Epílogo

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Unos duros meses pasaron desde que entré en este lugar. Meses de dura rehabilitación, terapia, sudor y lágrimas. Días en los que no le veía el sentido a continuar esforzándome, en los que deseé morir al no ver ningún tipo de progreso en mí; pero a la vez, días en los que volvía a ver luz, saliendo poco a poco de la oscuridad donde no alcanzaba a ver nada más. Temporadas de esfuerzo por poder continuar con mi vida, ser feliz. Lentamente fui mejorando, después de haber aceptado todo lo que estaba pasando en mi vida y no podía dejar de negar.

Aquí estoy, con mis cosas en la mano y una sonrisa en mi rostro. Una real, una que mostraba felicidad, una sonrisa que tenía una sola y única razón. Razón que estaba delante de mí.

-Te he echado de menos. -Murmuré en su oído mientras rodeaba con fuerza su cuello dejando caer mis cosas. Sus manos rozaron lentamente mi cintura acercando mi cuerpo al suyo. Su olor colapsó todos mis sentidos haciéndome estremecer, suspirar. Una de sus manos se enredó en mi pelo acariciando mi cuello. Me separé milímetros de él y junté nuestros labios que se rozaban lentamente transmitiendo lo que sentíamos en nuestro interior. Entrelacé nuestras manos una vez separados, sin querer perder el contacto.

-Estoy muy orgulloso de ti, Haz. -Sonreí dejándome guiar por Louis. Las puertas del centro se abrieron y vi unos cuantos periodistas y cámaras, suponiendo que la noticia ya había corrido por todo el mundo. Sentí miedo. Miré a Louis esperando una reacción pero lo único que hizo fue avanzar sin soltar mi mano. Me miró viendo que analizaba su comportamiento y sonrió. Soltó mi mano y puso su brazo en mi cintura, abrazándome. Sonreí y me relajé en su abrazo. Ya no me importaba nada de lo que pensaran, no dejaría que me afectara más.
Pasamos por medio de los paparazzis sin prestarles ninguna atención mientras nos bombardeaban a preguntas y flashes. Louis volvió a coger de mi mano fuerte poniéndose delante de mí y me arrastró hasta su coche que estaba en la puerta.

-Por fín en casa. -Abrí la puerta ansioso y tiré las bolsas al suelo. Louis cerró la puerta detrás de mí.
-Te he echado de menos. -Susurró mientras me abrazaba por detrás. Besó mi mejilla. Me giré. Ambos nos miramos sonriendo, coloqué mis brazos sobre sus hombros y me acerqué a él, nuestros cuerpos se juntaron al mismo tiempo que nuestros labios lo hacían.

-Yo también a tí. -Sonreí después de besarle. Volvimos a separarnos.
-Harry...-Me mencionó con una sonrisa picarona. Lo miré sorprendido esperando a que me dijera algo más. -En una hora tenemos que salir, ponte guapo. -Sonrió. Volví a mirarlo extrañado pero no me dijo nada más.

Me dirigí hacia el baño y me dí una ducha, cuando salí de la habitación me encontré a Louis sentado a los pies de mi cama, se había cambiado de ropa, iba bastante formal, lo miré desconcertado y reí.

-¿Dónde me llevas? -Pregunté mientras rebuscaba entre mi armario.
-Pues a celebrarlo, ¿dónde si no? -Contestó.

Escuché sus pasos aproximándose a mí y noté sus brazos rodear mi cintura, abrazándome por detrás y dejando un beso en mi cuello. Me giré y besé sus labios intensamente necesitando de su contacto. Nos sonreímos al separarnos.

-Cómo echaba de menos esto. -Murmuré. Louis asintió y acarició mi brazo. Me dio una palmadita en el trasero y me empujó levemente hacia el armario.

-¡Venga! Llegaremos tarde. -Me reí y continué buscando algo de ropa.

Estábamos por salir de casa cuando Louis se acercó a mí con un pañuelo en su mano.

-Déjame taparte los ojos. -Negué con la cabeza. -Vamos, Haz. -Se acercó a mí y cogió de mi mano antes de que escapara corriendo. Me reí mientras me tapaba los ojos con la tela. Noté cómo su brazo rodeó mi cintura y me guiaba suavemente hacia afuera.

In Between [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora