La Leyenda de Eyeless Jack

Capítulo 18.

El sacerdote entró a la casa y quito la tabla que retenía la luz de la luna llena, a Jack le extrañó eso, pero no le importaba, ahora tenía luz y era momento de terminar lo que empezó-

- ¡Hermano! Ya me deshice del sacerdote- dijo John.

- ¡Jack sin ojos! – gritó Yoon.

Jack miró a John a los ojos, y aunque en la máscara mostraba una mirada vacía, por dentro lo carcomía la furia.

Jack se puso debajo de la luz de la luna llena. El medallón de Louis se levantó de nuevo, abriéndose por completo. El cuerpo de Taehyung se hizo a la altura de un insecto, en vuelto en llamas ardientes.

- ¡Taehyung! – dijo una voz profunda que salía del medallón.

Lo mismo fue el destino del cuerpo de Keith.

- ¡Keith!

Ambas almas fueron succionadas por el medallón.

- ¡Y Noah!

Aerin estaba desmayada al igual que su madre Lauren.

John Smith vio la desgracia que había causado por darle el medallón a Noah, ahora él moriría por su soberbia, pero Yoon, tal y como un superhéroe, se aventó a la compuerta de donde entraba la luz de la luna llena.

- ¡No! – fue lo que gritó antes de caer al lugar.

Pero John, controlado por el espíritu de Jack Zuckerman, empezó a atacar al sacerdote Yoon, para que no se entrometiera en la maldición que el medallón provocaba.

- ¡Dile adiós a este mundo, mocoso! – le dijo el medallón a Noah, quien Jack estaba muy cerca de él.

Jack estaba a punto de clavarle su cuchillo a Noah, justo cerca del corazón para consumir su alma.

En un rápido movimiento, el sacerdote Yoon dejó de pelear contra Smith, y se aventó contra Jack, haciendo también que Noah se liberara de las llamas que lo tenían rodeado, Jack, al ver al sacerdote cerca de él, saco su cuchillo, hizo un fuerte movimiento que le enterró el cuchillo en el pecho del viejo, mientras el espíritu, al ver que había fracasado en su cometido, gruñó de una forma que no parecía venir de un espíritu maligno, sino de un animal mucho más voraz.

La sangre del padre cubrió todo el piso, mientras Jack le rasgo todo el pecho para después sacar su cuchillo y quitarse de encima el cuerpo del sacerdote muerto y lleno de sangre.

Jack miró a Noah, quien ahora estaba a salvo y consciente, lanzándole una mirada llena de enojo, arrebató de la luz de la luna al medallón aún abierto, y después le lanzó el cuchillo a Noah, pero en su camino se atravesó John, dándole justo en la espalda, el señor cayó de rodillas frente a Noah.

-Perdón Noah. Perdóname.

Jack empezó a enojarse mucho más de lo que ya estaba, y John cayó muerto frente a Noah, dentro de él nació un valor indescriptible, un valor que le hizo decir a Jack.

- ¡No te tengo miedo!

Jack corrió hacia el cuerpo muerto de John, y le quitó el cuchillo, correteando a Noah por casi todo el cuartel, mientras Aerin, ya despierta, le metió el pie a Jack, haciendo que se precipitara con tanta fuerza, que su rostro pegó de lleno contra el suelo, haciendo que pedazos de la máscara salieron volando por la habitación.

Todo quedó en completo silencio, al ver que Jack no se movía ni emitía ruido alguno, posicionó sus dos manos en el suelo, a ambos lados de su cabeza, y poco a poco se levantó, dándole paso a un rostro con una máscara completamente rota.

De esa careta, solamente se mostraba la mitad intacta de la máscara, y la otra mitad con una sonrisa y dientes muy afilados y una cuenca vacía sin ojo en ella.

Aerin se sirvió de carnada y Jack comenzó a perseguirla por el cuarto, hasta que la acorraló en una esquina, Noah miró el medallón tirado en el suelo, lo colocó en el suelo, a la mitad de la habitación, bajo la luz de la luna llena.

El medallón se abrió. Y de una patada rompió el medallón.

Una fuerte luz se apoderó del lugar, y de ella emanaron los cuerpos de Keith y de Taehyung, con un aura rodeando su cuerpo, al ver como Jack estaba un poco herido y acorralando a Aerin, V quien aprovechó el momento de que el chico sin ojos estaba distraído para escapar.

V agarró un pedazo grande de metal en forma de bate, y caminó lentamente.

- ¡Hey! ¡Jack! – le llamó V.

Jack volteó, solamente para recibir un fuerte golpe del pelinegro, quien terminó por romperle la careta por completo. Jack ahora de él salían sollozos, se encaminó a la esquina de la habitación, con las manos en su cara, y se sentó en la esquina, mientras sollozos, y el líquido negro salía como agua de las cuencas de Jack.