7. Take it or leave it

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Escuchamos Guided by voices hasta que ella estuvo semi dormida, reposando la cabeza sobre su brazo, y su otra mano inmóvil casi rozando mi cuello. Sentí ganas de besarla más. Estaba seguro que ella no estaba entendiendo qué ocurría.
Me paré a detener la música y la desperté.

-Deja eso Jules. -dijo dormida, volteando hacia adentro de la cama y tapándose.

-¿Me harás un lugar? -bromeé.

-Vamos, que me da frío. -dijo abriendo la frazada.

Me sorprendió, creí que se enojaría. Me metí en su cama y me quedé boca arriba mirando el techo. Ella dormía a mi lado mirando hacia mí. ¿Cómo terminé durmiendo con ella otra vez? Esto comenzaba a tornarse extraño, y tenía una imagen que mantener para varias personas. Pensé en Lila, y me volví a cuestionar otra vez si estuvo bien dejarla. Yo ya no la quería, sin embargo logré que Lila cumpliera con su cometido de romper todo lo que yo tuviera cerca. Así fue como la encontró y la asustó de esa manera.
Creo que se comporta de una manera que nadie había hecho conmigo. Ella parecía comprenderme, no quería mis explicaciones, no preguntaba. Tal vez sí quería saber. No lo sé aún.
No sabía hacia dónde moverme, me sentía atrapado. No quería tocarla, no quería ser así de idiota. Cuando casi estuve por rotar dándole la espalda, posó su cabeza en mi brazo, casi en mi pectoral, y no me lo permitió.
Me dormí con aquella chica que me tenía la cabeza dividida desde que la veía a través de un vidrio en una sala de ensayo que parecía un agujero oscuro casi todos los días.
Ella era más chica que yo, aún así, era más consciente. La seguí hasta su casa sin que ella supiera después del estudio, por impulso. Antes de tocar su timbre, me fui a beber una botella de vodka al service shop de la esquina, necesitaba repasar lo que haría y tener el coraje para decir lo que tenía que decir. Luego las cosas se me fueron de las manos y la besé. Y ojalá la hubiera besado como se lo merecía, con dulzura, pero no. No quise parar hasta que me detuvo porque su padre llegó. ¿Qué clase de tipo piensa que soy? Ella me lo había preguntado... ¿Estaba bien esto?

Desperté a las 6:45 am abrazándola por detrás, y ella dándome la espalda. La mala noticia de aquella escena, es que tenía una erección notable. Seguro se debía a que tenía sus muslos desnudos muy pegados a mí. Debía apartarme de ella inmediatamente, sin despertarla, pues se daría cuenta de mi... problema. ¿Qué pensaría de mí si me encuentra así?
Yo no era distinto a nadie. También tenía sexo ocasional los fines de semana con la que quisiera irme a la cama. Yo no era perfecto. Pero Sun despertaba en mí la necesidad de tener que comportarme a su altura. Es como si de alguna forma ella fuera algo que yo pudiera romper en cualquier momento. Así se veía con sus ojos tristes, su cabello colorado y despeinado, su piel blanca como porcelana. A veces me hacía acordar a una muñeca. Aunque ella acostumbrara a estar ebria todas las veces que la vi de noche, yo la sentía frágil. Yo me sentía una persona demasiado podrida para ella. Por algo atraía pésimas personas, como Lila.

Intenté echarme hacia atrás y se despertó.

-¿Qué hora es Julian? -dijo intentando ver su despertador.

-Creo que nos dormimos demasiado... Ya es muy temprano, debería irme. -dije serio.

-¿Si? Debe estar frío afuera -ella aún seguía dormida.

-Sí Sunny pero no creo que quieras que Charly me vea despertar aquí, me correrá -ella rió bajo. -Además jamás le avisé a Albert si volvería luego del estudio.

-Está bien, ya estamos a mano. -pareció acomodarse para seguir durmiendo sobre mi hombro.

-Vamos, pareces una osa durmiendo tanto, debo irme... -vi en su cara, una inocencia que no conocía. Tambien ví en su expresión que no quería que me vaya.

Walk on the wild side (Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora