Capítulo 10

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Llegué a casa de Mitch después de un paseo andando hasta su casa. Llamé al timbre y enseguida bajó.
-Hola pequeño. -Le sonreí y le besé.
Me cogió de la mano y me llevó dentro con él, fuimos a la cocina a coger un par de cervezas como siempre y nos dirigimos al salón.
-¿Sigues con Louis en casa? -Asentí.
-No me gusta que estés con él Harry. No me fío, no quiero que te haga daño. -Me miraba preocupado mientras me cogía las manos.
-Es mi amigo y no me hará daño. Empecé a estar mal por él pero la culpa no es suya, sino mía. Si pasa algo malo te lo diré pero no va a pasar. -Intenté calmarle.
-Ya pero... me preocupa que pases demasiado tiempo con él, sé que te gusta....
-Me gustaba, pero ahora estoy contigo. -Le miré a los ojos seriamente y me sonrió.

-Tenemos algo pendiente por hacer, sabes? -Sonrió de forma pícara y me cogió de la cintura. -Tu amigo nos interrumpió el otro día. -Sonreí sabiendo a lo que se refería y me acerqué a besarlo. El beso fue desesperado, intenso y lo profundicé haciendo que nuestras lenguas se encontraran. Me mordió el labio y jadeé. Me separé de sus labios y empecé a besarle el cuello, a lamérselo y a dejarle chupetones por este, mientras bajaba a su pecho. Mitch cogió de mi mejilla guiándome de nuevo a sus labios mientras su otra mano acariciaba mi pierna, cada vez subiendo más por esta. Su mano empezó a rozar mi miembro sobre el pantalón, volviéndome loco por la falta de contacto. Gemí. Le quité la camiseta y me abalancé sobre su cuerpo tumbándome sobre él, empujando su cuerpo haciendo que se quedara tumbado. Mitch me quitó la camisa y empezó a besarme el cuello bajando por mi pecho. -Vamos a la cama. -Comentó dejando de besar mi cuello, jadeando. Me levanté de encima y cogió de mi mano guiándome a su habitación.

Me empujó a la cama, mientras yo me colocaba bien se quitó los pantalones y se recogió el pelo. Después se acercó a mí y me quitó los pantalones rápido.
Se puso encima mío y volvió a acercar sus labios a los míos, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo hasta llegar a mi miembro, esta vez metió la mano debajo mis calzoncillos y empezó a masturbarme, yo jadeaba. Paró unos instantes para besarme otra vez, esta vez lo empujé yo para que se tumbara en la cama quedando yo encima de él. Empecé a bajar besándole y lamiéndole todo el cuerpo hasta llegar a la goma de sus calzoncillos, quitándoselos. Acerqué mi boca a su miembro humedeciéndome los labios y empecé a jugar con mi lengua y su glande. Después la introduje a mi boca hasta notarla en mi garganta y volví a subir repetidas veces mientras él gemía intensamente. Seguí así un rato hasta que Mitch suspiro fuertemente, levanté la vista mirándole desde abajo, me hizo subir hacia él haciéndome un gesto con su mano. Me miró mordiéndose el labio y negando lentamente con la cabeza. -Date la vuelta. -Me susurró casi sin aliento. Lo hice. Me agarró por la cintura haciendo levantarme un poco de la cama, agarró mi trasero y lo acarició apretandolo al final. Escuche cómo abrió el condón y se lo puso, seguidamente introdujo sus dedos en mí mientras con la otra mano me cogía el pene. Empecé a gemir. en unos instantes paró y empezó a entrar en mí, empezamos a respirar fuerte los dos, cada vez lo sentíamos más fuerte, el calor subía y las pulsaciones iban más rápido. Nuestros cuerpos sudorosos chocaban una y otra vez, cada vez gemiamos de placer más fuerte hasta corrernos unos minutos después.

Estaba apoyado en el pecho de Mitch hablando de cosas neutrales mientras ambos fumábamos un porro que nos acabábamos de liar. Le acariciaba el pecho mientras le daba un calada al porro, relajándome más si era posible.
-Harry, hay algo de lo que quería hablar contigo desde hace unos días. -Comentó después de un rato en silencio. Alcé mi mirada encontrándome con sus ojos oscuros. Hice un ruido con mi garganta dándole a entender que podía proseguir. -Verás, sé que no es fácil pero... -Rascó su nuca desviando la mirada sin saber cómo decirlo.
-¿Qué pasa Mitch? -Me incorporé mirándole a los ojos, ahora sentado en la cama frente a él. Me empecé a poner nervioso.
-Creo que debería preguntarte el porqué de la cantidad exagerada de pulseras en tu muñeca... -Me tensé abriendo mis ojos. Buscando algo de broma en los ojos de Mitch. -Me estoy empezando a preocupar.
-No sé de qué hablas. -Murmuré. -Me gustan, simplemente.
-Harry... -Negué con la cabeza mirando mis manos. La mano de Mitch atrapó mi muñeca haciéndome gemir de dolor. Hice fuerza intentando deshacerme de su agarre. Sus dedos empezaron a mover las pulseras de sitio, haciendo que las heridas se vieran entre ellas. Mitch se quedó observando durante un rato.
-Suficiente. -Me solté de su agarre y me coloqué bien las pulseras. Me levanté dispuesto a irme.
-Harry espera no te vayas! -Mitch se levantó detrás mío con prisa y me abrazó por detrás. Me di la vuelta y me miró a los ojos. Los míos empezaron a llenarse de lágrimas aunque por dentro intentaba lo contrario. Empezó a caerme una lágrima por la cara, Mitch acercó su dedo y me la limpió.
-Todo va a salir bien, pequeño. -Apoyé mi cabeza en su hombro y le abracé mientras él me rodeaba con sus brazos fuertemente.
Nos volvimos a sentar. -Toma. -Me dijo acercándome el porro que había dejado en el cenicero antes de irme.
Me lo volví a encender y me senté cabizbajo esperando a que Mitch me dijera algo. Noté como Mitch se acercó más a mí, me cogió suavemente la cara haciéndome mirarle a los ojos.

In Between [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora