Capítulo 15

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ACLARATORIA IMPORTANTE: Estos capítulos que subo no están corregidos, así que podrán encontrar unos errores.

Por la nueva política de Wattpad están siendo subidos poco a poco los capítulos que anteriormente se encontraban privados. Algunos corregidos, otros no.

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Daesy Suvero

Si te pierdo

- ¿Puedes caminar?-

Preguntó Adam desde la puerta de la habitación, dirigiéndose al pequeño sofá que allí se encontraba en busca del bolso de Diane para guardar las últimas cosas, ella volvería a casa y ahora estarían bien. Él la miró, y ella con una seña de dolor se intentó parar sola.

- Hey, hey.- Corrió para ayudarla. - No puedes sola.- La tomó por sus brazos y ayudo, Diane se tomó el vientre.

- Me duele.- Arrugó su rostro en señal de dolor. - Pero estaré bien.-

Sonrió y tendió sus labios hacía Adam, quien notó el gesto y le dio un suave beso en los labios fríos de su esposa, que con la fuerza interna intento caminar hacía la salida. Adam la ayudó, y mientras ambos con cautela caminaban, un celular sonaba sin parar.

- Es tu celular.- Dijo Diane.

Adam ignoró la llamada, aun sabiendo que vibraba en su bolsillo. Ane siguió caminando y en un segundo la llamada ceso, ambos obviaron el momento, sin embargo nuevamente el celular repicaba con fuerza.

- Contesta.- Comentó Diane, esta vez con firmeza.

Él continuo su paso, como si las palabras de Diane no las hubiese escuchado. Aunque aún así, Ane pensaba diferente y su mente se llenaba de pequeños pensamientos desenfrenados y negativos. Ella jalo su brazo para apartarse de él. Adam suspiro y se detuvo sabiendo que si no contestaba tendría problemas con su esposa que recién salía de terapia intensiva y que aunque pudiera llevarle la contraria, esta vez no lo haría. El celular paro, Adam miro y la llamada venía de su trabajo, su secretaria irrumpía en el momento, él maldijo internamente, había imaginado que la llamada venia de su padre pero se había equivocado. Regresó la llamada rápidamente y con la mirada de Diane puesta en él, se alejó un poco para tomar señal. Diane se sentó.

- Señor Louis que pena molestarlo, la reservación para Milán que me pidió está siendo confirmada. Su vuelo saldría para dentro de un mes, luego de su boda.-

- Perfecto Hanna, gracias, me encantaría que si mi padre llama me informes rápido.-

- Como diga Sr. Louis, ha llamado mucho a su oficina la señorita Adelaida, tiene listos los planos para el nuevo edificio, ¿la agendo?-

- Estaré con mi esposa, que ella pase por mi apartamento.-

- Perfecto, hasta luego Sr. Louis.-

Guardo su celular y con paso seguro se devolvió hacia Diane, que se encontraba sentada jugueteando con la venda de su mano fracturada, está hizo mueca de dolor en un momento que sus costillas empezaban a dolerle. El accidente que recién había sufrido la tenía debilitada, y adolorida más que otra cosa, y se podía notar a tan solo verla pues los moretones y rasguños eran evidentes. Adam le tendió la mano nuevamente y con solo decirle que su hogar la esperaba, la chica tomo fuerzas internas para continuar caminando.

Aquel día había sido duro para todos, la salida de Diane implicó un día difícil. Diana debía regresar a clases y ponerse al corriente por los días faltados, Abby estaba preparando todo en casa para la llegada de la Sra. Louis, Ethan viajaría a Seattle por negocios, Harry tenía guardia y por el lado de Katherine, estaba en compra del nuevo celular de Diane, enviada por el mismo Adam para que su esposa - que probablemente se volvería un caos sin trabajo-, no enloqueciera. Así que todo esto resumía en Adam, quien no la dejaría ni un segundo sola; claro que sabía esto conllevaría a consecuencias graves, perder el caso de la señora Friedman, asesinada en Denver, por ejemplo. Descuidaba parte importante de su vida entregándose a lo que era toda su vida, Diane.

Antes de que muera © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora