Ella regresara a mí

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NARRA NATSU

¡¿Pero que acabo de hacer?!

Ella dijo que, Me odia.

Él arrepentimiento comenzaba a palpitar en mi cabeza y, mi corazón dolía, mucho. Sin que yo pueda detenerlas, lágrimas descendían por mis mejillas.

—¡MALDICIÓN!.

Yo, yo no quería hacerla sufrir. Yo solo estaba celoso pero, no debí hablarle así.

Me acomode la bufanda que me hizo Anna, con las escamas de Ignell, mi padre, y salí a buscar a Juvia.

Al instante en que deje mi casa, una gran manta de agua cayo sobre mi empapándome.

Esa lluvia era por ella.

Corrí por toda Magnolia buscandola. Al primer lugar al llegue fue a Fairy Hills. Intente entrar por la puerta principal, pero Erza que se encontraba ay, no me dejaba. Aunque de tanto forzajear, logre pasar a un lado de ella.

Fui lo mas rápido que pude a la habitación de Juvia, tire la puerta de un patazo, y entre.

—¡Juvia! ¡Juvia!.

—¡¿Pero que rayos te sucede Natsu?¡.

Me volteé

—¡Erza! ¡¿Sabes donde está Juvia?!.

Me acerque a ella.

—Ella no ha venido, no la he visto desde la mañana en él Gremio. ¿le sucedió algo?—puso una expresión de angustia.

Lo pensé antes de hablar. Ella me iba a golpear después de esto.

—Nosotros discutimos, o....yo discutí solo, porque ella realmente no me trato mal, y..... Yo si lo hice, estaba muy molesto, muy celoso. No debí tratarla así—me deje caer de rodillas, pero sentí un par de manos levantarme de un jalón.

—¡¿Que hiciste idiota?!—senti como me golpeo la cara con su puño.

—En pocas palabras le dije que era una put*.

—¡Tu maldito!.

Me golpeo otra ves, y caí de espaldas al suelo.

—Estoy buscándola porque quiero disculparme, quiero arreglar las cosas, Erza.

—Eres un idiota, pero te ayudare a buscarla.

Sonreí.

—Gracias.

Me levanté, abrase a Erza, y salí a buscarla en otro lado.

NARRA GRAY

¿Porque se enojo ese inecto?

Ella no hacía nada conmigo.

De verdad que tiene la cabeza llena de celos.

Idiota.

Me encontraba volviendo a mi casa desde él restauran de Yashima-san.

—Oh, empezó a llover—pequeñas gotas comenzaron a empapar mi ropa—debo apurarme.

Acelere la velocidad de mis pasos a un ligero trote e intentaba cubrirme un poco con mis manos.

La calle se empezaba a inundar, rápidamente.

Algo llamo mi atención.

No era algo, era alguien.

Vi a Juvia pasar corriendo frente a mi, y...... Estaba llorando.

Eso explica la lluvia.

Sin perder mas tiempo fui tras ella.

La alcancé en un arranque de velocidad, y la tome del brazo.

Soy El Correcto (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora