar de nuevo, eliminando los malentendidos y sacando de lado aquellas confusiones. ¿Era eso posible? Nunca había entendido por qué eligió pedirme que "empezáramos de nuevo", que por lo que he podido interpretar para ser amigos , aún luego de cosas que habían pasado entre nosotros y eran realmente innegables. Pero yo acepté. Una vez más, aceptando lo que otro decía sin exigir las explicaciones que yo necesitaba entender.
Nos juntábamos seguido en lo de Albert, muchas veces con toda la banda, otras veces me junté por separado con Nick. Todo corría con normalidad, aunque por dentro, sentía el destello de alguna estúpida ilusión rota. Por más que él me hablara, que pareciera tener más confianza conmigo o lo viera más descontracturado hasta cuando estábamos con la banda. Pero como amigos. Alguna cosa idealicé sin límites.

Es viernes por la tarde y Nick se encontraba en casa, bajo una frazada en el sofá conmigo, viendo una película que debía ver yo para mi parcial de Filosoía, pues él me ayudaría luego a estudiar. Al fin y al cabo, lo ocurrido con Julian en L.A, había sido el pie para que yo tuviera una amistad tan unida con Nick. Él había tomado un lugar tan importante como el de Adam, de hecho, Adam no sabía nada de lo que sucedía con Julian. Le conté todo a Nick, pero siempre pidiéndole que lo mantuviera en secreto. Ahora él me resultaba un gran oído y apoyo. No había sido tan malo el incidente del viaje después de todo.

-Sun te veo preocupada últimamente -dijo Nick muy seguro.

-No creo... ¿por qué lo dices?

-Lo noto. Te conozco. -intentó descifrar en mi mirada el motivo. -¿Ocurrió algo con Jules?

-No, para nada. -negué con la cabeza, mintiendo.

-¡Hey! Puedes contarme... -dijo acomodándose en el sillón.

-No, de verdad... Estoy bien con Jules -aparté la mirada.

-¿Ya son algo? ¿Salen?

-¿Qué? ¡No, Nick!

-Pero ¿no te había llevado al concierto privado de Guided by voices y luego hablaron? -se quedó confundido. -No lo entiendo

-Sí pero somos amigos. -dije intentando ocultar la molestia.