You Never Walk Alone (BTS) COMPLETA

Capítulo 24

Alguien acariciaba mi cabello, cuando abrí mis ojos encontré a mi hermano mirándome. Sonreí un poco bostezando somnolienta, YoonGi me cubrió mejor con las sábanas sin dejar de jugar con mi cabello.

— ¿Te sientes bien? —preguntó.

— Creo que...estaría mejor si no me mintieran—contesté causando su confusión— ¿Está pasando algo entre ustedes?

— ¿Algo como qué? —frunció el ceño.

— No lo sé, dímelo tú—restregué mis ojos. YoonGi guardó silencio, me levanté quedando sentada y le pedí que llamara al resto. Quería hablar con los siete, algo estaba pasando y voy a descubrirlo. Sus actitudes no son normales. Apoyé mi espalda del respaldar de la cama, a los minutos tenía siete chicos rodeando mi cama, a mi derecha estaba Hoseok y a mi izquierda mi hermano.

— ¿Qué sucede? —RM fue el primero en preguntar.

— Quiero...hablar con ustedes—los miré a cada uno—Quisiera pedirles que fueran honestos en su totalidad conmigo, si me consideran como una más del grupo deben y quiero que confíen en mí para decirme cualquier cosa sea buena o mala—Jimin fue el primero en bajar la mirada y Tae le siguió. Jin incluso lucía incómodo, aclaró su garganta al parecer vacilando si hablar o no—Vi su último concierto en la televisión y no son los mismos, ¿Hice algo malo?

— No, claro que no—se apresuró a decir Hobi—Nunca has hecho nada malo.

— Al contrario, ha sido interesante convivir contigo—comentó Kookie con una pequeña sonrisa—Eres nuestra hermana menor.

— YoonGi—lo miré. Respiró profundo claramente serio.

— Estamos preocupados por lo que dijo el doctor, no fue su intención preocuparnos, pero...

— Tampoco fue la forma de decirlo—acusó V.

— Tae—RM intentó calmarlo.

— ¿Qué dijo el doctor?

— Sabíamos que tu salud era delicada—la voz de Jimin fue un poco baja. Sus ojos lucían preocupados—Pero...creo que ninguno de nosotros pensó en esa posibilidad.

— Nunca lo hicimos—admitió RM.

— No entiendo.

— El doctor dijo que un simple resfriado puede colocarte grave, que cualquier simple tontería tu cuerpo podría no defenderse, estás expuesta a cualquier enfermedad...

— Y esa enfermedad podría llevarte a la muerte—concluyó YoonGi interrumpiendo a Hobi. Mis ojos se abrieron como platos, entonces eso pasaba. Ellos estaban pensando en mi muerte, ¿Ellos estaban considerando esa opción? ¿Eso era lo que les preocupaba? Hubo unos minutos de silencio, todos miraban a un punto distinto, ellos se estaban preocupando por mí y en vez de sentirlo como una molestia o algo innecesario como hubiera hecho en un pasado, aquello me conmovía de cierta manera. Tomé la mano de Hobi y la de YoonGi.

— Tómense las manos—pedí. Esperé pacientemente a que todos formaran un círculo—Quiero que escuchen bien lo que diré, no les niego que lo he pensado y créanme, me aterra la idea de morir, pero eso es algo natural, todos lo tenemos asegurado. No estoy excusando lo que dijo ese doctor, ¿Y si llego a recuperarme? Hay muchos casos positivos y es en ellos que debemos enfocarnos, no quiero verlos decaídos por una suposición de un doctor—pasé mis ojos de uno en uno. Todos escuchaban atentos—Las ARMYS quieren verlos fuertes, alegres y dispuestos a dar lo mejor de sí, quieren ver a esos chicos que no les importa lo que digan los malos comentarios porque se encargan de callarlos con cada premio que ganan o cada álbum que sacan, así que desde hoy no quiero que la situación se repita. Iremos a Seúl y harán el mejor cierre de todos, yo estaré aquí en primera fila y si no me obedecen estarán en problemas jovencitos—acusé sacando algunas sonrisas—Quiero escucharlos decir que van a hacerlo, no piensen en nada más, piensen en lo más importante de ahora...

— Yun—miré a Hobi—Tú eres lo importante para nosotros ahora.

— Podemos salir y presentarnos, pero la realidad del momento eres tú.

Siento un nudo en la garganta con las palabras de Kookie. Ellos de verdad temían perderme, YoonGi estaba con la cabeza baja, tendría que hablar con él a solas.

— Quiero que me prometan que lo harán bien, por mí darán la mejor presentación, y por sus fanáticas, esas que enloquecen con tus covers, Kookie, las que quieren un príncipe que les cocine todo el tiempo—miré a Jin quien sonrió de lado—Las que gritan con los bailes de Hobi y adoran su sonrisa radiante—el chico se sonrojó—Las que quieren un pervertido en sus vidas como NamJoon—bromeé, noté uno de sus hoyuelos—Aquellas que se enamoran con las notas altas de Jimin y las que ríen con las travesuras de Tae, oh, y las que desean tener un novio o un hermano que sea tan excelente rapero como YoonGi, por eso tienen que salir y brillar, no se preocupen por mí, nunca los dejaría solos.

Habíamos dormido todos en la cama y era gracioso cuando desperté. Tae abrazaba a Hobi, Jimin estaba junto a Jin en la orilla de la cama, Kookie y RM dormían con la boca abierta mientras que YoonGi estaba junto a mí, lo miré detenidamente sabiendo lo que pasaba por su mente anoche, sabía que si llegaba a perderme se echaría la culpa, YoonGi creería que le falló a mis padres, a mí y a él mismo. Sonreí con algo de tristeza imaginándolo sin mí, jamás pasó por mi cabeza cuando estudiaba, nuestras vidas habían tomado rumbos distintos y ahora que nos unimos... ¿Terminaríamos así? No. No pienso rendirme, el tratamiento funcionará. Confiaré en eso.

Acaricié su cabello con cuidado besando su frente, me acurruqué en su pecho quedándome dormida por un rato más.

Iríamos a Seúl, los ánimos estaban mejores desde hace días, seguía teniendo en mente hablar con YoonGi, pero esperaría el momento justo para hacerlo. Incluso Tae parecía haber retomado un poco la cercanía conmigo, pero su actitud había cambiado en parte. En el avión me sorprendió notar que por primera vez me había tocado ir junto a Jimin, sólo con él. YoonGi estaría con Kookie y Tae, Hobi estaría con RM y Jin. El chico guardaba su bolso sobre los asientos, YoonGi me ofreció tomar su puesto, pero me negué. No iba a huir por el resto de mi vida.

— ¿Te ayudo? —señaló mi bolso.

— Sí, gracias—se lo entregué. Tomé asiento junto a la ventana acomodándome o al menos intentándolo, Jimin se sentó a mi lado y una joven chica se acercó para preguntar si necesitábamos algo. Ambos teníamos algo de sed, el silencio entre ambos fue muy largo. El silencio se rompió casi dos horas después, tenía una manta sobre mis piernas, había anochecido, las luces de los asientos estaban apagadas porque todos dormían.

— ¿Yun? —escuché a mi lado.

— ¿Mmm? —lo miré.

— ¿Podemos hablar? —susurró y asentí colocándole atención. Aclaró su garganta respirando hondo—Yo...lamento no...haberte dicho más, yo...me sorprendí...

— Lo siento.

— No lo hagas, no hiciste mal—lo miré sonrojada—Debiste dejármelo a mí—bromeó, puedo asegurar que estaba algo nervioso—Tienes derecho a enojarte, lo sé, pero...yo quería...disculparme.

¿Sólo eso quería decirme? Asentí intentando comprender, pero no pude dejar de mirarlo.

— Jimin...—susurré— ¿Por qué le dijiste eso a Tae? ¿Cómo puedes animarlo sabiendo que...tú estás...? ¿Qué estamos haciendo? —fui más precisa—No sé qué pensar, te dije lo que sentía y tú no...

Y esta vez me interrumpió con un pequeño beso, un pequeño beso que él mismo inició.