Hipo se encontraba sentado apoyado en un árbol, en sus manos yacía Astrid quien se encontraba muy cansada mentalmente por haber pasado toda la noche anterior pensando en lo que podría ocurrirle a Hipo en alguna de las pruebas que su padre le había preparado a Hipo para probar si era digno o no de ser el novio (al menos hasta que Hipo se lo pidiese) de su muy amada hija Astrid.
Ente los pensamientos que atormentaban su cabeza se encontraban el que Hipo perdiera otra extremidad, que ya nunca más podría caminar e incluso morir, todos esos pensamientos rondaron por su cabeza toda la noche impidiéndole que ella conciliara el sueño, pero ahora se encontraba descansando cómodamente en los brazos de su amado Hipo, estaba tan cómoda que pronto caería completamente dormida.
Hipo por su parte, se encontraba sonrojado al ver como la hermosa chica de cabello rubio descansaba entre sus brazos, Hipo comenzó a acariciarle el cabello, Astrid sentía como las manos de Hipo jugaban con su cabello y respondió a ello abrazándole, pasaron unos minutos, Hipo continuo acariciando el cabello de Astrid hasta que ella comenzó a quedarse dormida, pocos minutos después Astrid ya estaba completamente dormida, mientras que Chimuelo estaba mirándolos sin hacer ni un solo ruido por lo que ellos no lo notaron.
Pasaron al menos 2 horas, Chimuelo se había quedado dormido hace una hora, Astrid aun estaba profundamente inmersa en sus sueños, mientras que Hipo estaba despierto procurando no despertarla, Hipo miro hacia el cielo y vio entre las hojas de los arboles que pronto seria medio día y recordó que tenía que ver al padre de Astrid en la plaza del pueblo para que le explicase en qué consistiría la segunda prueba. Hipo regreso la mirada a Astrid – se ve muy linda cuando está dormida – pensó Hipo, sentía algo de pena por despertarla cuando se veía tan cómoda, pero tendría que hacerlo. Hipo se acerco lentamente al oído de Astrid – Astrid despierta – susurro suavemente Hipo, pero no obtuvo ninguna respuesta de Astrid – Astrid despierta – susurro nuevamente pero un poco más alto, Astrid se movió un poco señal de que ya se estaba despertando – Astrid ya despierta – dijo mas alto que la vez pasada, en esta ocasión Astrid, bostezo y luego abrió un poco los ojos durante un pequeño momento – cinco minutos más Hipo – dijo Astrid con una voz somnolienta, para luego frotar su cabeza contra el pecho de Hipo para luego intentar seguir durmiendo.
Hipo se sonrojo por la reacción de Astrid, por un lado odiaría despertarla, pero por el otro tendría que despertarla para luego dirigirse al centro del pueblo para que el padre de Astrid le explicara en qué consistía la prueba – Astrid despierta ya – dijo Hipo, para luego besarla en la frente, Astrid abrió lentamente los ojos, se soltó del abrazo de Hipo y se puso de pie.
Astrid: (bostezando) está bien ya desperté
Hipo: (se pone de pie) bueno ya vámonos, no hay que hacer esperar a tu padre
Astrid: bien vamos (Golpea a Hipo en el hombro)
Hipo: (se soba el brazo) ¿y eso porque fue?
Astrid: por haberme despertado, cuando aun tengo sueño
Hipo: lo siento Astrid, pero tenemos que
Astrid: (le da un rápido beso a Hipo y no lo deje terminar su dar su disculpa) y esto es por dejarme dormir en tus brazos
Hipo: (sonrojado) de nada Astrid
Astrid: bueno ya dejemos lo juegos y pongámonos en marcha
Hipo: está bien, (mira entre los arboles a ver en donde esta Chimuelo, y lo encuentra dormido tras el árbol donde estaban descansando ambos) Chimuelo ya levántate
Chimuelo: (se pone de pie al escuchar que Hipo le llamaba) (pensando: ¿Qué es lo que ocurre hermano?)
Hipo: ya es hora de irnos a casa Chimuelo.
Ambos se montaron en Chimuelo para luego salir volando rumbo a la casa de Hipo, Astrid dijo a Hipo que se iría a casa a dejar su hacha y que lo esperaría con su padre en el centro de la plaza, Hipo entro a la casa y le sirvió el almuerzo a Chimuelo y el suyo, cuando termino le ordeno a Chimuelo que se quedara en casa, salió de la casa rumbo a la plaza del pueblo, tenía un poco de miedo por lo que le estaba esperando, pero lo que sentía por Astrid lo hacía continuar, no le demoro más de cinco minutos el llegar desde su casa al centro del pueblo, doblo la esquina y vio a Astrid junto con su padre y madre, camino hasta estar frente a ellos.
Hipo: bien ya estoy aquí
Acheleus (padre de Astrid): bien, ya es momento de que comencemos con la segunda prueba
Hipo: ¿y en qué consistirá?
Acheleus: la segunda prueba es un duelo a muerte
Hipo: (asustado) ¿Qué?
Acheleus: ya me has escuchado, un duelo a muerte
Astrid: (enojada) ¡Papá estas exagerando mucho con esto!
Acheleus: Astrid guarda silencio, si él quiere ser tu novio tendrá que hacerlo, si teme por su vida puede retirarse ahora mismo
Molly (madre de Astrid): (enojada) Acheleus en verdad te estás excediendo
Acheleus: estas pruebas llevan generaciones en mi familia, no han cambiado y no pienso cambiarlas, si decide aceptarlas es su decisión no mía...
Hipo: (determinado) acepto
Astrid: (exaltada) ¡¿Qué?!
Hipo: acepto
Astrid: (preocupada) Hipo no lo hagas
Hipo: tengo que hacerlo
Astrid: (preocupada) Hipo no tienes que hacerlo
Hipo: (mira al suelo para luego ver a Astrid a los ojos) no tengo que hacerlo pero tengo que hacerlo por ti
Astrid: (comienza a sentir que sus ojos se llenan de lagrimas y baja la mirada para que su padre no la vea)
Acheleus: bien, tu oponerte espera en la arena vamos