Tras terminar las infernales pruebas en el laberinto, Thomas y los demás chicos pueden por fin vivir una vida normal libre de peligros. Sin embargo el recorrido que tuvieron que hacer para llegar hasta ese punto ha dejado grandes heridas en sus cora...
La historia no termina ahí. Después de hablar con Gally tenía muy en claro que la historia no podía terminar con Thomas y yo peleados; así que tras despedirme me dirigí a la cabaña del anteriormente nombrado. Arreglaría las cosas, me disculparía por lo ocurrido y nuestra amistad volvería a ser como era antes. Mis piernas amenazaban con ceder cada vez más a medida que me acercaba a la puerta. Consideré el esperar hasta el día siguiente pues tal vez estaría durmiendo pero todas esas ideas se esfumaron al ver que aún había una tenue luz atravesando las ventanas. Ya no había vuelta atrás. Mis nudillos golpearon suavemente la puerta tres veces. Tragué saliva y traté de parecer tranquilo a pesar de que en mi interior hubiese algo parecido a una reunión de catástrofes naturales. Sentía que iba a vomitar como siguiera bajo tanta presión. Durante unos segundos no pasó nada. El silencio reinaba en la costa, no había viento y el único sonido era producido por las olas de fondo. Unos pasos y finalmente la puerta se abrió. Tommy se encontraba de pie frente a mí, mirándome casi tan desconcertado como yo. Noté que no llevaba puesto más que un pantalón corto, probablemente su pijama, dejando al descubierto su pecho y su marcado abdomen. ¿Qué estaba haciendo? Analizar a mi mejor amigo de aquella forma no era normal. Debía detenerme. Noté que no había saludado y que ninguno de los dos había dicho nada, simplemente estábamos mirándonos en silencio, sin siquiera movernos. Suspiré. Era el momento. Rogué porque mi voz no temblara antes de hablar por fin.
—Hola Tommy...— Sonó bastante aceptable teniendo en cuenta la situación. Esperaba que no se hubiese dado cuenta de mi nerviosismo, eso empeoraría todo.
—Newt, pasa anda, no te quedes ahí, hace frío.— Dijo él tranquilamente haciéndose a un lado para dejarme pasar.
Dudé durante un tiempo muy breve entre si debía hacerle caso o huir, encerrarme en mi casa y no salir jamás pero finalmente decidí que no podría huir siempre de mis sentimientos, aprendería a vivir con ellos y todo estaría bien. Avancé hasta el interior notando como la puerta se cerraba tras de mí. Observé el lugar. Era parecido al mío pero tenía el toque Thomas, sin duda estaba claro que él vivía allí.
—¿Quieres algo de beber o comer?— Preguntó él quedando frente a mí.
Me apresuré a negar con la cabeza. No quería quedarme más tiempo del necesario. Cuanto antes soltara lo que quería decirle antes podría irme así que no tenía sentido perder más tiempo. —Tommy yo venía porque... Te debo una disculpa.
Él frunció el ceño levemente al escuchar mis palabras. No había entendido a qué me refería. Estupendo. Ahora sí me sentía muy avergonzado.
—Sobre... Lo que pasó antes de llegar aquí.— Tragué saliva nervioso. Había preparado todo el discurso pero mi mente simplemente no quería ponerse de acuerdo con mi boca y las palabras no querían salir. Me maldije por dentro por ser tan inútil, odiaba la sensación de vulnerabilidad que me producía estar junto a Thomas, solo él lograba producir eso en mí y eso me hacía querer matarle. Obviamente no lo haría, mis sentimientos hacia él no me lo permitirían y eso provocaba una gran lucha en mi interior.
—Newt, está todo bien, no te disculpes.
No quería oír sus disculpas, sus palabras de ánimo o su forma sutil de mandarme a la friendzone así que levanté la mano indicándole que se callara. Realmente no necesitaba aquello. —Olvídalo, no importa. No sé ni porqué vine, lo mejor será que me marche.— Y dicho aquello giré sobre mí mismo y me dirigí casi corriendo hacia la puerta. Sin embargo no llegué a avanzar ni dos pasos cuando sentí mi mano ser atrapada por la suya. Me giré instintivamente listo para preguntarle qué estaba haciendo pero sus labios chocaron contra los míos impidiéndome hablar. No entendía nada pero no tenía suficiente fuerza de voluntad como para pedirle que se detuviese. Cerré los ojos y correspondí al que suponía que sería nuestro primer y último beso de verdad.
...
No tengo ni idea de cuánto tiempo pasó realmente pero fueron los segundos más hermosos de toda mi existencia. No éramos expertos ni mucho menos pero nos conectamos como si fuésemos dos piezas del mismo rompecabezas.
—Lo que quise decir es que quería corresponderte ese día, los nervios me lo impidieron y después no encontré el momento adecuado para hablar contigo del tema. No quiero que creas que estuvo mal o te avergüences de ello. Me alegra mucho saber que sientes lo mismo que yo y que quieres intentarlo así que... Si me das otra oportunidad prometo hacer mi mayor esfuerzo para ser el mejor novio que pueda, quiero cuidarte siempre Newt porque desde el momento en el que te vi en el Área supe que me había enamorado.
Aquellas palabras me dejaron atónito. ¿Estaba soñando? No puedo expresar con palabras la cantidad de emociones y sentimientos que me llenaban en ese momento. Quería gritar, llorar, volver a besarle, abrazarle, quería quedarme junto a él hasta el último momento. No sabía cómo reaccionar a aquello así que dejé que los impulsos me gobernaran; saltando a sus brazos inmediatamente y estrechándolo en un fuerte abrazo. Nada ni nadie volvería a separarnos. Estaba seguro. -—No tienes idea de lo feliz que me acabas de hacer. Ni siquiera sé qué decir.
—Te amo Newtie, desde el primer día hasta el último.-
Era simple pero lo era todo para nosotros. Era el comienzo de nuestra historia juntos.
~Fin
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