Estaba desayunando. Después de haber visitado el otro lado de la isla con Brenda había vuelto a casa a cambiarme pues me sentía sucio, por el agua salada, por el sudor causado por el calor y por el olor extraño que había en la gruta. De nuevo estaba pensando en mis sueños. Juro que el que había tenido un par de horas antes había sido demasiado real.
-¿Qué tal andas shank?- La voz de Minho me devolvió a la realidad. Tragué lo que llevaba minutos masticando sin siquiera darme cuenta y suspiré cansado.
-Estoy... Bien.- Dije tratando de sonreír.
-Thomas, no es necesario que finjas conmigo, ya sé que estás mal. Lo que quiero es que me digas qué te pasa.- Dijo él dejándome atónito. ¿Hacía cuánto que sabía que no me encontraba bien?
Mordí mi labio y traté de evitar mirarle a los ojos. -Estoy bien, en serio, tranquilo.
-Entonces, ¿por qué hace días que no hablas con nadie? ¿Por qué hace días que no comes correctamente? ¿Por qué hace días que estás ausente?
Bufé. Era imposible ocultarle algo a Minho. Me conocía demasiado bien. -Está bien, tienes razón. No me siento bien.- Me levanté dejando los restos del desayuno allí y salí del comedor molesto. Noté que me seguía. Quería estar solo un rato. No quería contarle a nadie mis problemas, se preocuparían y quería evitar eso a toda costa.
-No vas a evitar que me preocupe así, solo haces que me preocupe más por ti.- Dijo Minho tirando de mí y frenando mis pasos. Era increíble lo mucho que me conocía. Parecía haber leído mis pensamientos.
-Déjame Minho, no me pasa nada, olvídalo, ¿vale?- Dije intentando zafarme de su agarre.
-Es por Newt, ¿verdad?
Esas palabras rasgaron mi ya destrozado corazón por enésima vez. Sentí que mis piernas cedían y mi vista se comenzaba a nublar. Odiaba que Minho me conociese tan bien.
...
-Eres consciente de que esto es una locura, ¿verdad?
Asentí. -Lo sé pero no puedo quedarme aquí sabiendo que tal vez él esté allá solo con esas cosas. Necesito comprobar que... Bueno, que sigue allí.- Dije mirándole a los ojos.
Minho dejó de jugar con la arena y se levantó sacudiendo su pantalón. -¿Entonces a qué esperas? Vamos.- Dijo tendiéndome una mano.
Abrí los ojos sorprendido. ¿Él quería venir conmigo? ¿Volver al continente? ¿A toda esa destrucción, caos y sufrimiento? Dudé unos segundos y finalmente tomé su mano levantándome. -Gracias Minho.- Dije agradecido. No podría haber elegido mejor a mi mejor amigo.
-No agradezcas, hago esto porque quiero verte bien. Si vamos y Newt no está...- Dijo haciendo una pausa. -Volveremos y tú olvidarás todo eso, ¿entendido shank? Me preocupa que no consigas superarlo. Sé que Newt era muy importante para ti, tanto como lo era para mí pero tarde o temprano tenemos que aceptar la realidad.
Asentí con la cabeza. -Está bien.
Los siguientes días trascurrieron bastante deprisa. Brenda y Gally quisieron matarnos cuando les dijimos que queríamos marcharnos pero finalmente acabaron aceptando a regañadientes. Todo estaba listo. Partiríamos al amanecer.
...
-¿Preparado?- Preguntó Minho encendiendo el motor del barco. Durante aquellos días me había dedicado a dar algunas indicaciones sobre qué debían hacer mientras Minho y yo no estuviésemos en la isla y recolectando todo lo necesario para nuestro viaje. Comida, mantas, sacos de dormir y dos motos con tanques de gasolina de reserva. Obviamente armas y mucha agua. Mientras que Brenda había enseñado a Minho algunas de las cosas básicas sobre cómo manejar un barco. Nuestro viaje acababa de empezar oficialmente.
El sol asomaba por el horizonte iluminando el océano y parte de la isla. Nos habíamos despedido de todos tras terminar de cenar así que todo el mundo seguía durmiendo. Debían ser alrededor de las cinco y media de la mañana pero curiosamente no tenía sueño. Estaba emocionado y algo preocupado por lo que nos esperaba en el continente pero debíamos hacerlo.
-Preparado.- Dije cerrando la puerta lateral de la barandilla y sentándome en uno de los sillones de la proa.
-Ahí vamos entonces.
El barco empezó a surcar las olas alejándose rápidamente de la isla y dirigiéndose a algún punto en el horizonte. A medida que las horas pasaban un sentimiento crecía en mi interior. No estaba seguro de si era bueno o malo pero empezaba a inquietarme.
-¿Falta mucho?- Pregunté bebiendo agua.
-No, mira.- Dijo Minho señalando un punto a lo lejos.
Enfoqué la vista y pude distinguir un trozo enorme de tierra extendiéndose delante de nosotros. Habíamos llegado. Allí estaba el lugar del que habíamos intentado huir durante tanto tiempo.
-¿Estás nervioso?- Preguntó Minho frenando de a poco para aparcar frente a una especie de playa.
-Preocupado. Deberíamos pasar la noche en el barco, es más seguro que acampar allí, ¿no?- Dije frunciendo el ceño.
-Sí, tienes razón.- El barco volvió a dirigirse hacia el mar alejándose a una distancia prudente de la orilla. -Deberíamos cenar algo y dormir temprano, mañana nos espera un día duro.
Asentí con la cabeza. -De acuerdo. ¿Qué quieres cenar? Creo que hay algo de pasta y bocadillos, tenemos comida para una semana así que hay que intentar dividirla.- Dije sacando unos recipientes con comida de una de las mochilas que habíamos traído.
-Pasta está bien.- Dijo Minho terminando de apagar el motor y acercándose a mí.
Cenamos y guardamos solo lo indispensable en dos mochilas, sería más fácil desplazarnos si no llevábamos demasiadas cosas. Dormir en alta mar no fue tan simple como creí. Las olas movían el barco de un lado a otro y daba la sensación de estar en una lavadora. Me había mareado varias veces, había tomado unas pastillas para evitar echar toda la cena por la borda y había vuelto a dormir. Dormiría al menos cinco horas antes de partir. Suspiré cerrando los ojos. No más sueños por favor. No más sueños por favor. No más... Mi cabeza repetía esas palabras una y otra vez sin parar hasta que conseguí caer en un sueño profundo.
ESTÁS LEYENDO
You Are My Gravity | Newtmas
FanfictionTras terminar las infernales pruebas en el laberinto, Thomas y los demás chicos pueden por fin vivir una vida normal libre de peligros. Sin embargo el recorrido que tuvieron que hacer para llegar hasta ese punto ha dejado grandes heridas en sus cora...