Capítulo 46

3.5K 290 23
                                    

Estamos recostados en el camastro, bajo una palapa, con vista a la bahía, de fondo se encuentra el cielo despejado junto al mar cristalino, disfrutando de nuestro último día en la playa; mañana por la mañana nos despediremos Del Mar y su tranquilidad. Regresamos a nuestra vida de siempre (Eso me alegra muchísimo) Extraño la escuela, mis amigos y a mi madre. Esteban está a mi lado, con los ojos cerrados, disfrutando de la música natural que formaban las olas Del Mar. Estiro mi brazo, Tomo su mano y entrelazo mis dedos con los suyos. Abre los ojos, Me dedica la mejor de sus sonrisas.

—Fue un buen descanso, desearía quedarme aquí, contigo, disfrutar más de tu presencia.

—Disfrutaras de ella, en tu clase, pero la disfrutarás.

—No es lo mismo, yo quiero estar solo contigo, no junto a toda esa bola de adolescentes hormonales.

Volteo los ojos.

—¿Yo no soy un adolescente Hormonal?

Me mira divertido.

—Bueno, si, un poco.

—Perdóneme , chico maduro.

—Perdonado, Adolescente Hormonal.

Se acerca a mi, toma mi cara entre sus manos, me acerca a sus labios. Nuestros labios se entrelazan, me besa lentamente, su beso prende todos mis sentidos, haciéndome sentir una corriente de energía por todo mi cuerpo.

Salimos a dar nuestro último recorrido por la playa, tomados de la mano bajo el atardecer, descalzos, la arena blanca colándose entre nuestros pies, la marea acercándose a nosotros. Nos besamos bajo el atardecer.
                                —•—
Es lunes por la mañana, el viaje de regreso fue tranquilo, estoy ansioso por ver a Emma, mi madre, Sara, hasta estoy entusiasmado de volver a ver Álgebra. A sido una semana increíblemente larga.

—¿Quieres que te lleve a la escuela?—Pregunta Esteban.

Estamos en el comedor de su casa, desayunando zumo de Naranja y Hot cakes.

—No, llegaré por mi cuenta, no quiero meterte en problemas por mi culpa.

Pequeño, No es ningún problema.

—Preferiría llegar caminando, necesito pensar.

—¿Pensar?—Sonríe divertido— o tal vez, necesitas descansar de mi.

—Nunca quiero descansar de ti, solo necesito caminar.

—La ultima vez que te hice caso, estuviste hospitalizado.

—Por favor, No creo que Erick sea una molestia, el debe seguir en el hospital o algo por el estilo.

Esteban se sonroja, recuerda lo qué pasó con Erick y el soborno hacia su familia.

—Erick no es un problema, Pero Isaac si lo es. El esta por ahí, bagando por las calles, el no está en una cama de hospital. Debí llamar a la policía mientras pude.

—Esteban, Cariño, Tranquilo, Isaac es un maldito loco, pero dudo que hoy quiera atacarme, Tengo el presentimiento de que no lo hará—«Bueno, no estoy seguro»— solo quiero caminar, sentir el aire corriendo por mi cara, cargarme de energía. Por Favor...

Voltea los ojos, cruza los brazos. Clava su mirada en mi. Después de un minuto en silencio, un minuto que pareció una eternidad.

—Está bien, solo hoy. Por la semana Estaré enviando un Uber a tu casa para que pueda llevarte a la preparatoria. No quiero que corras el riesgo de encontrarte con Isaac. Esto será hasta que piense que puedo hacer con el.

Sonrió. No me encanta la idea, pero todo sea por no encontrarme a ese puto obsesionado de mierda.

—Bien.

Me levanto de mi asiento, me acerco a él y le planto un gran beso en la boca. El me toma de las mejillas, juntándome más a él.

—No soportare mirar sus labios y tener la necesidad de probarlos, Joven Vega.

—No tiene porque reprimirse, Profesor, puede probarlos en cualquier momento.

—Podría Perder mi Trabajo, Alumno.

—Y yo la oportunidad de terminar la preparatoria, pero es un riesgo que estoy dispuesto a correr.

—No sabe lo que dice, Joven Vega.

—Tal vez no lo sepa, Profesor. Ahora, tengo que irme, no quiero perderme ni un día más de clase.

Le doy un último beso, antes de irme. Me toma apasionado, no quiere soltarme.

—Basta, Tengo que irme.

Sonrió. Le doy un beso rápido y salgo de su casa, encaminándome hacia mi primer día de preparatoria después de días tan agitados. Me pongo los auriculares, comienzo en marcha mi camino al colegio. Voy caminando con gran seguridad, absorto en mis pensamientos. Pienso en Esteban, en las hermosas y pequeñas vacaciones que tuvimos. Donde todo fue tan mágico, paradisiaco, donde me conecte aún más con el. No me canso de decir y pensar, en lo mucho que me gusta.

Una chica rubia, blanca como porcelana, de ojos verdes, se pone frente a mi. Me mira, no dice nada. Solo me observa.

—Disculpa, ¿Se te ofrece algo?

—ahora, Tú estás con el...

—¿Quien está con quién?

—¿Qué puedes darle tú que no le pude dar yo?—Su voz es suave, llena de nostalgia y rabia—¿Que tuvo que pasar para que "cambiara"?

«Oh no, Otra puta loca»

Antes de que pueda decirle algo más, continua.

—Aunque eso no importa, pude salvarme del infierno que es vivir con Esteban. No entiendo como aún sigues con el.

«Es Andrea, Claro»
—¿Un infierno?

Se que tiene sus problemas, Pero ¿Vivir con el llego a ser un infierno?

—No los conoces tan bien como yo los conozco. Ellos destruyeron una parte de mi vida,  mi salud mental, Estuve dos años en psiquiatría—Su voz empieza a temblar—Me Humillaba, hasta que un día su ira salió de control y intento golpearme.

No, no, no. ¿Esteban intentando golpear a una chica?

—Cambie todo lo que era por el, Todo. Hasta participar en el sexo sucio que a él le encanta. Me humille ante el, para que me intentara golpear, me tirara a la basura, cambiándome por Isaac. También Isaac me hizo mucho daño con tal de sacarme de su vida con Esteban, el fue el que más daño me causó, hizo todo lo posible por estar con el. Supongo que no sabes está parte de su historia, ¿Verdad?

Dios mío. No se si aún estoy preparado mentalmente para que me revienten de información negativa de Esteban. ¿Porque coño cuando todo va increíble, la vida se empeña en ser una gran perra?

—No la se, y no estoy muy entusiasmado de saberla.

Respira. Parece más tranquila que antes. Ella Cierra los ojos, Empieza a inhalar y exhalar.

—Dame la oportunidad de contarte mi historia, tal vez puedas salvarte de la clase de persona que es Isaac y de lo que pude llegar a ser Esteban. Isaac me encontró y volvió a amenazarme, obligándome a intimidarme, Ya no le tengo miedo, y No quiero intimidarte, Por eso necesito que me escuches. Quiero salvarte.

—Bien.

Placer Entre Lineas: Todo De Mi #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora