Era una mañana tranquila, donde ningún ruido se oía en el exterior de aquella casa de madera en el lugar de Snowdin.
En una de las habitaciones de arriba, un esqueleto de cráneo roto se encontraba durmiendo cómodamente en su cama, o al menos por ahora.
Poco a poco Horror empezó a abrir los ojos, despertandose perezosamente, aún sin moverse en absoluto de la cama. Así se quedó, mirando algún punto de la habitación sin ningún interés, esperando a que el sueño se fuera.
Pasó unos minutos así, mirando hacia la nada, hasta que por fin decidió levantarse. Al ponerse de pie se estiró con pereza, haciendo crujir algún que otro hueso de su cuerpo.
Al sentirse un poco más espabilado que antes, agarró su hacha que se encontraba al lado de la puerta de su cuarto, a la vez que abría la puerta y salía con tranquilidad.
Después de dos meses, aún llevaba su rutina con normalidad.
Bajó las escaleras con tranquilidad, escuchando en el silencio de la casa el ruido que producía su hacha al arañar las escaleras de madera. Le producía tranquilidad.
Al llegar al pie de la escalera, y aún arrastrando su hacha por el suelo como si nada, se dirigió a la cocina para comer algo decente de desayuno, o comida, realmente no sabía qué hora era.
Pero hubo algo que le hizo parar justo antes de entrar a la cocina.
-Tarara~, narara~- dentro de la cocina, sin darse cuenta de que había alguien observándole, se encontraba un peculiar esqueleto de prendas moradas y muy provocativas, cocinando con alegría a la vez que tarareaba una canción bastante movidita, haciendo pequeños pasos de baile con los pies y la cadera mientras terminaba de hacer la masa especial para el desayuno.
Horror, al ver a su novio cantar y bailar tan animadamente, no hizo absolutamente nada, simplemente se apoyó en el marco de la puerta, cruzándose de brazos mientras le miraba con una mezcla de seriedad y diversión en su mirada, a la vez que una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
Desde que Lust se quedó a vivir con él y su hermano en su casa sus vidas se habían hecho bastantes entretenidas. Cada día tenían algo decente y rico para comer, a veces limpiaban la casa entera entre los tres y casi siempre la casa estaba siempre llena de malos chistes y risas, risas provenientes de Lust la mayoría de las veces, y que esta vez se podía escuchar sin preocupaciones por todo Snowdin.
Ya todo el mundo en HorrorTale conocía al nuevo habitante Lust, el cuál era (y salido de su propia boca) propiedad de Horror, y fue necesario en más de una ocasión hacer una pequeña advertencia de lo que le pasaba a todo aquel que se atreviera a tocar o mirar a su moradito, terminando siempre en polvo o en heridas de gravedad.
Su vida había cambiado completamente desde la llegada de Lust, y la suya también.
Desde que se fue a vivir con Horror su vida era mucho más tranquila. Se levantaba cuando quería, se quedaba más tiempo en casa cocinando o simplemente haciendo el vago, y cuando tenía oportunidad "jugaba" con su novio, siempre con Papyrus fuera de casa.
Sus vidas eran, como decían ellos, perfecta.
Ahora, volviendo a la cocina, Lust se encontraba ya preparando el desayuno, el cuál constaban de unas tortitas con zumo de frutas y unas tostadas, todo perfectamente preparado por el menor sin dejar de bailar en ningún momento.
Horror aún seguía mirando a su moradito bailando alegre en la cocina, sin despegar su mirada en ningún momento. Se le hacía gracioso ver a Lust así, tan contento y entusiasmado.
-¿Vas a quedarte ahí contemplandome o vas a entrar?- preguntó Lust divertido mirando hacia el marco de la puerta donde estaba apoyado Horror, aún bailando levemente.
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Quédate a mi lado (HorrorLust)//
Roman d'amourPrimera historia que hago en Wattpad. Ninguno de los personajes usados en este libro me pertenece, todos los derechos van a sus creadores. Lust era un pequeño esqueleto proveniente del AU Underlust. Tenía una vida normal en su universo, cuando por a...