Hipo y Chimuelo subieron a su habitación sin más demora, Hipo se quito se chaleco de piel y lo coloco en un colgador, se sentó en su cama para poder quitarse su pierna artificial y dejarla al pie de la cama para fácil acceso cuando quiera volvérsela a poner, se arropo con las mantas, se acomodo en su posición acostumbrada para dormir y le dijo a su querido amigo dragón Chimuelo ''Buenas noches a migo'' el dragón solo asintió con la cabeza como diciendo ''Igualmente'' lanzo un rayo de plasma hacia la pieza de metal donde dormía, podría parecer incomodo pero para Chimuelo estaba bien, además como la casa estaba hecha de manera si él hacia eso, quemaría la casa.
No pasaron más que unos cuantos segundos para que ambos cayeran dormidos, ellos dominan muy temprano para poder salir a volar apenas amanecía.
Por otro lado recién llegaba a su casa, ella no era madrugadora como Hipo prefería una noche de sueño profundo y despertarse por sí misma, entro a la cocina de su casa para encontrase con su madre quien serbia la cena para Astrid, un poco de estofado, unos huevos revueltos y una pierna de cordero y algo de agua, era lo que ella cenaría esa noche, como era de esperase la cena estuvo deliciosa dado que la madre de Astrid era la mejor cocinera de Berk (solo superada por Valhallarama, difunta madre de Hipo). Una vez que Astrid terminara su cena se fue directamente a la cama, el asunto de la enfermedad de Tormenta era una preocupación, pero ahora no afectaba tanto como llegar al grado de no dejarla dormir, gracias a que ahora tenía a Hipo que la consolara. Ella se quito sus hombreras y su falda con pinchos y se arropo con las mantas y se quedo cómodamente dormida.
Paso la noche en un abrir y cerrar de ojos, Astrid despertó muy contenta por fin Hipo dijo lo que sentía por ella, se volvió a colocar su falda y sus hombreras, bajo a desayunar se despido de su madre, bajo a ver como se encontraba Tormenta, noto que las pústulas que le había mencionado la anciana ya comenzaban a notarse, unas cuantas lagrimas corrieron por su rostro, seco su lagrimas y le dijo a Tormenta – No te preocupes, nunca dejare que mueras – salió del establo donde se encontraba Tormenta y se dirigió a casa de Hipo.
Mientras tanto en casa de Hipo, él y Chimuelo aun dormían cómodamente. Astrid había llegado corriendo hasta la puerta de su casa, estaba por llamar a la puerta cuando un pensamiento atravesó su mente – y si entro sin que me oiga y le preparo el desayuno – así que eso hizo, para su buena suerte Estoico había salido temprano y no se encontraba en casa, deslizo la puerta sigilosamente y entro, subió las escaleras que llevaban al cuarto de Hipo, al llegar al final de las escaleras vio como Hipo y Chimuelo seguían dormidos, bajo nuevamente a la sala principal y se dirigió a la cocina, ella veía en las alacenas algo con que prepararle el desayuno a Hipo, cuando otro pensamiento paso por su mente – ¿Qué es lo que le gusta desayunar a Hipo? – ella no conocía mucho los gustos de Hipo, pensó un poco pero no recordaba alguna vez que Hipo dijera cual era su comida favorita.
Frustrada decidió hacer unos simples huevos revueltos y servirle un poco de leche de Jack, esperando que fueran del agrado de Hipo, una vez que los huevos revueltos estuvieron listos los coloco en una charola y sirvió en un tarro la leche de Jack, mientras tanto en el cuarto de Hipo, un no muy dormido Chimuelo escuchaba ruidos que provenían de la cocina, no quiso despertar a Hipo así que bajo por su cuenta a ver qué es lo que lo que ocurría, bajo silenciosamente hasta la sala principal, hasta que noto un olor conocido en el aire, el olor de Astrid.
Astrid: (volteo hacia atrás y vio a Chimuelo y dijo en voz baja) ahhh Chimuelo ¿Qué haces aquí?
Chimuelo: (pensando: eso mismo te pregunto)
Astrid: (dijo en voz baja) bueno, al menos no hice mucho ruido
Chimuelo: (pensado: ¿Qué estas tramando?)
Astrid: (dijo en voz baja) Chimuelo ¿Hipo ya está despierto?
Chimuelo: (negó con la cabeza)
Astrid: (sonriendo) bien (comenzó a subir lentamente las escaleras)
Chimuelo: (pensado: ¿Qué le quieres hacer a mi hermano?... oh ya veo, por eso viniste cuando no había nadie, no los interrumpiré, pero si lastimas a mi hermano no seré piadoso) (se recuesta frente a la Chimenea)
Al subir noto que Hipo aun estaba completamente dormido, así que se le ocurrió una buena idea, dejo la bandeja con la comida en una mesa que estaba al lado de la cama de Hipo, se acerco silenciosamente hasta estar junto a Hipo se inclino hasta que estar a poca distancia de Hipo:
Astrid: (susurrando) Hipo despierta
Hipo:
Astrid: (susurrando) Hipo despierta
Hipo: (comenzó a abrir lentamente sus ojos)
Astrid: (al notarlo, se inclino para besar a Hipo en los labios)
Hipo: (pensado: ¿Qué que pasa a Astrid?) (Al notar que Astrid lo estaba besando se sonrojo mucho)
Astrid: (se separa de Hipo y sonríe) buenos días dormilón
Hipo: (nervioso) a Astrid ¿Qué haces aquí?
Astrid: (sonríe) bueno, vine a agradecerte por haberme ayudado estos últimos días con el asunto de la enfermedad de Tormenta
Hipo: (nervioso) Astrid no era necesario
Astrid: (sonríe) descuida, no es nada, además te prepare el desayuno
Hipo: ¿enserio?
Astrid: si (Se levanta a traer la bandeja con la comida) espero que sea de tu agrado
Hipo: (huele la comida) (*¬*) ummm huele delicioso
Astrid: (dudosa) ¿enserio?
Hipo: si (prueba un poco) ummm y sabe mejor de lo que huele
Astrid: (sonrojada) que bueno que te guste
Hipo: no sabía que cocinabas tan bien
Astrid: jeje si gustas puedo prepararte más
Hipo: ¿enserio?
Astrid si
Hipo: (besa a Astrid en la frente) gracias Astrid
Astrid: (sonríe) de nada Hipo