Capítulo 1

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Aquellos característicos ojos azules que tanto conocía se clavaron en los míos acompañando la mirada con media sonrisa. El peso de su brazo izquierdo sobre mis hombros mientras su mano derecha descansaba en mi rodilla. El mínimo contacto y mi piel se erizaba, mis mejillas se tornaban rojas y mis hoyuelos asomaban. No podía evitarlo.

Quedan pocos minutos para empezar la entrevista y ninguno de los dos hacemos el mínimo esfuerzo para movernos de allí, tan solo quiero seguir mirando su perfecto rostro, sentir su cuerpo cerca del mío, y decirle "te quiero" sin necesidad de hablar. Observé cada detalle de su rostro, su piel, sus ojos, su nariz... hasta llegar a sus labios. Sus labios en los que aún había una pequeña sonrisa traviesa. La mano que tenía sobre mi hombro empezó a acariciar mi cuello, enredando sus delgados dedos en uno de mis rizos. Mientras que la otra se posó sobre mi cintura atrayendo mi cuerpo al suyo lentamente. Cada vez más calor, cada vez más cerca uno del otro, sus dedos paseando por mi oreja, suavemente,me acaricia la mejilla, mientras mi mano sube por su brazo, sin poder evitarlo me muerdo el labio inferior mientras miro sus preciosos ojos los cuales me hipnotizan. 
Al ver mi gesto, se le escapa una sonrisa por debajo de la nariz, todavía me acerca más. Mi respiración era rápida, mi pulso acelerado y sentía un ligero cosquilleo en mi estómago a medida que la distancia de nuestros labios era más corta. Su lengua asomó ligeramente rozando poco a poco su labio inferior, humedeciéndolo. Su respiración y la mía se mezclaban. Cerré mis ojos. Abro ligeramente mi boca, voy acercándome muy lentamente a la suya. El corazón todavía más rápido, aún más calor. Empiezo a sentir su respiración en mi piel, el calor de nuestros cuerpos se mezclan, y siento que se me para el corazón cuando empiezo a rozar muy suavemente mis labios con los suyos. Apenas unos inaudibles golpes captan mi atención. Los labios de Louis se separaban de mí sin darme cuenta. Los golpes cada vez son más presentes pero soy incapaz de abrir mis ojos. Los brazos que segundos atrás me brindaban protección y calor ya no los siento a mi alrededor. Me siento vacío, asustado. Los nervios se apoderan de mi cuerpo. 

Abro mis ojos cegándome con los rayos de sol que traspasan las cortinas blancas que cubren la ventana. Una gota de sudor cae por mi frente. Vuelvo a cerrar los ojos, desolado, sin poderme creer que tan solo haya sido un sueño. Alguien sigue llamando a la puerta, oigo mi nombre, me levanto con cansancio y recojo mis pantalones del suelo los cuales me voy poniendo de camino a la puerta. Miro por la mirilla, es Liam, así que le abro para que entre.

-Buenos días Harry. -Me sonrió descansado. Se apoyó en el marco de la puerta sin llegar a entrar. Le sonreí. -Vamos a bajar todos a desayunar, ¿Te vienes, no? -Rozó ligeramente mi brazo con su puño y asentí.

-Sí, ahora mismo bajo. Deja que me despierte. -Bromeé y él sonrió asintiendo. A mitad de cerrar la puerta para cambiarme, Liam giró sobre su eje y me miró preocupado.

-¿Estás bien? 

-Sí, solo estoy un poco cansado. Me costó coger el sueño, y me he ido despertando a lo largo de la noche. -Contesté, mientras en mi cabeza seguía repitiéndose mi sueño.

-Bueno, ahora un buen café y como nuevo, te espero abajo con los demás. - se dió la vuelta y se fué hacia el ascensor. 

Voy directo al baño, me lavo la cara, y me quedo mirando mi propio reflejo en el espejo, mientras caen gotas por mi cara del agua que aún no me he secado. Respiro hondo, y desganado cojo la toalla para secarme. Me peino un poco el pelo con mis dedos y salgo a la habitación para acabar de vestirme, cojo lo primero que veo en la maleta, una camiseta de manga corta de color blanco y mis botas marrones. Suspiré volviendo a mirarme en el espejo por última vez antes de bajar, fijándome en las ojeras que decoraban mi cara desde hacía unas semanas. Segundos después y sin ningún tipo de idea para solucionar mi problema, me decidí por bajar. Sin paciencia por esperar el ascensor me decanté por las escaleras. A medida que bajaba el olor a comida inundaba mis fosas nasales haciendo que mi estómago se cerrara; y por si fuera poco, los ojos azules que tanto me obsesionaban me miraban desde la mesa incomodándome. Me acerqué a la mesa, Niall me saludó con un gesto simpático mientras comía una tostada con mermelada. Me senté en la única silla que quedaba libre, entre Liam y Niall, por lo que Louis quedaba en frente mío. 

In Between [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora