Capítulo 12.

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Narrador en tercera persona:

John Smith se encontraba frente a un tocador sin espejo, dentro de un cuarto subterráneo que al mismo tiempo estaba dentro de la Tienda de Curiosidades...

-Ser... o parecer... Esa es la cuestión- dijo con voz seria y enojada.

Los gritos de los niños empezaron a llamar su atención, eran gritos de alegría mientras corrían al zócalo para la obtención de sus dulces, como cada año lo hacían.

-Jejejeje... Esperen una hora niños, y verán si todos podrán comer sus dulces completos- empezó a reír locamente, pero con un tono de voz bajo.

Los sonidos que emanaban detrás suyo llamaron su atención.

-Haaa... Ya despertó el sacerdote Yoon...

El sacerdote estaba amarrado a una silla de madera, con sus pies igual amarrados a las patas de ésta, y en su boca tenía un trapo, parecía estar hablando, gritando e incluso chillando.

- ¿No le han dicho que es de mala educación hablar con la boca llena? – dijo John, acercándose a él.

- ¡Noah está en la casa de Jack, y Aerin fue raptado por el chico sin ojos y casi es el 24 de marzo! – le gritó el fraile - ¡¿Qué no sabes lo que puede pasar?¡

John caminó unos pasos hacia el tocador, dándole la espalda al sacerdote.

- ¡Pasará lo que estuve planeando toda mi vida! ¡Guardé por años el Medallón esperando a que un niño fuese a la casa de los Zuckerman, y logré que entraran dos!

- ¿Por qué lo has hecho John?

Dio un rápido giro de ciento ochenta grados, con una mirada enojada y profunda miró a Yoon.

- ¡Porque hace más de treinta años, me dijo que tenía que ser fuerte! – golpeó la base donde debería de estar el espejo del tocador, rompiendo un pedazo de espejo en pedazos -Y he sido fuerte... ¿Acaso ya no se acuerda de mí?

Flashback:

John Smith, con tan solo ocho años de edad, miró la tumba de su hermanastro con tristeza, empezaba a recordar cada momento que vivió junto a él. Aunque era mayor que el pequeño John, él lo consideraba como un hermano de sangre.

El sacerdote Yoon se acercó a él.

-Tienes que ser fuerte John.

- ¡No! – le gritó el niño, y éste se echó a correr.

Y créame que seguí su consejo... Fui fuerte. Muy fuerte para sobrevivir sin mi familia.

Fin del Flashback:

- ¡Y día tras día, por años, esperé con ansias esta noche! ¡La Noche de la Gran Luna! Por fin volveré a ver a Jack, y ya no serán solo voces y sombras.

El sacerdote, al estar oyendo la anécdota de John, empezó a desatarse del agarre que lo mantenía cautivo allí. Y John prosiguió.

- ¡Esta noche, será la noche de Eyeless Jack! ¡Cuando haya recuperado su cuerpo, no habrá nadie que sobreviva en Seúl! – John caminó hacia una habitación que estaba cerca del tocador -Y usted no podrá hacer nada. En tan solo unos minutos. ¡La luz de la luna y el alma de Noah le devolverán a mi hermano, su cuerpo de vuelta!

Volvió a salir del cuarto donde había entrado, con un gran cuchillo.

- ¡¿Qué?! – no vio al sacerdote por ningún lado - ¡Gordo infeliz! ¿Dónde te metiste?

John salió corriendo de la tienda, miró la Gran Luna que se formaba justo arriba del zócalo de Seúl.

-Ha. Ya se para dónde te fuiste. ¡Y te las verás otra vez conmigo!

John caminó por el sendero que lo llevaría directo al Cementerio Civil.


Narra Noah:

Salimos rumbo al cementerio, recuerdo que Taehyung comentó algo cuando estaba dentro de la casa.

-V...- le hablé al notar que iba a paso rápido al cementerio - ¿Qué tienes en mente?

Él volteó, pero noté su profunda mirada, como si quisiera que guardara silencio.

-Acabaremos con Jack Sin Ojos.

Se notaba decidido, impotente ante el asunto del chico sin ojos.

La presencia de un joven a unos metros de nosotros llamó la atención de mi compañero quien, ni corto ni perezoso, le llamó.

- ¡Keith! – gritó con esmero.

El rubio, flaco y de ojos azules como el color del cielo, volteó.

- ¡Taehyung, amigo! – dijo.

- ¿Qué te trae por acá? – se saludaron de mano.

-Ha pues ya vez, iba de camino al cementerio...

En seguida dejé de prestarle atención a lo que discutían, eran cosas de amigos, parecía que no se habían visto en mucho tiempo. Por la distancia que se encontraba la casa de los Zuckerman con la posición geográfica del cementerio, era muy corta, por lo que en menos de cinco minutos llegamos a éste.




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Perdonen si éste es un capítulo bastante corto, pero la verdad no tengo muchas ganas de alargarlo, jajaja. Espero, de todas formas, que estén disfrutando de la historia. n_n

La Leyenda de Eyeless JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora